El Salvador
miércoles 15 de enero de 2025

¿Una parte del país se ha vuelto bizarro?

por Redacción


Con el anuncio, la embajadora lo que ha hecho es confirmar la información contenida en el documento pregonado. Lo que no entiendo ( tal vez me estoy volviendo excesivamente suspicaz), es por qué los periodistas no le preguntaron, precisamente, si ella confirmaba la existencia de la información sobre los $10 millones de Taiwán.

Al igual que en las historias de “Súperman”, una parte de mi mundo se ha vuelto bizarro: está al revés. Repaso, examino, me autocritico y no soy yo el que está al revés.

“Bizarro” es una palabra tomada del idioma italiano. En español significa “valiente” o “generoso”. Yo no la aplico así. Prefiero usar esa palabra como la aprendí cuando era niño.

La primera vez que leí el vocablo “bizarrro” fue en una revista de historietas de Súperman. Cada lunes, lograba, en mi pueblo de origen, Turrialba, canjear historietas impresas,en los camiones repartidores de Coca Cola, a cambio de una cantidad de corcholatas.

Por cada cinco corcholatas, los vendedores de la Coca Cola me daban historietas de Súperman, Ivanhoe, Robinson Crusoe,  y muchos otros temas clásicos.

Aquel intercambio era una oportunidad única para leer hasta obras literarias tradicionales transformadas en historietas o pequeñas revistas.

Mis grandes cómplices en esos intercambios eran los dueños de cantinas y tiendas (pulperías) que siempre me regalaban las corcholatas para que yo tuviese, y leyera, mis pequeñas revistas. Gastaba zapatos visitando a todos mis “cómplices” por toda Turrialba, hasta esperar el camión de la Coca Cola la tarde de los lunes. Mi madre, cómplice en esa tarea, acababa de archivadora de todas mis historietas que, creo, todavía andan por ahí.

De esa forma aprendí que, en la historia de Súperman, hay un personaje de ficción- Bizarro- que es una especie de clon del hombre de acero, pero inverso. Es una imagen alterada de poderes y tiene una versión retorcida de la tierra. En ese mundo bizarro todo es al revés.

Aquí nos pasa algo similar: en instituciones, en la diplomacia, en críticos que tengo como hombres honrados de pensamiento y acción, en el periodismo, en una parte de la academia, algo está al revés. Le pongo algunos ejemplos:

1. La embajadora de los Estados Unidos, María Carmen Aponte, dice que su gobierno está investigando la fuga de un reporte especial del Departamento del Tesoro que pregonó el Presidente Mauricio Funes. El documento reseña una donación de $10 millones que, supuestamente,  fueron a parar a una cuenta bancaria, en Bahamas del exgobernante Francisco Flores. Los principales diarios titulan sobre las pesquisas del gobierno de los Estados Unidos.

Yo lo miro al revés: con el anuncio, la embajadora lo que ha hecho es confirmar la información contenida en el documento pregonado. Lo que no entiendo ( tal vez me estoy volviendo excesivamente suspicaz), es por qué los periodistas no le preguntaron, precisamente, si ella confirmaba la existencia de la información sobre los $10 millones de Taiwán. Creo que, si ahora la embajadora se muestra informada sobre ese tema, ya podría confirmar la existencia del deporte de operación sospechosa.

Mucho menos comprendo por qué no le preguntaron si ese documento había llegado al país antes del 2013 y por qué lo ocultaron las autoridades locales.

Tengo esta sospecha: el  reporte de operaciones sospechosas del Departamento del Tesoro no llegó, al país, hasta el 11 de septiembre de este año. No creo que sea reciente. Tampoco creo que los funcionarios estadounidenses lo enviaron hasta ahora, muy poco tiempo antes de que, si se cometieron delitos, estos puedan prescribir.

Creo lo contrario: que el reporte llegó al país poco después de reportarse la operación financiera internacional y que alguien lo calló. ¿O llegó en más oportunidades?

Entonces, mis conclusiones sobre las declaraciones de la embajadora están al revés: que confirmó la existencia del documento y que nadie fue capaz de preguntarle, directamente, ese tema. Mucho menos si antes ya había llegado ese documento al país. ¿Se puede investigar un hecho falso o documentos adulterados? Creo que no. Entonces, tenemos una confirmación.

2. Creo que una parte del periodismo nacional está al revés (ahora es bizarro): no se escribe una línea de los $10 millones de Taiwán, pero se le da madera (el título principal) a quien recibió el dinero para que se defienda. Después se encampañan tratando de advertir que el uso de los documentos del Departamento del Tesoro es ilegal y prohibido. Señores: ¿Cuándo le ha importado al periodismo lo prohibido u oculto? Al contrario, lo más le importa al periodismo es revelar lo secreto. Vivimos de lo que hacemos público. No de amenazar que podemos ir a la cárcel si hacemos uso de documentos confidenciales, aunque sean emanados de los Estados Unidos. De verdad: el periodismo salvadoreño lo están haciendo “bizarro” al mejor estilo de las historietas de Súperman. Y “bizarro” es tratar de hacernos creer que el periodismo debe respetar lo que está oculto, aunque impacte el interés de un país entero. Otro tema que lo están tratando al revés y, con eso, obligarnos a hacer periodismo tercermundista o de quinta categoría. Respetar lo privado, o lo oculto, a excepción de algunas pocas ocasiones, nunca debe importarle al periodismo cuando los secretos tienen gran relevancia e impacto en el interés público.

3. Una institución como FUSADES, que siempre he respetado, ahora trata de decirme que, en el caso CEL-ENEL, equivocadamente se quiere criminalizar una política pública. En otras palabras: que nadie debe estar acusado, penalmente, porque fue una política pública de la época que no debemos increpar. Eso significa que, si hubiésemos descubierto que en la privatización telefónica, un gobernante, o ministro , recibió una mordida millonaria, entonces nadie debe ser acusado, penalmente, porque se trataba de una política pública. Si tomamos la posición de FUSADES como verdad, no debemos preguntar, ni cuestionar, que nos dijeran, en el 2002, que tres gigantescas empresas querían ser socios estratégicos de LAGEO. La verdad es que jamás participaron en la licitación pública que CEL elaboró para encontrar al “socio estratégico” dos empresas como Sumitomo o Shell. Siempre fueron los italianos de ENEL los únicos que participaron en el concurso  y fueron tratados como amos y señores de la geotermia estatal.

Mucho menos hay que pedir explicaciones, según FUSADES, sobre el por qué cambiaron el pacto de accionistas entre CEL y ENEL, apenas dos horas después de seleccionar a los italianos. Y más mudos debemos permanecer para no interrrogar a nadie que nos diga por qué esa maniobra permitió que, de un 11 por ciento de las acciones, los italianos pueden lograr (como lo quieren), el 53 por ciento de las acciones y transformarse en el socio mayoritario de LAGEO. Y nada de eso se puede hacer, en los tribunales penales, porque se criminaliza una política pública, según FUSADES.

Que absurdo todo lo que sucede en ese mundo bizarro: hasta los impulsadores de leyes para transparentar la cosa pública, los miro al revés. La lectura que eso me da es la siguiente: si se trata de una política pública, nadie debe ir a la cárcel aunque se robe lo que quiera. ¡Qué pena que esa postura se origine en FUSADES!

4.  Repito: muchas cosas están al revés. O al menos nos quieren hacer creer que están en posición normal. Transparencia Internacional está callada. Pareciera que en el caso CEL-ENEL no pasó nada, ni vale la pena, siquiera, leer el expediente judicial. Y también se volvió autista hasta con  los $10 millones donados por Taiwán. Los que deben hablar, están mudos, o andan torciendo las cosas.

Arthur Miller decía que uno sabe cuando una era llega a su fin cuando las ilusiones que la impulsaban se han agotado. No quisiera creer que la era de la transparencia ya llegó a su fin. Y, por favor, no me vengan con el cuento de que hay cosas más importantes que investigar. Ahí hay dos casos concretos y, no sé si lo que ocurre es que, de pronto, a muchos les dio miedo al poder o se volvieron o metieron la cabeza en la tierra como los avestruces.

El sistema para investigar la corrupción está a prueba. ¿O es que me equivoqué, en este mundo bizarro, y ese sistema sólo valía para algunos y para otros no?