El Salvador sigue siendo unos de los países más pobres, desiguales y violentos de Latinoamérica y en algunos casos del mundo, de igual manera posee los mismos políticos, que han empobrecido, robado y premiado la impunidad en el poder.
Triste ver todos los días, las muertes de salvadoreños como cualquier cosa sin importancia, triste ver que la justicia no es un factor determinante en la búsqueda de respuestas ante la inseguridad.
Al revisar todos los informes de seguridad y de desarrollo social, de organismos expertos en la materia, tanto nacionales como internaciones, nos podemos dar cuenta que tienen muchas coincidencias con respecto a la vulnerabilidad que sufre nuestro país en todo contexto.
Asimismo lo presenta el Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), de la Organización para las Naciones Unidas (ONU), bajo el nombre de ‘’Seguridad ciudadana con rostro humano’’.
Dicho informe arroja datos importantes que impactan de manera directa el desarrollo de un país, El Salvador ocupa el primer lugar con 92.3% de entre cinco países que tienen altas tasas de homicidio juvenil.
Con esta información parece una burla que los políticos sigan diciendo que los jóvenes son el presente y el futuro de la sociedad salvadoreña, los jóvenes hoy por hoy sólo representan el sector más golpeado por la delincuencia y la pobreza.
Por lo tanto, dichos políticos ofrecen un futuro pero niegan el presente a los jóvenes que día a día buscan superarse para no caer en una vulnerabilidad social.
¿Desde cuándo los partidos políticos a través de sus candidatos en cualquiera que fuese el cargo han prometido desarrollo y seguridad?, ¿desde cuándo estos políticos han estado en el poder? Pues han estado por mucho tiempo en el mismo cargo y han demostrado ser incapaces de solventar las necesidades y problemas que aquejan a las mayorías.
Los salvadoreños hoy olemos a muerte, pudrición, olemos a corrupción en fin a sangre. Hoy, los salvadoreños enterramos a nuestros muertos y con ellos las ganas y el ímpetu de justicia.
¿Qué podemos pedir ante un sistema podrido? Es necesario bajo toda perspectiva revertir la historia, es necesario informarnos y utilizar los mecanismos que como salvadoreños tenemos derecho, como la participación directa en política y el voto.
Todos los partidos políticos de manera ilegal han iniciado ya la campaña electoral de cara a las elecciones de alcaldes y diputados del 2015, como ciudadanos debemos iniciar un trabajo de fiscalización de candidatos y propuestas. Es nuestra la responsabilidad permitir o no que sigan los mismos políticos con las promesas de siempre, esto debe ser un parámetro para no votar por ellos.
En la actualidad hay una tendencia que los candidatos a alcaldes y diputados, prometen como que si fuesen nuevos en el poder, olvidando con ello la obligación de rendir cuentas del partido que representan y tratan de desligarse de manera olímpica de sus errores catastrales y saludar con bandera blanca.
“Los salvadoreños y en especial los jóvenes, se merecen espacios idóneos para desarrollarse y seguir adelante’’ es una promesa tan trillada y barata, que todos los partidos políticos han utilizado y que al parecer no recuerdan que son ellos los mismos políticos del pasado, del presente y muy posiblemente del mañana.
Por lo tanto, es vital que los votantes exijan a sus candidatos, promesas reales, la incidencia del partido que representan en los cambios buenos del país, relevo generacional, acceso a la información y rendición de cuentas entre otros factores.
Es tiempo de revertir la historia, no es posible sólo ver los altos índices de desarrollo de países vecinos, es la hora de crecer como país, es hora que todos visionemos un mejor futuro y trabajemos por él, y sí es necesario cambiar a mentes retrogradas y energúmenos sociales es ahora el tiempo de hacerlo, no ignoremos el poder de elección que tenemos.