El comportamiento mostrado en los últimos días por nuestros líderes es inédito. Un presidente evitando confrontar y unos líderes tradicionales, incluyendo algunos del partido de gobierno, buscando la confrontación destructiva.
Históricamente, lo único que han practicado los políticos es promover la desconfianza y vender pánico, por eso sus comportamientos entonces no debe extrañarnos. Afortunadamente, como reza un viejo adagio, “se necesitan dos para bailar tango” por lo que de mantenerse estas condiciones, la tensión en el ambiente tendera a disminuir, mientras el presidente de la República Salvador Sánchez Cerén mantenga la cordura.
Señor presidente, el paquete de impuestos es una decisión que fabricó el anterior gobierno y tratar de implementarla autocráticamente sería un error que no se debe cometer. ¿Por qué desgastarse, como gobierno que inicia? ¿Por qué someter al país a un desperdicio de energías? Suficiente tenemos con las maras y la difícil situación económica y tendremos aun más, cuando se anuncien las tarifas del Sitramms, cuando el gobierno deje de pagar sus cuentas o cuando inicie la campaña de alcaldes y diputados.
No se desgaste antes del tiempo. Aproveche esta oportunidad para construir una forma nueva de solucionar los problemas del país.
Recién asistí a un foro organizado por una universidad de nuestro país y los panelistas fueron gente de todas las tendencias. La información que compartieron sobre la situación del país impactó positivamente a los asistentes. Hasta el ministro de Hacienda presentó información coherente; lo más plausible fue la coincidencia de los panelistas sobre la difícil situación económica del país, el positivismo y los llamados al trabajo conjunto para mejorarla.
Si los otros sectores de la vida nacional hicieran lo mismo, tendríamos un mejor futuro cercano. Es su responsabilidad, señor presidente, crear, mediante el ejemplo, las condiciones para que los salvadoreños aprendamos que nadie tiene la verdad absoluta; que cada sector tiene parte de la verdad y solo sumando nuestras visiones e intereses, podremos construir el país que merecemos. Siga visitando la llanura y apóyese en la sabiduría de la gente.
En el anterior consejo le comentaba la manera de tomar buenas decisiones y que la correcta definición del problema facilita la solución. Se deben tomar decisiones con la participación de los sectores beneficiados y dañados.
Es necesario buscar la diversidad para mejorar la decisión, la cual tiene cuatro componentes: ¿Qué, quien, cómo y cuándo? Estos deben ser adecuadamente comunicados a quienes van a implementarlos.
Implementación de decisiones
¿De qué sirve tomar buenas decisiones si no se implementan o se desperdicia mucha energía en la ejecución? ¿Cuántas decisiones tomaron sus antecesores, que no se cumplieron? ¿Cuándo un político cumplió todo lo que ofreció? Para que esto no le suceda o le suceda menos, busque siempre juntar a tres grupos:
1) A quienes tienen la Autoridad para tomar las decisiones, pues no siempre la tendrá usted; en ocasiones será la Asamblea Legislativa, en otras la Corte Suprema de Justicia u otros organismos. Si quienes tienen la autoridad para decidir no son tomados en cuenta, después gastará mucha energía para que las cosas sucedan, sera difícil convencerlos, pero si participan, se convencen solos de la solución, se comprometen y le apoyarán en la implementación.
2) Luego busque a quienes tienen el Poder, o sea la capacidad para apoyar o boicotear la implementación de sus decisiones. Nunca hay que pelearse con la cocinera dice otro adagio popular. Normalmente son aquellos que deberán implementar sus decisiones y por ende, pueden ofrecerle su mayor esfuerzo o negárselo. En ocasiones serán gremiales empresariales, líderes políticos, sindicales, religiosos o entidades de la sociedad civil.
3) Busque a quienes tienen el know how o información especializada sobre el tema, que facilitaría la implementación y mejoraría la calidad de las decisiones. Normalmente son los tecnócratas, analistas políticos, expertos en el tema quienes sin tener autoridad ni poder para boicotear o favorecer la implementación, le ayudarían a mejorar la calidad de la decisión y su implementación.
Reúnalos alrededor del problema, no para discutir propuestas como es la tradición. ¿Por qué? Recuerde, cada sector tiene sus propios intereses y ello dificulta el consenso, las percepciones del problema se verán impactadas por esos intereses, perdiéndose de vista el interés común.
La anécdota de los tres ciegos a quienes se les pidió describir un elefante ilustra esta necesidad, solo podían auxiliarse del tacto y cada uno tocaba una parte diferente del elefante y discutía que su percepción era la correcta. Todos tenían parte de la verdad, pero ninguno la verdad completa; entonces fue necesario unir sus percepciones para describir al elefante.
“Uno a uno, todos somos mortales; juntos, somos eternos.» Quevedo