El Salvador
miércoles 27 de noviembre de 2024
Voces

Quién decide por uno mismo

por Redacción

Si hablamos de ser una persona correcta, diríamos que se rige bajo términos de conducta debidamente aceptables por la sociedad. Eso es lo que se nos viene a la mente o es lo que se considera dentro de ese parámetro. Y si es así, ¿quién lo define?

Estudiar, encontrar un buen trabajo, buscar una buena pareja, casarse, comprar una casa, tener hijos, etc. Esto suele ser el orden en que muchas personas han fijado su vida y, por ende, consideran que si logran todo lo anterior tienen una «vida equilibrada». Pero ¿qué pasa cuando alteramos el orden o nos brincamos algo de la lista? ¿Seremos un ser humano extraño ante la sociedad?

Lo que para mí trae felicidad, para otras personas no les provoca ni el más mínimo sentimiento. Sin embargo, siempre existe una pequeña línea invisible que las personas solemos trazar para definir en qué lado nos encontramos. ¿Y para qué?

La vida es increíblemente inesperada para vivir bajo esos límites, que el mismo ser humano ha puesto. Tal vez algunas personas han tenido una «mejor suerte» en obtener todo lo que se proponen, pero para aquellos que todavía lo siguen buscando, nunca hay que perder la buena cara a la vida y seguir todo aquello que los haga felices.

No se necesita llevar el mismo orden que ha sido impuesto. Hay que llevar nuestro propio orden. Qué quiero, cuándo lo quiero y con quién lo quiero. Eso es lo importante. No importa si está bien o mal visto, lo importante es saber que si lo logramos, la satisfacción será propia y de nadie más.

Hay personas que son más felices con un par billetes al día, mientras otras gastan su día lejos de todo aquello que los hace felices por ganar mucho dinero. Otras se levantan todos los días porque lo necesitan para sobrevivir. Así pueden existir millones de casos. No soy nadie para creerme experta ni mucho menos para juzgar a nadie, pero a mi edad aprendí que no tengo que hacer las cosas porque alguien más las espera de mí, o fijar mi futuro en algo que me pueda fallar. Lo importante es saber que yo puedo por mí misma y hacerlo realidad.

Ser una persona responsable, que tenga buenos principios, alguien que logre lo que se propone y considere que su vida se basa en metas. Estas cualidades posiblemente son las que todos queremos llegar a tener; sin embargo, si las cosas que haces se basan en esto y no en la felicidad que conlleva obtenerlas, la satisfacción no será la misma.

Hagamos las cosas porque queremos, sin esperar que nada ni nadie nos defina. Siempre encontraremos alguien que pueda identificarse con lo que creemos.

Esas personas que nos dejan ser nosotros mismos, sin importar el orden que llevemos. Y nunca dejar que aquellas cosas que son importantes en nuestro mundo, dejen de serlo.