viernes 25 de octubre del 2024

La triste realidad del maltrato animal

por Redacción


Tan viejo como la humanidad misma, el maltrato animal llegó a incrustarse en nuestra vida cotidiana y en muchas actividades productivas de bienes y de servicios. Está a la vista en muchos hogares y en las calles.

Es tiempo de abordar el tema del maltrato animal. Es de gran actualidad, pues lastimosamente el maltrato cometido por los seres humanos a los animales ha llegado a niveles muy preocupantes en todos los países del mundo. En este artículo, trataremos el tema de manera muy general, presentando una tipología de las principales formas de maltrato animal.

Tan viejo como la humanidad misma, el maltrato animal llegó a incrustarse en nuestra vida cotidiana y en muchas actividades productivas de bienes y de servicios. Está a la vista en muchos hogares y en las calles; algunas de las formas más crueles de maltrato -que no se ven o se esconden- han sido documentadas en muchos artículos, documentales y videos de asociaciones protectoras de animales.

Maltrato de animales de compañía (mascotas) en el hogar

El maltrato se manifiesta desde el descuido hasta la violencia intencional. El descuido es fallar en proporcionar las necesidades básicas del animal (alimento, agua limpia, lugar adecuado y aseado para descansar) y/o los cuidados de salud (vacunas y atención veterinaria). También, hay negligencia cuando se pasan por alto las necesidades psicológicas y emocionales del animal, al mantenerlo amarrado o encerrado toda o la mayor parte del tiempo, negándole su necesidad de ejercicio o paseo cotidiano. El maltrato es intencional cuando se hace a propósito o por diversión: por ejemplo, cuando el dueño busca “corregir” una travesura de su mascota con golpes;  o cuando los hijos usan a su mascota como un «sufrelotodo» y disfrutan al ver como el animal huye o se retuerce de doler; también hay personas que torturan o matan la mascota de la familia para ejercer su poder en su pareja e hijos.

El abandono de animal de compañía es otra forma de maltrato, pues se encuentra de la noche a la mañana en una situación de desamparo, sin acceso al alimento y expuesto a toda especie de agresión y violencia.

Maltrato de animales para fines alimenticios/gastronómicos

Cada año millones de vacas, terneros y cerdos son criados en granjas industriales, confinados en corrales donde apenas se pueden mover. Desde su nacimiento, pasan encerrados, nunca ven la luz natural hasta que llega la hora del sacrificio. En las granjas avícolas, las gallinas ponedoras hacinadas en jaulas no tienen mejor suerte.

Algunas comidas “exquisitas” llevan su dosis de maltrato animal: el paté de foie gras proviene del hígado de patos y gansos alimentados a la fuerza; a las ranas se les quitan las patas y lo que queda del animal vivo se desecha en un estanque. El aleteo de tiburón provoca la agonía y muerte de millones de tiburones al año. Consiste en atrapar tiburones, cortarle sus aletas y devolverlos mutilados al mar; esta sirve para preparar la sopa de aleta, considerada una delicia en la gastronomía china. Curiosamente, la aleta no tiene ningún sabor -se tiene que resolver con caldo de pollo- solamente sirve para dar textura a la sopa.

Maltrato animal para fines de entretenimiento y/o apuestas

El toro es quizás uno de los animales más maltratados para divertir al ser humano en eventos disfrazados de tradición: el espectáculo más conocido son las corridas (donde se lidia y da muerte a varios toros a pie o a caballo); pero también existen el alanceamiento del toro (que consiste en perseguir y alancear el animal hasta la muerte en campo abierto) y el hostigamiento del toro (perros entrenados atacan un toro amarrado, le muerden el hocico y no lo suelten; y los perros se turnan hasta que el toro se derrumbe).

Las peleas de perros son luchas entre dos o más perros de razas específicas (pitbull terrier, rottweiler, bóxer, entre otras). Colocados en un recinto central, los perros se muerden y desgarran la carne hasta que uno colapse, mientras los espectadores apuestan y se entretienen. Si la pelea en sí es cruel, el proceso de adiestramiento físico y psicológico de un perro de pelea es un interminable calvario porque el animal está sometido a repetitivos abusos para incrementar su agresividad. Si logran sobrevivir a 4 o 5 peleas, estos perros son generalmente abandonados en muy mal estado por sus dueños.

Consideradas como una tradición en muchos países o regiones, las peleas de gallos tienen como principal finalidad divertir a la gente y generar ganancias para los apostadores. En muchos lugares, a los gallos se les atan navajas a las patas, las cuales permiten a las aves herir a su oponente más fácilmente que con sus espolones naturales.

Maltrato animal para fines científicos, bélicos y de prueba de nuevos productos

En nombre del progreso científico y bienestar humano, cada año millones de animales son utilizados como objetos de experimento en procesos de investigación médica y farmacéutica, con el fin de desarrollar nuevos procedimientos clínicos o probar nuevas medicinas/vacunas. La gran mayoría de estos experimentos consisten en mutilar, intoxicar, electrocutar y quemar animales vivos. Por ejemplo, se obligan a conejos y monos a fumar hasta que desarrollen cáncer pulmonar. Otros experimentos, sin duda, los que más sufrimiento producen, se realizan para ver como el animal responde o hasta cuando logra aguantar su sistema nervioso. Estos experimentos suelen llevarse a cabo en industrias farmacéuticas y universidades.

La industria militar utiliza animales para probar la efectividad de las armas biológicas. En algunos países donde existen conflictos beligerantes o actividades terroristas, se atan explosivos a mulas, palomas y perros, entre otros animales, para que sirvan de bombas vivientes.

La industria cosmética e industria de bienes de consumo también utilizan muchos animales (conejos, ratones, pequeños mamíferos, caballos, entre otros)  para probar un sinfín de productos nuevos: cosméticos (maquillaje, tintes y geles para el cabello),  artículos de higiene corporal (pastas de dientes, champú, etcétera) y agroquímicos.

Hoy en día, son tantas las formas de maltrato que esta triste realidad parece no tener límite. El espacio disponible en este artículo no nos permite ahondar más en el tema. En una próxima entrega, nos concentraremos en el tema del maltrato animal en el contexto de El Salvador.