A mis 16 años, reconozco que se nos hizo normal hablar de guerras, maltrato, explotación sexual −incluso en niños y niñas− muertes, violencia de género, violaciones, trata de personas, venta de niños, venta de órganos y cuantas cosas más.
La crueldad de la humanidad me ha llevado a la decepción en varias ocasiones.
Prestando atención en la famosa “especie humana” me di cuenta que no hay sociedad o cultura que se salve. NO HAY CULTURA ÍNTEGRA O LIBRE DE CORRUPCIÓN Y MALDAD. Estamos acostumbrados a mirar muertos en cada esquina, así como a ver niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres siendo explotados, incluso sea vuelto una moda tomarse videos o fotos cometiendo hechos ilícitos.
LA ESPECIE HUMANA ES CONSIDERADA LA MÁS INTELIGENTE DEL PLANETA.
Sin embargo, somos la única especie que destruye, mata y secuestra solo por ambición o diversión. Conocemos la maldad y la corrupción ¡pero!…preferimos hacer oídos sordos a esas voces que gritan ¡ayuda! …preferimos callar por temor a pagar la factura.
Creo que la crueldad del ser humano construyó una sociedad fría, ambiciosa y egoísta.
Ya es tiempo que reaccionemos, que luchemos por cambiar la sociedad en la que vivimos. No es normal que nuestros niños y niñas vean muertos en la calle y no les impacte. No, no es normal que veamos tanta violencia con naturalidad y frialdad.
Necesitamos cambiar. Necesitamos hombres, mujeres y jóvenes que se llenen de valor, fe y esperanza, que luchen por una sociedad libre de violencia. Necesitamos gobernadores que dejen de hacer promesas vagas y vacías y, en cambio, necesitamos que se llenen de valor y realicen actos para erradicar la violencia.
No, no podemos seguir dejando como patrimonio a las nuevas generaciones una cultura de violencia.