La palabra “realidad” en estos tiempos es tan ambigua que la Real Academia debería buscarle una nueva definición. Las siguientes son algunas de las definiciones que da la institución:
1. f. Existencia real y efectiva de algo.
2. f. Verdad, lo que ocurre verdaderamente.
3. f. Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico e ilusorio.
Además, si nos remitimos a su significado etimológico también debería quedar obsoleto, pues proviene del latín “realitas” que a su vez procede de “res” (cosa), es decir, algo tangible y concreto.
El porqué del atrevimiento de proponer un cambio o hasta una posible eliminación de la palabra es el hecho de que la realidad es relativa. Hasta este momento no he escrito nada nuevo y quizás, de alguna manera, no lo haré, pero si algo me queda claro es que la percepción de los hechos es tan distinta para los seres encontrados en este recorrido, que se me hace risible intentar ofrecer una descripción “real” dentro de este espacio.
Las noticias que se ofrecen, los datos que se muestran, los medios en los que se obtiene la información son tan variados y las opiniones tan dispares, que nunca se llegaría a ofrecer una verdad absoluta. Y me refiero a lo que vivimos día a día, aclaro lo obvio para no entrar en una eventual confusión y dejar a los “literalistas” al margen y no entren en el juego de las “leyes naturales”, si es posible su existencia.
A medida que aumentan nuestras posibilidades de conocer nuestro alrededor y los hechos que se presentan, se queda más pequeña nuestra capacidad para captarlos en esencia. Sin bien hace tiempo, cuando existían menos medios para obtener la información, se podía, desde mi punto de vista, hacer juicios y valoraciones más fuertes y lograr consensos de forma más rápida. Por otro lado,si se tiene llena la cabeza de miles de versiones diferentes el acordar una sola percepción se vuelve más complicado. Además, cuando se llega al consenso sobre algún suceso todavía nos quedan miles de porqués incontestables, pues habrán miles de razones desconocidas que motivaron a las personas a realizar dichos hechos.
Por esos motivos escribo desde mi sombra, desde ese lugar olvidado muchas veces pero que está ahí y desde el cual se tiene una visión distinta de lo que yo vivo, hasta cierto punto más objetiva, ya que dentro de ella no se piensa, no se siente, no se vive y es por eso que quiero, en forma de metáfora, redactar desde ese lugar.Desde ahí percibiré los detalles de forma distinta, pero aun así no me dará espacio para abarcar lo que en verdad se podría definir como “realidad”.
Escribiré de distintos temas, de la actualidad del país o mundial, de una película o un partido de futbol,de literatura quizás y lo único que les pido a los lectores es que tomen en cuenta que será una percepción que se quedará a medias pero que en fin será una apreciación más. Así pues, será una opinión de los hechos que se asemeja al mito de la caverna de platón, pues desde mi punto de vista, por más que nos esforcemos, solo vemos sombras de este universo.