El Salvador
martes 14 de enero de 2025

La pirotecnia: símbolo de angustia y desesperación para los animales

por Redacción


¿Qué pasaría si escucháramos el sonido de los “cuetes” con una potencia tres veces mayor a la que solemos hacerlo? Sería sumamente incómodo y molesto estar bajo esa constante sobrecarga auditiva. Es justamente así de fuerte como el oído de un perro escucha la explosión de cualquier fuego artificial.

Para muchas personas la Navidad es una época para compartir, disfrutar en familia, pasarla muy bien. Se celebra el nacimiento de Jesús en compañía de los seres queridos, con comida, regalos; pero también esta época es reconocida por el uso de la pirotecnia. Este último aspecto emociona a chicos y grandes, sin embargo, llena de angustia, miedo y desesperación a nuestros amigos los animales.

¿Qué pasaría si escucháramos el sonido de los “cuetes” con una potencia tres veces mayor a la que solemos hacerlo? Sería sumamente incómodo y molesto estar bajo esa constante sobrecarga auditiva. Es justamente así de fuerte como el oído de un perro escucha la explosión de cualquier fuego artificial o producto pirotécnico, pues su sistema auditivo es bastante sensible y perceptible a los sonidos, a tal grado que ellos perfectamente pueden escuchar a un ratón que corretea en la casa del vecino.

Es común observar que en las festividades navideñas y de fin de año nuestras mascotas están inquietas, se les ve temerosas, exaltadas, buscando escapar o encontrar un lugar que les dé seguridad. Se ha comprobado que los perros sufren de ataques de pánico al estar expuestos a estos grandes ruidos como resultado del extremo miedo que sienten. Los ataques de pánico se caracterizan por presentar síntomas tales como: taquicardia, jadeo, temblores, sensación de falta de aire, escalofríos, pérdida de control, claustrofobia. Estas alteraciones provocan en la conducta animal intentos de escapar descontroladamente, incentivado por el estado de pánico, durando varios minutos y en los casos severos se extienden por varias horas.

Recomendaciones para ayudar a tu mascota a aminorar su angustia:

No dejar al perrito/gatito en un lugar abierto. Al escuchar la explosión de los fuegos pirotécnicos, su reacción más inmediata es salir huyendo, y si está en un lugar abierto se siente más desestructurado.

No dejar a su perrito/gatito amarrado. Se han dado casos en que mueren ahorcados intentando huir de la pirotecnia.

Ubicar al perrito/gatito en un sitio cerrado, en el que no tenga objetos con los que se pueda hacer daño, con un poco de agua y alimento y su juguete preferido para morder. Sería muy favorable dejarle una radio encendida con un volumen bajo, así como utilizar un difusor de aromas que le ayudará a relajarse.

Cada cierto tiempo pasar a revisar cómo se encuentra, pues él/ella se sentirá más seguro al estar acompañado por alguien a quien estima. Si su mascota está experimentando un verdadero ataque de pánico, es preferible que evite el contacto físico, pues como reacción normal al miedo que siente, podría tornarse agresivo.

Jamás castigue a su mascota por tener miedo.

Si el perrito o gatito cuenta con alguna prenda de vestir, puede ponérsela pues se sentirá más recogido, más seguro.

Hay teorías de la ciencia que estudia el comportamiento animal (etología) que proponen colocar a los perros la grabación de explosiones de fuegos artificiales o pirotécnicos con un volumen bajo mientras usted juega con él. Poco a poco, el animal se irá acostumbrando a ese sonido y se podrá ir aumentando el volumen hasta que el perro asocie dichas explosiones con momentos de diversión.

Todas las recomendaciones antes mencionadas son aplicables de realizarse con todos aquellos perros que tienen un hogar, una familia que los acoge y los ama; pero, ¿qué pasa con los perritos que viven en las calles, abandonados, solos? Si un perrito que está dentro de una casa sufre ataques de pánico como reacción al miedo que siente al escuchar las explosiones, ¿cómo se sentirá ese perro que está en la calle, más cerca aún de los estímulos que le producen tanto temor?

Por ello y por muchas otras razones como Asociación al Rescate de los Animales (ARANI) invitamos a la población que ya no adquiera más productos pirotécnicos, que juntos le digamos NO a la pirotecnia. Pues al seguirla adquiriendo, nos volvemos cómplices del maltrato hacia los animales, porque hacerlos padecer ese miedo, esa angustia tan fuerte, sólo por el hecho de que nos parece divertido quemar pólvora, es también una forma de irrespetar sus derechos, un claro ejemplo de maltrato hacia ellos.

En lugar de comprar pirotecnia, que realmente es elevado el gasto que se hace, con ese dinero podemos comprar comida para compartirla con los perros que viven en las calles o utilizarlo para rescatar y rehabilitar un perrito o gatito que ha sido atropellado, maltratado, abandonado. Cada uno de nosotros puede convertirse en un protagonista y hacer que la vida de un animal cambie positivamente y para siempre.

No compremos más pólvora, ni a los humanos, ni a los animales les hace bien. Haremos un gran trabajo cuando reproduzcamos este mensaje con otras personas, pues es muy común que aún hoy en día se disfrute al estar quemando “cuetes” o fuegos artificiales, pero debemos tener presente y compartir con los demás lo que los animales sienten al escuchar la explosiones.

Pongámonos en su lugar, ¿nos gustaría sufrir ataques de pánico cada vez que estemos en contacto con la quema de pólvora? ¿Nos gustaría sentir que deseamos escapar de ese ruido al precio que sea, y no lograr entender por qué mi cuerpo está reaccionando como lo hace? Seamos empáticos y digamos firmemente NO a la pólvora en estas fiestas y en cualquier época del año; los animales lo agradecerán.