El Salvador
sábado 11 de enero de 2025

Consejo sobre gestión al nuevo presidente de El Salvador

por Redacción


Siempre considere que solucionar problemas lleva dos procesos: tomar la decisión e Implementarla y, por desgracia, es más difícil implementar las buenas decisiones porque las malas casi se implementan solas. De nada sirven buenas propuestas de solución sin la capacidad necesaria para ejecutarse o viceversa.

Parte I

Con las visitas realizadas a otros países y las pugnas internas en el país, seguro que usted ha comenzado a entender el refrán popular “no es lo mismo verla venir, que platicar con ella”. Incluso, estará dudando de sus capacidades para cumplir con su nuevo rol de Presidente de la Republica; no se preocupe, al cambiar de empleo o iniciar un negocio, todos hemos dudado.

Estos artículos pretenden contribuir con humildad, a romper viejos paradigmas que el sistema burocrático impone al nuevo Presidente y ayudarle a pensar en función de líder de una nación; rol para el que nadie fue preparado con antelación y para el que no existen manuales; por lo tanto, le tocara aprender en el camino y todos debemos contribuir a generar el modelo de gestión presidencial que nos merecemos, especialmente los que vivimos en la llanura.

“La sabiduría se pierde con el conocimiento y el conocimiento se pierde con la información”,  leí esta frase en un momento de mi vida y cada día lo compruebo.

Sr. Presidente, luché por mantener la sabiduría y hoy que inicia su gestión, clarifique su nuevo rol, redefina su misión en la vida y en la de todos los salvadoreños, solo así sus pensamientos y acciones reflejarán un rumbo claro.

Sus amigos, incluso sus familiares deben contribuirle, sacrificando sus intereses particulares. El país lo necesita.

Consejo I: SOLUCIÓN A PROBLEMAS

El rol principal del líder moderno es contribuir a solucionar los problemas de su gente; el paradigma de los burócratas de oficio es: “el presidente actúa, hasta que los problemas se vuelven crisis”. Así es como estos burócratas ganan poder y le aislan a usted de la realidad.

El país no está para desperdiciar energías con huelgas, cierres de calles, pleitos en medios de comunicación, etc. No tema sentarse a dialogar con cualquier ciudadano, mucho menos con los de la llanura. Evada la vieja práctica de formar comisiones, para evadir su responsabilidad

¿De qué sirve crear comisiones sin autoridad para decidir? Únicamente alargan el problema. Cuando solo usted pueda decir sí o no a la solución de un problema estratégico y aun así decida formar comisiones, intégrese a esas comisiones. Su trabajo es vivir la realidad no que se la cuenten y, en el proceso, hará menos daño el problema y su sabiduría crecerá.

Siempre considere que solucionar problemas lleva dos procesos: tomar la decisión e Implementarla y, por desgracia, es más difícil implementar las buenas decisiones porque las malas casi se implementan solas. De nada sirven buenas propuestas de solución sin la capacidad necesaria para ejecutarse o viceversa.

La mala noticia es que ambos procesos requieren ambientes antagónicos para su realización: tomar decisiones exige aceptar el disenso, escuchar a quienes serán dañados y beneficiados con la decisión, analizar las opiniones divergentes, o sea, un ambiente de Democracia. Por el contrario, Implementar las decisiones tomadas exige firmeza, velocidad, dictar y obedecer órdenes sin cuestionarlas, o sea, un ambiente más parecido a la dictadura (en sentido figurado). ¿Por qué? Las decisiones son buenas cuando se toman, si se tarda en implementarlas, pueden perder validez, debido al Cambio acelerado en el entorno.

Aplique siempre la «Democratura»: Democrático para decidir, dictador para implementar.

Recuerde que su compromiso es que se solucionen los problemas no solo tomar buenas decisiones. Involucre en ambos procesos a quienes: 1) necesitará para implementar las decisiones y tienen la capacidad para ayudarle o boicotear la implementación de su decisión y 2) A quienes tienen el “know how” especifico o información privilegiada sobre el tema que facilitaría la solución total. Así su gobierno no será una pesadilla para usted ni para los salvadoreños.

«Todos somos ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas». Albert Einstein