Es algo fascinante observar que muchos de los inventos que nos facilitan la vida o el trabajo hoy en día, tienen su origen en la naturaleza. En este artículo vamos a ver algunas invenciones inspiradas de los atributos físicos y habilidades de los animales.
La piel del tiburón está cubierta de millones de escamas con pequeñas costillas, las cuales siguen un patrón específico. Este tejido, al reducir el arrastre, facilita el paso del agua y hace que la velocidad del tiburón sea superior a cualquier otro animal; también permite evitar la adhesión en la piel de algas, microorganismos y bacterias que buscan engancharse.
Estas características han inspirado el desarrollo de las siguientes aplicaciones: los “riblets” (ranuras microscópicas) de unas milésimas de centímetro de ancho se pintan en la superficie de una cinta adhesiva, la cual se utiliza en los aviones y los cascos de barco con el fin de reducir la resistencia y ahorrar energía; el traje de baño “fastskin” creado por el fabricante de prendas deportivas Speedo permite al nadador moverse más rápido que lo normal; revestimientos libres de bacterias, cuya instalación es bienvenida en los hospitales, pues permiten evitar el contagio de bacterias y virus entre los pacientes.
La seda de las telas de araña está formada por cadenas de proteínas (espidroínas) entrelazadas entre sí, que le dan solidez, resistencia y una gran elasticidad. Otra propiedad de la tela de araña es la pegajosidad; sin embargo, no todas las áreas de la tela de araña son pegajosas: los hilos de la tela en forma de circunferencia lo son (sirven para sujetar a la presa) pero los hilos radiales (que parten del centro hacia los extremos) y los hilos que conforman el exterior de la red carecen de pegamento (si fueran pegajosos, la araña se quedará atrapada en su propia tela).
Estas características y propiedades de la seda han dado lugar a la producción biotecnológica de fibras similares a la seda de la araña, cuyas aplicaciones son múltiples en el campo de la medicina e industria, desde su empleo como material de sutura quirúrgica reabsorbible hasta su aprovechamiento como fibras técnicas en la industria de la automoción.
Los colmillos de la serpiente y su mecanismo de expulsión del veneno inspiraron la invención de la aguja hipodérmica. Pero algo mejor está en camino: se ha descubierto que las púas afiladas del puercoespín penetran fácilmente en los tejidos y, una vez adentro, mantienen una alta adhesión. Estas características han sido retomadas para diseñar una nueva aguja médica más eficiente que la aguja hipodérmica en cuanto a reducción del dolor se refiere.
La ballena jorobada presenta en el borde delantero de sus aletas una fila de protuberancias conocidas como tubérculos, que tienen el tamaño de una pelota de softball y permiten a las ballenas deslizarse con gran facilidad a través del océano.
Por estar colocados de tal manera que rompen el aire que pasa por la aleta en pedazos, estos tubérculos hacen que las alas son más aerodinámicas. Este “efecto tubérculo” ha sido aplicado a las turbinas eólicas para mejorar su funcionamiento (reducción de la fricción y ruido) y rendimiento energético (aumento de la velocidad de cambio de dirección del viento y de la potencia aprovechada en un 20 por ciento); también ha permito mejorar la eficiencia de los ventiladores en las plantas industriales y edificios de oficinas.
Una planta -el cardo alpino- y los pelos de un perro contribuyeron al invento del velcro, un sistema de cierre y apertura que se realiza por medio de la unión de dos cintas. Hoy en días son muchos los zapatos deportivos y mochilas, entre otros artículos, que están dotados de este dispositivo. Después de regresar de una caminata en el campo, su inventor se percató que el pelo de su perro estaba cubierto de cardos alpinos y que resultaba algo difícil desgancharlos de la piel del animal. Descubrió que el diseño de esta planta constaba de ganchos que podían unirse con facilidad a varias superficies.
Luego de varios años de experimento logró unir dos superficies lo suficientemente resistentes como para que se deba ejercer algo de fuerza para separarlas.
La capacidad de las termitas para enfriar los flujos de aire adentro de sus torres de arena, ha inspirado el invento del
aire acondicionado. Estos insectos pueden también dosificar la energía adentro de sus montículos de arena, tanto de día como de noche. Algunos arquitectos han retomado esta habilidad para diseñar y construir edificios a apartamentos ahorradores de energía. Por ejemplo, el gasto de energía del Eastgate Building Harare (ubicado en Zimbabue) es solamente del siete por ciento de lo que un edificio convencional utiliza.
El halcón peregrino es un águila capaz de alcanzar una velocidad de más de 200 kilómetros por hora cuando se lanza de picada. Esta velocidad no le impide seguir respirando gracias a una pequeña protuberancia en forma de cono (parecida a una pequeña nariz), la cual permite orientar el flujo de aire. Esta particularidad ha sido adaptada a los jets supersónicos, cuyos motores han sido equipados de conos que funcionan como las foses nasales de los halcones.
¿Quién no conoce a las luciérnagas? Estos pequeños insectos se destacan por su capacidad de encender una luz en sus vientres, cuyo resplandor se amplifica gracias a sus afiladas escamas irregulares. A un diodo emisor de luz (LED) se adaptó una estructura inspirada de la anatomía de la luciérnaga, resultando en un aumento de su brillo en un 55 por ciento. Sin embargo, queda pendiente la tarea de descubrir como hace la luciérnaga para producir una luz fría que no pierde energía.
Por tener una gran variedad de características que no tenemos nosotros los humanos, el mundo animal es una fuente inagotable de conocimientos para la humanidad. Tenemos que ser agradecidos con los animales, aun con los que inspiran medio, terror o disgusto ¿Cómo expresar nuestro agradecimiento hacia ellos? Por medio de la tolerancia y respecto.