La mente humana es a veces una gran prostituta, en cuanto irse con el mejor postor, dando pie de esa forma a una incongruencia en los que decimos y lo que hacemos, a la vez una disonancia en lo que creemos ser y nuestra realidad.
En el presente año se celebra el 69 periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU, en los Estados Unidos de América, acto en el que desfilan más de 130 jefes de estado y gobiernos del mundo y donde tienen el espacio para exponer y debatir temas de coyuntura.
Sin duda alguna de las participaciones más esperadas, fue el discurso del Presidente Barack Obama, ya que consigo trae mucho morbo, debido a los grandes problemas en los cuales se ha envuelto la potencia mundial, tales como: Guerra en medio oriente, Problemas políticos en Europa, Diplomacia intervencionista, Rol del estado más rico ante los problemas mundiales.
El jefe de estado norteamericano llegó ante la Asamblea General de la ONU, para presidir su discurso, y como era de esperar los medios de comunicación a nivel mundial, estuvieron presentes ante la expectativa del rumbo de dicha participación.
Un discurso incongruente ante lo que Estados Unido dice y hace, a la vez una disonancia ante lo que ellos creen ser y la realidad, es lo que esbozó las palabras del mandatario, donde sus colegas jefes de estado, observaron con cara de incredulidad, y de igual manera lo hacía gran parte del mundo.
“Es el mejor momento de la historia”, así inicio el mandatario su discurso, atribuyéndolo a la libertad con la cual se goza hoy en comparación del pasado; probablemente, Obama no conoce el tipo de libertad de la cual gozamos la gran parte del mundo, no solo debido a nuestros problemas locales sin resolver sino al papel que su país ha jugado en la formación de un presente casi sin posibilidad de desarrollo para nuestros países.
De igual manera olvidando, las crisis de nuevas enfermedades como el virus del Ébola, las crisis de geopolítica entre Rusia-Ucrania, y que el gobierno estadounidense ha intervenido de manera directa tanto en ayuda económica, como imponiendo sanciones de comercio a Rusia, sin dejar en el olvido los golpes de diplomacia intervencionista a países en todo el mundo, pero muy relevantes lo casos de Alemania, Argentina, Brasil, Rusia y Medio Oriente.
Además afirmó que «las naciones grandes no deben intimidar a las naciones pequeñas» totalmente incongruente y disonante de la realidad, muchas de las naciones pequeñas del mundo son naciones empobrecidas debido a deudas externas, y otras que han decidido desobedecer a la potencia mundial poseen embargos económicos como Cuba que incluso él ratificó, o sufren la diplomacia intervencionista, dando como resultado la participación de dicho gobierno en golpes de Estado y de esa forma alterar el orden democrático de las mismas.
Sin olvidarnos de aquellas naciones muertas, debido a su alto nivel de endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, institución manejada por Estados Unidos, para implementar teorías económicas. Grandes ejemplos en Latinoamérica en el pasado, Chile de Pinochet y la Argentina en banca rota que tuvo su mayor crisis en el año 2001.
A continuación, el presidente Barack Obama esbozó que la solución a las guerras civiles en Medio Oriente es la democratización de la política, otro factor olvidado, no recuerda que las guerras en Medio Oriente, incluso la que tuvo mayor relevancia en los medios, Israel y Gaza, fue patrocinada por su gobierno.
Probablemente no ha leído o no recuerda los altos niveles de desarrollo que tenia Irak antes de su intervención militar, lo mismo podemos decir de Egipto. El señor presidente borró el pasado donde nos sentamos para vivir el presente y construir un mejor futuro.
“Los niños no nacen odiando”, frase que utilizó el mandatario para referirse a que no debernos sembrar odio ni terror. Probablemente los niños de Gaza no estén de acuerdo, ya que es difícil que olviden como Israel con ayuda de Estados Unidos asesinó a sus padres, a sus hermanos y ahora tienen que vivir en orfanatos e inclusive muchos de ellos mutilados físicamente.
También es de preguntarles a los niños del África hambrienta, donde el Fondo Monetario Internacional, no les aprueba los préstamos necesarios para el desarrollo de una democracia verdadera, ¿Será que estos niños nacen con odio?
En pocas palabras el discurso fue totalmente irreal, pasó por alto que una democracia no puede nacer de la nada, que el pasado es parte del presente y del futuro, que es necesario curar las heridas para poder caminar.
Hay que tener en cuenta que no existe una historia universal que nos describa a todos por igual, que las teorías de desarrollo social no son mapas calcables, que cada rincón del mundo tiene su idiosincrasia, cultura y orígenes, en fin, su historia.
Es necesario y preciso que el desarrollo no sea un tren a toda velocidad el cual no espera a nadie, ya que hay pueblos que caminan en el aprendizaje para después aplicar lo aprendido y de igual manera construyen con un sinfín de vicisitudes las oportunidades y las formas de llegada a un mundo global.
Por supuesto, algo muy importante que olvidó el Presidente Obama y es que las personas de todo el mundo con ganas de cambio y que buscan transformaciones, son líderes que la misma historia hace que estén en lugar y en el tiempo correcto, muchas veces emigran y de alguna forma esos líderes del cambio está llegando a la potencia mundial, tanto es así, que el voto latino, es el que lo hizo ganar en sus dos elecciones… sin ninguna duda los cambios son indetenibles.