No tuvo tiempo para meditar si meterse en la política era la mejor opción. Johnny Wright Sol, a sus 30 años, decidió participar en la contienda electoral como candidato a diputado por Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) luego del anuncio del partido de abrir un proceso de selección interna.
Cansado de solo criticar, de señalar, Wright es hoy una de las figuras más jóvenes con las que cuenta el partido de derecha. En el 2012 retornó a El Salvador, luego de permanecer entre Estados Unidos y España. En Washington vivió ocho años, terminó su carrera universitaria ahí. Fue bombero (profesión que desempeñó entre los 22 y los 27 años) y estudió en las tierras ibéricas antes de volver.
“Aunque estudié Ciencias Políticas y posteriormente fui servidor público como bombero, nunca mi intención al regresar a El Salvador era entrar en la política”, comenta Wright Sol desde una oficina de las empresas familiares pero que ha sido ambientada, por ahora, como centro operativo de campaña. Ahí, una esquina se decora con una mesa en la que deja ver sus recuerdos de cuando era bombero: diplomas, imágenes, cascos y guantes entre ellos.
Foto D1: Nelson Dueñas.
Admite que si algo extraña en su vida es ser bombero. “Una vez bombero no se deja ser bombero”, reconoce. Su deseo de velar por los derechos de los bomberos salvadoreños le ha llevado a estar en desacuerdo con la postura de que el trabajo del bombero o del policía sea dar la vida por una persona: “No es ese su trabajo. A pesar de eso hay muchos que han dado su vida en cumplimiento de su deber”.
Como candidato al Legislativo, su vida ha cambiado. Estar pendiente de qué opiniones o comentarios le hace la gente en redes sociales es una de esas actividades diarias que no puede pasar por alto. Cree en la posibilidad de romper esquemas, aún cuando es una figura efervescente dentro de la política. Que alguien, un joven, no simpatice con la ideología arenera pero que aún así considere en darle el voto es, para él, lo más gratificante que puede obtener de la contienda.
“Creo que ahí es donde estamos rompiendo un poco los esquemas, porque estamos tan acostumbrados a estar a favor o en contra del otro. Y en el momento que ponemos la bandera política y enfocarse realmente en el perfil de la persona, se ha fortalecido nuestra democracia”, dice sosteniendo que un político debe hacer políticas “volcándose a la población”, hacia las necesidades reales en educación y acceso a salud.
“Es momento de salir, de dejar nuestras trincheras ideológicas y de, realmente, trabajar de la mano”, añade.
¿Por qué ve tanta desconfianza de la juventud en la política y en los políticos salvadoreños?
Tanto la juventud, como adultos mayores y tercera edad, con tanta promesa electoral, con tanta bulla política e incumplimiento de promesas que hemos visto en los últimos años y el deterioro de nuestro país en desarrollo humano, inseguridad, realmente llevan a estar desencantado; sobre todo, cuando uno ve el comportamiento de algunos políticos, inclusive dentro de la misma Asamblea Legislativa. Si se ha desarrollado este desencanto es porque la clase política se ha mantenido en un estrato de pura politiquería y de falta de propuestas concretas, soluciones prácticas a los problemas. Ha habido poco entendimiento, poco diálogo y el resultado es súper evidente. Yo tampoco creo que la juventud salvadoreña sea como se le etiqueta de “apática”, siento que mi generación es mucho más pensante.
Apuesto a que esta generación va a ejercer su voto de una forma mucho más selectiva, más precisa. A lo mejor, y yo soy parte de una generación que no se identifica tanto con el conflicto armado, a pesar de que hay que conocer nuestra historia, creo que estamos más enfocados y preocupados por nuestro futuro pero veo que los jóvenes se están manifestando.
En las elecciones pasadas, el voto nulo tuvo, en parte, la característica de que muchos jóvenes dejaban mensajes o dibujos y poco tenían qué ver con la política. ¿Cómo cree que se puede lograr para que en estas elecciones el votante joven acuda no a anular sino a dar su voto?
Siempre eso se va a dar y realmente uno lo tiene que ver como una manifestación, como una forma de expresarse de los jóvenes y yo creo que la responsabilidad la tiene el político. ¿De qué forma me puedo comunicar o comunicar las cosas yo para que realmente me tomen en serio y me den el respaldo y su voto? Creo que va dirigido a hablar de forma sincera, de forma directa. Una cosa que me preocupa a mí es que hablamos de oportunidades, sobre todo de oportunidades de empleo, y yo he estado con muchos jóvenes y reclaman esas oportunidades.
Pero veo poca prioridad, y esto es lo que me preocupa, que haya poca formación profesional, porque todavía hay un gran sector de la población que vive en condiciones de pobreza. Entonces, las necesidades de las personas no son la educación y es difícil traducir eso en un buen vivir, en un buen trabajo, porque primero está la necesidad de alimentarse, de tener techo.
Johnny Wright Sol, candidato a diputado de ARENA por San Salvador, aseguró que trabajará por impulsar leyes que ayuden a facilitar a que los trámites en el área comercial sean menos burocráticos, de ganar la diputación por San Salvador.
Foto D1: Nelson Dueñas
Porque, en ese caso, cubrir las necesidades básicas son las prioridades.
Hay otras prioridades. El desarrollo debe de darse en estas comunidades más necesitadas. Y uno lo ve en la misma capital: yo vivo en una colonia llámese “segura” y cerca hay otra comunidad marginal que ha estado así por años, por casi 15 años.
¿Y ha visitado esas comunidades?
Hemos visitado muchas comunidades súper pobladas que viven a diario un problema de inseguridad y es importante llegar ahí. Sobre todo es importante llevar el desarrollo. Se ha visto en países como Colombia, ciudades como Medellín, que dejaron de enfocarse en la zonas bonitas de la capital y llevaron el desarrollo, llevaron las bibliotecas, la obra pública a las zonas donde más las necesitadas.
¿Sería esa su apuesta de trabajo de llegar a la Asamblea Legislativa?
Mi apuesta se enfoca en tres pilares: crecimiento económico, desarrollo humano. Como te digo: la economía no es todo y hay que enfocarse mucho en la persona. Y el tercero es transparencia e institucionalidad democrática. Somos una democracia joven y estamos en construcción. Considero que debemos impulsar ciertas reformas para que no se den cosas, por ejemplo, el Tribunal Supremo Electoral administra las elecciones, pero también son la entidad jurisdiccional para ejercer la ley electoral. Ahí veo un conflicto de interés. Como también en la Corte de Cuentas. Creo que hay que separar esas funciones. También, entra un nuevo Gobierno, a mí me gustaría ver que haya funcionarios de ambos partidos.
Como los concejos plurales.
Ese es un buen comienzo.
¿Y se ve como un dirigente o un líder social dentro de la juventud?
Realmente, me considero parte de una fuerza renovadora, tanto dentro de mi partido como, primero Dios, tengamos la oportunidad de serlo dentro de la Asamblea Legislativa. Yo creo en crear, buscar apoyos por todos lados. Muchas personas me preguntan: “¿cómo vas a hacer dentro de tu propio partido? ¿Cómo vas a hacer de llegar a la Asamblea y te vas a enfrentar al sistema?”.
¿Y cómo hará?
Yo creo que hay que ser creativo, yo creo que hay que ser inteligente y hay que manejarse con ideas, no con confrontación. Uno puede demostrar liderazgo consiguiendo apoyo donde no lo había antes. Por eso es que yo me he acercado mucho a movimientos de la sociedad civil y a organización de jóvenes, sin ningún fin partidario sino con toda la disponibilidad y deseo de ir creando esa fuerza de personas que decidan activarse en la política. Entrar en la política y luego tener un perfil público implica un cambio de vida. Ya mi vida de empresario no es la misma. Hay que acostumbrarse a la vida pública.
Tenemos políticos que hacen sus propuestas basados en la experiencia vivida por la guerra civil o de los Acuerdos de Paz, pero ya que usted mismo ha manifestado no pertenecer a esa generación, ¿con qué visión cree que logrará promover el desarrollo del país?
Primero, veo que el gran enemigo, el gran obstáculo, la gran pared que existe para lograr el desarrollo, sobre todo si sos un joven con el deseo de emprender, es la misma burocracia. Yo, al regresar de mi maestría de España, tenía todo el deseo de regresar al país y montar mi propio negocio. Y al nomás inicié, no me podía creer lo costoso que era constituir una sociedad, porque eso implica costos administrativos. Y luego, la pérdida de tiempo, porque implica hacer colas. Y todo esto es representativo de un clima de negocios poco competitivo. Además, nuestro crecimiento es bajo.
Y todo esto tiene solución: podemos modernizarnos. Podemos aprovechar de tecnología para hacer más eficiente nuestro Gobierno. Podemos aprovechar de leyes que ya están y que han quedado estancadas en la Asamblea, como la ley de firma electrónica. Somos de los pocos países que no tienen firma electrónica. De los pocos países que no reconoce la validez de una firma electrónica. Proponemos crear una superintendencia que vele por todos los trámites. La función de un diputado va más allá de legislar, también tiene una función de control de gobierno. Tiene una función de control de ciertos funcionarios públicos. Todas estas funciones hay que hacerlas cumplir y hacer que el Gobierno cumpla. ¿Pero a dónde está la voluntad? No sé si eso hace falta.
Y ya que mencionó que su vida no es la misma desde que se metió a la campaña, ¿qué cosas han cambiado?
Ahorita en campaña, los días son largos, intensos. Yo era una persona muy privada y ahora todos los días tengo la oportunidad de conocer personas. Eso es lo más gratificante. Conocer diferentes puntos de vista; lógicamente cuando uno asume la responsabilidad de ser candidato uno asume la responsabilidad de saber escuchar más que saber qué decir. Eso es algo que requiere un poco de entrenamiento y requiere ajustarse. Te debo de admitir quee ir conduciendo por las calles y ver tu cara genera sentimientos raros, nunca había estado en una valla en mi vida.
¿Por qué ese sentimiento raro? ¿Solo por sentirte expuesto a la gente?
Sí, es raro porque no es típico en mí vida anterior, leer un periódico o abrir una página de Facebook, con seguidores que te dicen de todo. La verdad es que ahora el teléfono no deja de sonar todo el día. Cosas que cambian y que uno se va ajustando pero con mucha convicción y compromiso he asumido este reto.
Mi intención es ser un diputado abierto, mi intención es ser un diputado que rinde cuentas. Quiero dar el ejemplo. Quiero aprovechar de las tecnologías. Quiero aprovechar de mi presencia en redes para poder comunicar en qué estoy trabajando. Si tomo una decisión, por qué la tomé de cierta forma. Inclusive, considero que el acceso a la información pública, desde la contratación de personal hasta los viajes, es tema de interés público.
¿Y qué piensa de algunos diputados que comentan que para llegar a la Asamblea se tiene que ser diputado suplente primero?
No considero que sea necesario. Lo más obvio que se necesita para ser diputado es lograr los suficientes votos para serlo. Yo creo que una ventaja de mi candidatura es que no he estado ligado a la clase política, que realmente no tengo una trayectoria en la política salvadoreña. Pero sí he sido expuesto, en mi experiencia de cuando estudié Ciencias Políticas, sí he estudiado diferentes sistemas de gobierno. He sido testigo de lo que es vivir en un país desarrollado, en donde las leyes se respetan y se cumplen. Donde la conducta de los políticos es más institucional, en donde hay bipartidismo real. He vivido en países donde el servicio de transporte público es una opción.
Y ya que estudió Ciencias Políticas, me gustaría que me respondiera de forma breve. ¿Qué significa para usted vivir en democracia?
Significa que el poder reside en la población. Vivir en democracia significa institucionalidad y, sobre todo, respeto a la Constitución. Y entrando al tema República, a la separación de poderes.
¿Y cómo se construyen consensos en una sociedad donde hay posturas polarizadas?
En primer lugar, a través del diálogo. Yo diría diálogo sincero, poniendo a un lado posturas rígidas. No estoy diciendo, enfocar que las negociaciones sean con un fin: ganar ganar. Alejarse de los fanaticismos. El fanaticismo y las posturas ortodoxas es lo que más afecta a que se puedan dar consensos. Creo que los consensos se dan cuando hablamos más de lo que tenemos en común y menos de lo que nos hacen diferente.
¿Cree que los partidos políticos han evolucionado?
Creo que están en proceso de formación. Sinceramente no puedo hablar de otros partidos políticos, pero te puedo hablar del mío. Yo creo que ARENA está adaptándose a los nuevos tiempos. Yo, como joven, como nueva generación, quisiera que los cambios se dieran con mayor agilidad. Pero no solo del mismo partido sino también de la sociedad civil, creo que esa es la variable que pueda llevar el cambio a los partidos políticos. Una elección, por ejemplo, manda una señal clara, el instrumento más sencillo y directo es el voto. Pero a mí me gustaría ver a una sociedad que participa aún más.
¿Pero esta evolución no implica que un diputado pueda votar con base a su consciencia y no tanto a lo que el partido le pueda estar diciendo?
Desde su punto de vista, ¿ARENA tiene una ideología o una doctrina política?
Bueno, ARENA tiene sus principios y tiene una ideología tal cual como un partido de derecha. Ideología a favor del libre mercado, sistema económico capitalista. Pero yo no considero que haya doctrina. Es más, yo no llegué al partido y me invitaron a un salón a doctrinarme sobre una ideología. El enfoque es más básico: todo gira en el entorno del individuo. A veces, en la política puede haber desviaciones… Y yo creo que una doctrina implica cierta o poca flexibilidad. Creo que no se trata de un sistema capitalista o socialista, sino que el sistema que mejor funciona para El Salvador.
Parte de los artículos que Wright Sol guarda de su época cuando se desempeñó como bombero. Foto D1: Nelson Dueñas.
Saliéndonos de las Ciencias Políticas, ¿extraña ser bombero?
Es decir, que el día del incendio en el centro comercial Las Cascadas tuvo la intención de querer ir y meterse.
Honestamente, sí. Incluso, recibimos mensajes que decían: “bueno, y qué ondas, a ver si sos bombero”. Y, la verdad es que yo jamás voy a interferir con una operación de bomberos aquí. Sería una falta de respeto, porque creo que son capaces de cumplir su misión. Es más, siempre la ha hecho. Si bien es cierto sí fui ese día a Las Cascadas, yo me puse en contacto con un amigo y le dije: “mirá, ustedes están ahí. ¿Qué necesitás? Estoy seguro que no tienen agua. ¿Qué, decime qué?”. “Sí, hermano –le dijo el amigo a Wright- , traenos bebidas hidratantes, azucaradas, comida que no caiga muy pesado”. Con mi equipo nos movimos rápido para conseguir todo y establecer un punto de hidratación. Pudo haberse visto todo como oportunismo político o algo de caridad, y realmente la hidratación en un incidente de este tipo es un componente operativo.
Es tan importante como usar un casco, usar una mascarilla. Era un apoyo y era mandar un mensaje de que los Bomberos ni siquiera tienen para eso. Ahora, yo no voy a poder ir a todos los incendios, pero siempre voy a hacer lo que esté a mi alcance. Voy a insistir que los equipos de protección personal son prioritarios.
Y recordando sus tiempos de bombero en Estados Unidos, ¿tuvo que atender a un salvadoreño?
Un camión de bomberos decora el escritorio de la oficina del candidato a diputado por el partido ARENA. Foto D1: Nelson Dueñas.