Generalmente en la edición del domingo, un matutino salvadoreño coloca la lista de los libros más vendidos. En la edición del día ocho de noviembre del presente, aparecen las listas de Argentina, Colombia, España, Estados Unidos y México.
En más de nueve años que tienen de publicarse, nunca o casi nunca aparece la lista de El Salvador. Posiblemente no hay control en las librerías, las editoriales no tienen interés, tal vez serían extranjeros los autores, solo podemos aventurar que de los de texto si se venden millones gracias a los dos millones de alumnos del sistema educativo, son los más vendidos en el país, no cabe duda.
¿Cuándo la humanidad nacional, latinoamericana, mundial, dejó de leer masivamente? ¿Cuáles fueron las razones? Se dice que el cine, que la televisión, que los celulares, que las computadoras; que todas las anteriores juntas. Sin embargo en el mundo civilizado, las editoriales han vuelto a aumentar la venta de libros impresos. Los dispositivos electrónicos no funcionaron para sustituir al libro y al periódico impresos y los snobs volvieron a ellos.
El ministerio de Educación en Francia está debatiendo en este momento el método adecuado para que los estudiantes aprendan a leer y a escribir en la escuela primaria. Los vicios y desfases causados por los actuales aparatos de comunicación y trabajo escolar, han sonado las alarmas que próximamente sonarán en todo el mundo. El cerebro no está aprendiendo a razonar adecuadamente, puesto que sin el desarrollo de la lecto-escritura y de la memoria cognitiva, la capacidad de desarrollo de la palabra hablada y escrita se atrofia.
Los principales periódicos y revistas especializadas de todo el mundo publican las listas de los libros más vendidos y hay tirajes multimillonarios como los de Harry Potter o las 50 sombras de Gray. Son los llamados best sellers que muchos “intelectuales “, consideran basura, pero no por eso dejan de ser libros vendidos y lectura impresa masiva.
Los sistemas educativos tienen mucha responsabilidad en formar adecuadamente al educando. Patético y dramático resulta el que de 20,000 bachilleres que se examinan en la Universidad estatal salvadoreña, apruebe apenas el 9%. Por supuesto que pasa en otras partes de Latinoamérica y del mundo, pero mal de todos es consuelo de bobos.
El desarrollo de las sociedades no puede ser únicamente político partidario y financiero; por supuesto ambos existen con pocos participantes en nuestra República. Es el desarrollo de la educación lo que hace grande a los países.
Tal vez en un tiempo, ojalá muy próximo, las listas de los libros más vendidos en El Salvador, aparezcan y ojalá también, que sean de muchos autores nacionales de calidad. Habríamos alcanzado un nivel superior en educación; seríamos otro país, mejor por supuesto. Estaríamos llenos de buenos lectores.