martes 22 de octubre del 2024

Urna nupcial

por Redacción

Sedúceme, sigo esperándote.
Razonando entre masturbaciones
de brumas eclesiales,
sigo añorándote.

Soy ese casi 2% que se negó a bailar contigo.
Soy un triste número,47 ó 46, que tu deseo no motivo.
Tu burdélica silueta clava mi mirar
Y busco un espacio que mutilar.

No obstante espero
que tú o él; que él o tú,
tomen en serio esta indiferencia
anquilosada de ausencia.

Soy muchedumbre invisible,
tu lascivia persigo,
pero no consigo
a tu ceguera ser perceptible.

Sedúceme, sigo esperándote.
Lo grito a ti, a cualquiera de los dos…
Necróticos prostitutos
Pervertidos aberrantes.

¡Es que no quiero ser tu amante!
¡Mis hijos no son entenados de nadie!
No son comercializada especie
de oferta populista e infamante.

Me niego a un amor a medias;
quiero un proyecto de vida,
no soy de bisiesta noche compartida
en la soledad de los días.

Pero cuan triste mi destino,
¿Debo escoger entre dos verdugos?:
¿Entre el adulterino
Y el adivino?

Nunca un ramo de rosas,
Jamás susurros de oídos,
de alguna escuálida prosa
que nos provoque los sentidos.

¿Entre quién debo escoger?
¿Debo resignarme a perder?
¿Escoger el menos peor,
Que mitigue mi pudor?

Y hoy, un marzo nueve
Te seguiré esperando
Para convertir nuestra urna nupcial
En lecho sepulcral.