El Salvador
sábado 23 de noviembre de 2024

¿Somos la única especie con capacidad de pensar?

por Redacción


La opinión de que los animales están desprovistos de inteligencia se encuentra cuestionada cada vez más, a raíz de los hallazgos de algunos investigadores que se han atrevido a tomar en serio a los animales para averiguar lo que había en la mente de estos seres.

Hay inteligencia en el reino animal y los animales tienen más habilidades mentales de lo que usted, estimado lector, cree. Esta afirmación pone en tela de juicio la creencia generalizada que los animales no tienen inteligencia o que todo lo que hacen, lo hacen por instinto. Esta creencia es un desenlace de la teoría mecanicista de la naturaleza, nacida en el siglo XVII y cuyo principal representante es el filósofo francés Renato Descartes. Todavía bien arraigada en la comunidad científica, plantea que los animales y plantas son autómatas genéticamente programados, incapaces de tener algún pensamiento o sentir; de ahí que son muchas las personas que piensan que las emociones, la inteligencia o las facultades mentales son exclusivas del ser humano. Este planteamiento ha servido como fundamento para justificar la explotación y uso de los animales para beneficio de la especie humana.

Sin embargo, millones de personas en todo el mundo, entre ellas los dueños de animales domésticos, los naturalistas aficionados, las personas con experiencia práctica en animales (entrenadores, pastores, etc.), han observado que sus animales tienen capacidades perceptivas; estas últimas no son ninguna novedad por haber sido observadas desde hace varios siglos; sin embargo, el conocimiento acumulado sobre muchas de estas capacidades ha sido negado, trivializado o considerado como anecdótico por la comunidad científica y público en general. No se le ha dado importancia ya que proviene de la experiencia de quienes no son científicos profesionales.

Pero las cosas están por cambiar. La opinión de que los animales están desprovistos de inteligencia se encuentra cuestionada cada vez más a raíz de los hallazgos de algunos investigadores que se han atrevido a tomar en serio a los animales para averiguar lo que había en la mente de estos seres. Combinando la rica experiencia acumulada sobre animales e ingeniosos experimentos, en las últimas décadas se ha logrado documentar en otras especies habilidades mentales consideradas indicadores importantes de la inteligencia avanzada: “buena memoria, comprensión de la gramática y los símbolos, conciencia de sí mismo, entendimiento de los motivos de los otros, imitación de los demás y creatividad” (National Geographic, marzo de 2008). Aquí se presentan varios ejemplos de animales con sorprendentes habilidades perceptivas y cognitivas.[i]

Bien conocido por su gran capacidad de imitar palabras, el loro puede distinguir colores, formas, tamaños y materiales, resolver operaciones aritméticas simples y entender conceptos. Los perros, algunos con mucha rapidez, pueden entender, aprender y recordar palabras. Algunos perros pueden asociar fotografías con los objetos que representan. Algunas especies de aves, como los cuervos, tienen la habilidad de usar, modificar y hasta inventar una nueva herramienta para resolver un problema específico. Si bien la urraca azuleja tiene un cerebro del tamaño de una nuez, esto no le impide hacer algo de “razonamiento real” al cambiar de lugar el alimento que ha escondido si otra urraca la ve ocultarlo. Este acto de engaño constituye “una forma complicada de pensamiento, porque es necesario tener la capacidad de atribuir intenciones a la otra persona y anticipar su conducta” (Nat. Geo., marzo 2008). Los delfines pueden imitar las posturas humanas, una habilidad muy difícil dado que el delfín tiene que formar una imagen mental del cuerpo y la pose de la persona que imita, para luego ajustar las partes de su cuerpo hacia la misma posición. Este proceso indica que el delfín tiene conciencia de sí mismo. Otra habilidad asombrosa de estos marsupiales es la de inventar o crear su propia conducta y ejecutarla de manera sincronizada sin ningún entreno previo. Los animales invertebrados también son dignos de interés, tales como el pulpo, que utiliza herramientas para resolver problemas (por ejemplo, utiliza rocas para bloquear su guarida), expresa emociones y reconoce a las personas. Puede imitar conductas de otros animales para evitar el peligro.

¿Y qué hay de los animales de animales de granja, frecuentemente considerados con desprecio o valorados solamente por la carne, leche o huevos que proveen? Estos tienen habilidades mentales: los jabalís o cerdos tienen una excelente memoria a largo plazo, son curiosos e intuitivos y capaces de aprender de la misma manera que los perros; las gallinas son bastante más inteligentes de lo que pensamos: según la investigadora Christine Nicol de la Universidad de Bristol (Inglaterra), las gallinas son capaces de pensar,  extraer conclusiones, aplicar la lógica y planificar. También, tienen capacidades aritméticas y de autocontrol. Las vacas tienen una buena memoria, ya que son capaces de recordar acontecimientos durante un largo periodo; su capacidad de memoria espacial es particularmente llamativa: “pueden recordar rutas migratorias, lugares donde encontrar agua o las mejores zonas de pasto” (Investigación de la Organización internacional Igualdad Animal). Las ovejas reconocen caras de otras ovejas y seres humanos y los recuerdan a largo plazo. El refrán popular “tonto como un burro” es totalmente equivocado pues el comportamiento del burro supuestamente terco o lento refleja precaución y cuidado: antes de entrar en un terreno desconocido, el asno piensa, huele y siente la pezuña para evaluar la viabilidad y seguridad del recorrido.

Estos hallazgos sobre inteligencia animal nos demuestran que estamos equivocados cuando pensamos que las capacidades mentales, como por ejemplo la capacidad inventiva o creativa y la de engañar, son exclusivas del ser humano y de algunas especies de primates que comparten nuestra ascendencia como los chimpancés. Todavía falta mucho trabajo por hacer para explicar algunas habilidades perceptivas mucho más desarrolladas en los animales que en los seres humanos, como la telepatía, el sentido de la orientación y las premoniciones. Definitivamente ha llegado la hora de renovar y mejorar nuestra mirada acerca de estas criaturas no humanas, de las cuales tenemos mucho que aprender.


[i] Los ejemplos han sido tomados de la revista National Geographic en Español, marzo del 2008 y de varios sitios web sobre inteligencia animal.