Los partidos políticos tienen que ser consecuentes con lo que dicen y hacen para que el pueblo pueda comenzar a tener un poco de credibilidad en ellos. Y las reformas a la ley contra lavado y activos es una oportunidad importante, ya que deben incluirse en la aplicación de esta normativa y no dejar puertas abiertas a oscuros manejos de fondos.
Ser transparente es ser claro, evidente, no expresarse con ambigüedad que permita la interpretación, pero las modificaciones que se pretenden aprobar son confusas y se podrían prestar en el futuro a la narcopolítica que se ha observado en otros países.
No incluir a los partidos para que se puedan fiscalizar los ingresos que perciben es un golpe a nuestra débil democracia que con tanto esfuerzo se ha logrado construir. Sería un retroceso, colocarnos en la línea equivocada de cara a las tendencias mundiales de transparencia.
En el mundo tenemos muchos casos que evidencian los vínculos de algunos partidos políticos con el narcotráfico. Hay incontables publicaciones aparecidas en diversos medios de comunicación impreso y digital que dan cuenta que los traficantes de drogas no sólo tienen “negocios” con los dirigentes y representantes de ciertos partidos, sino que ya han ingresado a los espacios de toma de decisiones políticas para defender sus intereses narcos.
Muchas veces nos quejamos de la intromisión extranjera en nuestros asuntos, pero no aprendemos y seguimos esperando que otros nos digan cómo hacer las cosas. La aprobación de estas reformas es requerida por el Grupo de Acción Financiera del Caribe (GAFIC) para certificar a El Salvador como uno de los países que persiguen estos delitos.
El presidente la República, Mauricio Funes, y el Fiscal General han expresado que los partidos deben incluirse en las reformas a la ley antilavado.
El presidente Mauricio Funes dijo que “la ley de lavado tendría que aplicárseles también a los partidos políticos, porque ya ha habido experiencia en otros países donde, a través de los partidos políticos, narcotraficantes financian campañas y aprovechan a lavar dineros procedentes de una actividad ilícita”.
Estas declaraciones contradicen la posición del candidato presidencial del FMLN, Salvador Sánchez Cerén, quien afirmó que ya existen los mecanismos de control. Mencionó la Ley de Partidos Políticos y la Ley de Acceso a la Información Pública.
Los señores diputados y señoras diputadas, por consiguiente, saben de antemano que el presidente podría vetar cualquier reforma que no contemple a los partidos políticos en la ley antilavado.
Las campañas electorales son más esperadas que Navidad por algunos políticos porque es su oportunidad para manejar fondos, pero los dirigentes de los partidos deben reflexionar y pensar más en el país, en el futuro, para que después no estemos lamentando más casos vergonzosos de corrupción, crimen organizado y narcotráfico ligados a la política.
La transparencia es un valor esencial de la democracia y por ello tenemos que ver este tema con visión de país. Los candidatos a la presidencia deberían sentar una posición clara al respecto y ser consecuentes exigiendo a sus diputados que incluyen a los partidos políticos en las reformas a ley contra el lavado. Pero no se vale decir una cosa públicamente y que sus partidos hagan lo contrario.
Para no ir muy lejos, tenemos ejemplos en América Latina de narcopolítica que estamos pasando por alto. El Salvador está haciendo grandes esfuerzos por detener el crimen organizado y el narcotráfico y los políticos, en este caso los diputados, están llamados a articular las demandas de la sociedad que quiere avanzar hacia mejores estadios de vida.
La campaña electoral no debe contaminar este tema y los planteamientos deben ser honestos, técnicos, serios, apegados a la modernidad, con una visión de futuro.