viernes 25 de octubre del 2024

Candidato a diputado Juan Valiente: “Yo no soy un político más”

por Karla Espinoza


Experto en educación, economía y agricultura, el candidato de ARENA por La Libertad, Juan Valiente, asegura que al llegar a la Asamblea Legislativa ejercerá un mayor control de las leyes vigentes para que se apliquen a cabalidad. También propone un recorte en los gastos de este órgano de Estado.

Juan Valiente es un nuevo rostro dentro de la política salvadoreña, padre de tres jóvenes, con una maestría en  Sistemas en Costa Rica y otra más en Administración, en Carolina del Norte, Estados Unidos, está convencido que para sacar adelante el país la apuesta debe centrarse en la educación y el agro a partir de una mejor distribución del presupuesto nacional para estos rubros, por lo que estas dos áreas integran su plataforma legislativa.

A su hoja de vida se añade el haber trabajado en la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), haberse desempeñado en empresas vinculadas a la tecnología, además de haber integrado la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (FUSADES) y ejercer la docencia en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), donde también fue asesor de tesis.

Por su apoyo a la docencia en el período ministerial de Darlyn Meza, se le ofreció la posibilidad de dirigir en Viceministerio de Ciencia y Tecnología (dentro del Ministerio de Educación), no obstante Valiente declinó participar optando por seguir su preparación y experiencia en diversos campos profesionales.

Con más experiencia acumulada es que ahora decide enfrentar retos mayores, de beneficio al país, y decide convertirse en candidato a diputado por Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) en representación de su departamento de origen, La Libertad.

“Mi trabajo tiene que ser más amplio y cercano a los salvadoreños”, asegura, lo cual espera lograr al agenciarse un escaño dentro de la Asamblea.

Admite que a principios de 2014 era un desconocido entre las bases de su partido. Sin embargo, logró la elección para correr por una candidatura en las elecciones del próximo 1 de marzo.

Su nombramiento, dijo, fue posible por la ingeniosa frase de: “Un político menos”, que ahora se ha convertido en el slogan de su campaña.

Experto en economía, educación y agricultura, reconocido por sus trabajos sociales dentro del Club Rotario Cuscatlán, el Club Kiwanis Robles  y su entrega al movimiento católico “Encuentros Conyugales”, Juan Valiente está plenamente convencido que podrá conquistar un puesto en la Asamblea y desde allí ayudar a todos el que lo necesite.

Diario 1 conversó con el candidato tricolor y presenta parte de su ideario.

¿Cuál es su experiencia profesional que le merece ser atractivo como candidato?

Soy un padre de familia, con 23 años de casado, tengo tres hijos, de 20, 13 y 7 años, esto es una larga vida de familia. Además, estudié Administración y Sistemas en Costa Rica, y luego maestría en Carolina del Norte y fortalecí mis estudios en Ciencias de la Computación, Ambientes de Programación y Bases de Datos.

Luego regresé en 1988 y he trabajado en universidades como en la UCA. Me mantuve como asesor de tesis, también  trabajé en Industrias La Constancia, en T Box y la Superintendencia del Sistema financiero. También soy miembro, desde hace 16 años, de Encuentros Conyugales, algo que junto a mi familia le dedicamos mucho tiempo a la semana.

Actualmente me dedico a colaborar en instituciones de distinta naturaleza: soy socio del Tin Marín,  fui miembro de la directiva por un tiempo; soy socio de Club Rotario de Cuscatlán, también del Club Kiwanis Robles; soy secretario general de la maestría de FEPADE. Fui presidente de la Academia Británica Cuscatleca y tuve que retirarme por las elecciones. Fui miembro de FUSADES y también por el tema de elecciones me tuve que retirar, a eso dedico todo el tiempo que tengo libre, quizá debería de enfocarlo en algo más, pero no, eso me gusta mucho.

¿En qué momento decide insertarse a la política?

Me ofrecieron, en tiempos de Darlyn Meza, el Viceministerio de Tecnología y por alguna razón no acepté. Me parecía quizás que no iba a tener la posición que me hiciera exitoso.

En otros países como en Costa Rica el área de tecnología tiene un espacio ministerial y eso le permite a uno tener los recursos, una secretaría y un viceministerio no le permite a uno tener los recursos que  quisiera.  Esa fue la primera vez que me ofrecieron un puesto público.

Con mi esposa nos interesa mucho el hecho de que la juventud se vaya del país. Quisiéramos que acá hubiese un desarrollo más equitativo, que no existiera un nivel de violencia y delincuencia tan irracional. Como siempre, los jóvenes son los que más pagan esas consecuencias por el riesgo.

Venimos hablando desde 2013 sobre la importancia de dejar la comodidad de las empresas y la casa y si algo se puede hacer desde el ámbito político, hay que hacerlo.

Creo que mi esposa pensaba en un puesto más como funcionario, no de elección popular. Yo buscaba más una alcaldía, porque me gusta el trabajo territorial y uno tiene la oportunidad de tener contacto con la gente.

En el Club Rotario hemos donado 2 mil de sillas de ruedas, obviamente para una familia una silla de ruedas que no la puede adquirir es importante. Eso es lo que me gusta a mí, tener ese contacto con la gente y se dio la oportunidad el año pasado de incorporarme y afiliarme a ARENA y en las elecciones internas se dio la oportunidad que las posiciones más necesarias eran en la Asamblea Legislativa y nos involucramos. Estoy seguro que la Asamblea es un órgano importante y también reconozco que es importante que haya un balance adecuado para que se tenga un buen gobierno.

Pero los diputados son muy criticados, ¿no cree que eso le podría afectar?

Sí, ese es el sector político o la clase política más desprestigiado del país. Es un tema que tiene un poco de mala percepción de los salvadoreños porque estoy consciente que se han dado abusos en la Asamblea; pero cuando uno evalúa el real impacto del control del Estado, es necesario. Fuera de ese tema político legislativo, el presupuesto de la Asamblea Legislativa es apenas el 1.2 % del presupuesto nacional. Tiene más presupuesto el secretario técnico.

En eso no he dicho que no se puede hacer esfuerzo, yo les he dicho que es indebido que en la Asamblea Legislativa haya un seguro privado de salud para todos los empleados, cuando  los demás tienen ISSS. Si los empleados se quieren pagar un seguro privado pues bienvenido. De ahí las fiestas, los viajes, y ahora con la tecnología y los recursos de comunicaciones, que no me vengan a decir que no había más alternativa que mandar a ocho diputados a un viaje, eso a veces no tiene realmente alguna lógica.

Yo he propuesto que en la Asamblea se ahorre, al menos un 10%. Ellos se estaban felicitando, incluso mi partido, porque habían logrado un presupuesto igual al de 2014. Entonces, yo les digo, ustedes no escuchan a la gente, pues la gente no espera eso si no liderazgo y ustedes deben ganarse la credibilidad y eso se logra escuchando a la gente y ellos lo que quieren escuchar es ahorro, entonces ahorremos un 10%. De los 58 millones que se ahorren  5 millones y sean utilizados para seguridad, medicinas, educación. Esas son las señales que la gente espera.

Ahora, si se ahorra el 1.2 % del presupuesto imagínese lo que pudiera hacerse en el gobierno si tuviera una vigilancia más efectiva en la Asamblea en el presupuesto nacional, para que los recursos que se necesitan se pongan ahí. Educación es una de las necesidades, sabemos que desde hace mucho tiempo tenemos que invertir ahí.

Antes se decía el 5% y hoy es del 6%. Nosotros lo que tenemos que potenciar son los recursos de las personas y si lo hacemos tendremos recursos para salir adelante gracias al talento, la creatividad.

Yo he pertenecido al Movimiento 300. Me pareció un movimiento importante y yo a ellos les había dicho que era momento de introducirme en esto y que muchos tuviéramos el reto de involucrarnos en partidos políticos y buenos. Nos llamaron para formar parte de este proceso.

En ARENA se abrió un proceso, algo que no tenía ningún otro partido y cualquiera puede inscribirse siempre y cuando tenga el apoyo de uno de los sectores del partido y a mí el Sector Empresarial me dio gustosamente el apoyo para que participara en las elecciones internas. Luego fui a unas entrevistas hasta quedar entre los seleccionados y califiqué en el último lugar de los seleccionados porque era un desconocido para las estructuras del partido que votaron en las elecciones internas y sin embargo logré entrar. Gracias a Dios entré y aunque soy décimo en la lista, creo que los resultados del primero de marzo van a hablar por sí mismos considerando la importancia de la renovación.

¿El que fuera desconocido, incluso dentro de su partido, no afecta su popularidad?

Eso fue en las elecciones internas. Yo me inscribí a inicios de junio y tuve bien poco tiempo de presentarme en las estructuras y aún así quedé dentro de los candidatos.

Ahora, el reto es diferente. Mi reto es darme a conocer con los ciudadanos donde también están incluidas las estructuras.

Muchos ciudadanos también tenían cierto reconocimiento porque no he sido una figura conocida, pero sí involucrado en muchas cosas, como por ejemplo ser columnista de un matutino por varios años y de ahí salió la inicia la iniciativa de “Un político menos”.

¿Cómo hará para recuperar la confianza de los salvadoreños sobre los políticos, los diputados?

Lo único que podrá hablar por mí son los hechos. Creo que la gente podría ir cambiando la percepción de mí y de los políticos y de muchos que entremos con nuestras acciones.

¿Cómo califica el trabajo de su partido en las pasadas legislaturas?

Creo que como partido, aunque yo no era de ARENA en ese  momento, creo que el partido perdió miserablemente la oportunidad de fortalecer la democracia cuando tenía fuerza en la Asamblea y tenía el gobierno.

Hasta ese momento tuvo que fortalecer la democracia y no contentarse con gobernar con aritmética legislativa (que se hacía en ese momento ARENA-PCN) como normalmente lo hacían si no que realmente trabajar por fortalecer la democracia y hacer las instituciones que tenían que hacerse.

ARENA no lo hizo, se confió y ahora el FMLN está haciendo lo mismo, está gobernando con aritmética legislativa y está consiguiendo votos, no sé si con convencimiento o prebendas pero cómo es que partidos que aparentemente tienen ideologías tan diferentes votan juntos, como FMLN y GANA.

¿Cómo revertir todo esto que está sucediendo en la Asamblea?, ¿por quién debe votar la gente?

Yo digo que antes de las propuestas que se fijen en el carácter de las personas y descubran los principios y valores. Yo estoy de acuerdo con el voto cruzado, este ayudará a elegir no a los partidos si no a las personas.

Yo exhorto a que busquen a las personas que serán verdaderos servidores públicos porque normalmente lo que sucede es que cuando uno alcanza un nivel se olvida de que con el poder llegan privilegios y prebendas. Por el contrario, se debe recordar que con el poder llegan responsabilidades y no olvidarse que cuando es servidor público no es el primero si no el último.

Por eso insisto en que hagamos un esfuerzo serio en elegir a las personas correctas y después vienen las propuestas. Mucho cambiaría el país si hacemos bien el trabajo.

ARENA tenía la propuesta en invertir en educación. En una reunión con candidatos que sostuvimos les dije es que teníamos que ser claros y  elevar el presupuesto a un 6% para educación y así lo hizo el partido, presentó sus propuestas y ahí se incluyó elevarlo.

Hace poco tiempo, quizá tarde, pero ya sacó el gobierno su plan quinquenal y ahí se retoma esa iniciativa de incrementar a un 6% la educación. No se trata tanto de las propuestas si no de la ejecución y hacer bien las cosas.

Tengo 18 años de trabajar en la rama de la tecnología y entonces, para mí, eso es natural. Participé en el “Plan 2021” y a partir de allí se define que lo primero es invertir, y si me preguntan cómo le haremos, pues yo les contesto en que debemos ahorrar un 10% en la Asamblea así como se hace en el hogar cuando hay crisis. Entonces, se sacan $350 millones adicionales y esa cantidad de dinero podremos hacer algo mejor.

Es posible que se requiera algo adicional de aporte a lo privado, pero estoy seguro que los ciudadanos, organizaciones y empresas apoyaremos más en un proyecto si viéramos que hay prioridades correctas, si se viera que se está invirtiendo en lo que se debe.

Lo otro que no está en las propuestas del partido físicamente, pero sí en espíritu, es la racionalidad del gasto. Si yo les digo miren: ‘no podemos seguir viviendo y gastando como si tuviéramos recursos’ si no que hay niveles que dignos.

Es inaudito que sigamos viendo excesos. Hemos pedido como sociedad civil información de cuánto se gasta en viajes, del presupuesto, se revientan $20 millones en publicidad cuando no hay medicinas en hospitales. Entonces, vemos la necesidad de racionalizar el gasto.

Lo contrapuesto a inseguridad no es seguridad, cuando uno ve tanquetas, armas, soldados, todos con M-16, lo que a uno le da es miedo. Obviamente que cuando llega a otros lugares también siente miedo porque lo esperan otros elementos;  lo que debemos de hacer es desarrollar la comunidad, lo que necesitamos es desarrollo local y debemos invertir en más obras de país. Se debe invertir en zonas que lo necesitan.

Vino hace poco un consultor de Medellín, Colombia, y lograron reducir la inseguridad en esa ciudad, cuando era una de las tres más peligrosas del mundo. Ahora es  la número 30. Ese trabajo se logró en 20 años. Fue un trabajo de reinversión en la gente, mayor infraestructura, poner luz, que tenga áreas de esparcimiento, mejores condiciones.

A nivel de La Libertad, ¿cuál es su proyecto legislativo?

Lo que tenemos que trabajar es cómo reactivar eficientemente el agro.  La agricultura ha estado abandonada durante muchos años y hemos estado orientando la ayuda hacia otros lados, pero tenemos mucha gente que es agricultora y vive con lo que produce.

Con unos amigos compramos hace como 15 años una finca en Sonsonate, pero tiene un pedacito de La Libertad. Al inicio había como 20 familias ahí dentro, ahora solo quedan tres. Nosotros hemos decidido hacer un proyecto forestal en la zona. Vemos que se debe implementar una estrategia para ayudarle  a toda esa gente que quiere trabajar de la agricultura.

Los jóvenes tenemos la oportunidad de decidir que con educación vamos a transformar nuestras vidas, nuestra gente en el campo quieren trabajar en la tierra y en La Libertad se necesita una reactivación del agro.

En el departamento hay distintas áreas donde la gente sobrevive de la agricultura, pero en la parte de la Cordillera del Bálsamo es el café. Ese es un reto bastante grande porque antes había trabajo y ahora no.

Ahora, en la parte costera está el dilema de los pescadores informales que ya se reformó un poquito y se llegó a la conclusión que la pesca se debe hacer más allá de las 3 millas. Según los estudios tenía que ser a cinco millas náuticas adentro, porque se ha determinado que a través de las cinco millas se puede proteger la vida marítima. Hay avances, aunque desde la asamblea se puede controlar las leyes que velan por los recursos marinos y ver si desde el Ejecutivo se está haciendo como se debe.

¿Cómo ve el trabajo de su fracción a futuro?

Yo lo veo con optimismo, Dios mediante vamos a obtener más y mejores diputados para la siguiente legislatura. ARENA tendrá un acumulado de 35 a 36 diputados. Esperamos llegar más arriba porque hemos perdido diputados como en las dos anteriores ocasiones. Creo que este nuevo equipo es más sólido. Habrá un 30% de los diputados de la próxima legislatura que son los que entrarán y eso dará un rumbo de hacer las cosas de diferente manera.

¿Cree que ahora serán los candidatos correctos por ARENA?

Lo que trato de decir es que de los 35 que vamos habrá un 30% de elementos nuevos, frescos. Unos que han estado en política, otros como yo que acabamos de incorporarnos a un partido político y que empezamos. Eso permitirá nuevos enfoques y lineamientos y la generación de nuevas propuestas bien fundamentadas y pensadas. Creo que contaremos con el beneplácito de ARENA y por supuesto de la población.

Hablando de su slogan, ¿a qué se refiere con ser un político menos?

Durante la campaña yo lo que hice fue preguntarle  a la gente qué piensa de los políticos y me dicen que son mentirosos, corruptos. Es cierto que hay personas muy buenas y honorables, pero también es cierto que hay elementos que hacen que la gente piense con esa percepción.

Yo no le estoy diciendo que no entro a la política, pero lo hago como ciudadano y servidor y lo menos que quiero es ser uno de esos políticos, porque si seguimos mal y seguimos metiendo gente de ese tipo entonces mejor no. Al decir que soy un político menos, me deja aclarar lo que ando buscando no ser uno de esos políticos y me da la oportunidad de darle otra perspectiva.

Decirle a la ciudadanía que si me dejan entrar a la Asamblea va a salir uno de esos políticos que no quieren, entonces, habrá un político menos, y eso es lo que significa.

Ciertamente yo no espero dedicarme a la política. Espero servir. Probablemente entre esta legislatura pero en otra no, pero si les gusta mi trabajo me seguirán apoyando.

Al llegar a la Asamblea uno tiene que tener en mente que ha sido elegido para estar ahí tres años y tomar las decisiones que tiene que tomar. ¿Eso le puede costar la próxima elección?, sí, pero a uno no lo han elegido para ser electo nuevamente si no para hacer bien su trabajo en esos tres años. Winston Churchil decía que uno tenía que pensar en las nuevas generaciones y no en nuevas elecciones.

¿No correría por la reelección?

No sé, no sé. Si uno está queriendo vivir de la política y dedicarse a ella y quedarse siete períodos, entonces, el marco conceptual lo hace tomar decisiones incorrectas porque lo coopta y lo hace tomar decisiones en el marco de las próximas elecciones y no en las próximas generaciones.