martes 22 de octubre del 2024

La importancia del “ballotage”

por Redacción


Conscientes del poder del voto, TODOS debemos acudir a las urnas este 9 de marzo, votar por la opción de nuestra preferencia y hacer de la justa electoral una fiesta cívica para la consolidación democrática de nuestro querido El Salvador.

El domingo 2 de febrero se desarrolló en nuestro país una jornada electoral impecable. El proceso no presentó mayores sobresaltos, se realizó la instalación del 100% de mesas de votación y no hubo irregularidades significativas. Además, el porcentaje de abstenciones y votos nulos muestra que los electores y electoras que fuimos a votar en su gran mayoría optamos por alguna de las diferentes candidaturas en competencia. Desde esa perspectiva, podemos afirmar que vivimos una auténtica fiesta democrática.

Ahora, en pocas semanas vamos a un balotaje entre dos visiones divergentes del país, con propuestas sensiblemente distintas en los temas económico y social, aunque coincidentes en el fondo en la necesidad urgente de darle una salida fiable a la demanda de la población en la creación de fuentes de empleo, crecimiento económico, mejora de políticas sociales y la seguridad ciudadana.

Nuestro voto no se limita a la elección de un proyecto de gobierno a ser implementado por los próximos años. Va más allá. Con nuestro voto, somos capaces de, por la vía pacífica, premiar o sancionar la gestión gubernamental de un partido político, propiciando así la alternancia o, bien, la redistribución de equilibrios entre las fuerzas políticas.

Ha habido alternancia en la Presidencia de la República, y en no contados casos se han generado nuevas correlaciones en el Organo Legislativo, de manera que un solo partido político no cuenta ya, por sí mismo, con la fuerza suficiente para impulsar reformas o tomar decisiones por cuenta propia, sino que requiere llegar a acuerdos y consensos con las demás fuerzas políticas para que, de esta manera, se decidan las acciones que habrán de implementarse.

En este mismo sentido, no pasa desapercibido que el titular del Ejecutivo ya cuenta con pesos y contrapesos de manera que, a diferencia de como ocurría en el pasado, ahora el Ejecutivo requiere de la construcción de acuerdos y estar en permanente diálogo con los demás actores políticos, fuerzas y sectores sociales. Así funciona la democracia.

A unos días de la jornada electoral que se llevará a cabo el próximo 9 de marzo, cabe hacernos una reflexión para que tomemos conciencia de la importancia de la participación ciudadana en esta jornada cívica, de la emisión del voto para continuar avanzando en el desarrollo democrático y, a la vez, como un mandato en la opción de nuestra preferencia para que lleve acciones en beneficio del país.

Es de la mayor trascendencia que seamos conscientes de los alcances y del poder de nuestro voto. La decisión que emitamos en las urnas no sólo contribuye a la paz y a la gobernabilidad del país, sino otorga legitimidad o no, a los representantes y gobernantes electos para que ejerzan el mandato que la ciudadanía les ha otorgado.

Ante tal importancia y relevancia para el país de acudir a votar, debemos percatarnos del poder transformador del sufragio y, por ende, cuidarlo, vigilar que sea la voluntad expresada en las urnas la que se traduzca en los representantes y gobernantes electos, para luego demandarles que cumplan con lo ofrecido o lo prometido.

El Salvador ha dado muestras de su gran fortaleza y del desarrollo cívico y político que ha registrado a través de los años, a pesar de que las circunstancias no siempre han resultado favorables. Hoy, nuestro país, nosotros como salvadoreños, estamos ante el reto y la oportunidad de seguir contribuyendo para la evolución democrática de nuestra sociedad y por eso, estamos llamados no sólo a ejercer nuestro voto, sino a protegerlo y hacerlo valer, en el marco institucional y normativo que se ha diseñado al efecto.

Conscientes del poder del voto, TODOS debemos acudir a las urnas este 9 de marzo, votar por la opción de nuestra preferencia y hacer de la justa electoral una fiesta cívica para la consolidación democrática de nuestro querido El Salvador.