Hoy que Centroamérica está tan convulsionada y dividida, creo que vale la pena conocer cómo hacen los animales para tomar decisiones. ¿Acaso las decisiones animales sean mejores que las de los humanos?
Nosotros nos decimos democráticos. Sin embargo, una investigación realizada en la Universidad de Sussex de Inglaterra, demuestra que la democracia no es exclusiva de la especie humana.
Los investigadores T. Roper y L. Conrado han descubierto que entre los siervos y los cisnes las decisiones se toman por mayoría. La forma del voto es muy particular. El voto es inconsciente; pero ellos saben, por instinto, cuando una mayoría debe tomar una decisión, como por ejemplo, la de partir hacia otros sitios. Con gestos hacen la propuesta:levantan las patas o mueven la cabeza. La asamblea analiza y vota.
Por ejemplo, en el caso de los cisnes, no se toma la decisión hasta que el 60% del grupo esté de acuerdo. Y ojo, en estas especies no hay disidentes que amenacen con retirarse del grupo si no están de acuerdo con la decisión, ni líderes que quieran imponer su criterio a la mayoría.
Los científicos, usando modelos matemáticos, establecieron que CUANDO LA MAYORÍA DECIDE AUMENTAN LAS POSIBILIDADES DE SUPERVIVENCIA DEL GRUPO (esperamos que en Centroamérica actuemos como los animales).
Un ejemplo que nos brindan estas investigaciones es que nos hace reflexionar sobre el hecho de que frecuentemente en nuestros países los valores democráticos caen ante la ley del mas fuerte, del que haga más bulla y cierre más calles, del económicamente más poderoso, o del que detenta pasajeramente el poder político y se cree dueño de bienes y servicios que los usa para sí mismo y sus correligionarios.
También hay que decir que no todas las especies de animales son “democráticas”, como tampoco en todos los humanos se respeta la democracia.
Pero por lo menos los animales que la practican, nos pueden brindar un ejemplo a seguir en la Centroamérica de hoy.