A los aceites usados se les considera un residuo tóxico y peligroso, pues son una mezcla de hidrocarburos, agua, sedimentos, cenizas, metales y azufre, contaminados ocasionalmente por aceites vegetales, disolventes y compuestos halogenados. Contienen un 89% de hidrocarburos y un 11% de aditivos.
Los aceites usados pueden ser regenerados; técnicamente es posible. Sin embargo el contenido de agua, sedimentos y otras materias hace difícil la regeneración.
Además, el proceso de regeneración también produce residuos en hornos industriales, como por ejemplo en las plantas de cemento o vidrio.
Obviamente que el uso de aceites usados en hornos industriales requiere de estudios, protocolos y la aprobación del Ministerio de Salud, principalmente para ver los niveles de PCBs, de humedad, de sólidos, de cloruros, sulfuros y metales.
Una forma de ahorrar combustibles es permitiendo que las industrias que estén capacitadas y preparadas, utilicen los aceites usados como combustibles alternativos, en vez del bunker.
Una industria eficiente, de acuerdo a la calidad del aceite usado que use, podría utilizar hasta un 50% de aceites en sus hornos.
Esto tiene varios factores positivos:
1. Se resuelve un problema ambiental, pues los aceites usados no se disponen adecuadamente. En casos se quema en fábricas de papas tostadas o trapiches, generando contaminación y problemas sanitarios.
2. Se podría reducir la contaminación atmosférica de las industrias que los usen, pues los niveles de azufre podrían reducirse, dependiendo de la calidad de los aceites a utilizar y las tecnologías eficientes de las industrias.
3. Se reduciría la factura petrolera y derivados para el país, al reusar un producto que de lo contrario contaminaría o habría que importar para abastecer al sector industrial.
Los gobiernos deberían girar instrucciones al Ministerio de Salud para que dicte las reglamentaciones pertinentes para que los aceites usados los puedan usar algunas industrias como combustible alternativo (fuera de las cementeras).
Debe abrirse y facilitarse a otras industrias el uso de aceites usados como combustibles alterno. No solo a las cementeras se les debe autorizar. Si hay otras industrias capacitadas y que cumplan con los requisitos técnicos y ambientales, debe permitírseles también.
En algunos países Europeos, como en España, existe legislación específica para la gestión de los aceites usados.
La misma estipula que todo el que tenga aceites usados está obligado a darle una gestión correcta, incluyendo su almacenamiento y transporte. Específicamente se prohíbe:
– Vertirlos en aguas superficiales, subterráneas, mares, lagos, alcantarillados o evacuación de aguas residuales.
– Aplicarlos en suelos (en Costa Rica se usa a veces para aplacar el polvo).
– Aplicarles tratamiento que provoque contaminación.
Se estipula que los aceites usados pueden ser usados para regeneración, recuperación, combustión, o su destrucción o almacenamiento sin riesgo para la salud y el ambiente.
En cualquiera de los casos debe contarse con la autorización correspondiente, previo examen de las instalaciones.
Asimismo los aceites usados deben ser etiquetados, con fecha del envasado y la naturaleza de los riesgos del mismo. También se da la posibilidad de brindar una compensación a los que realicen actividades de gestión de aceites usados.
Creemos que en El Salvador sería bueno se dictara una reglamentación para los aceites usados, que aplique para todo el sector industrial y no a uno en particular, en la que se dicten los límites de emisión para combustión de estos aceites, y los tipos de instalaciones que podrían usarlos como combustibles alternativos.