La desenvoltura en todo su aspecto más chic y elegante marcó la jornada dominical en Milán, durante el segundo día de desfiles de moda masculina para el próximo invierno, presentado por casas de costura y diseñadores como Bottega Veneta, Ferragamo y Missoni, entre otros.
Bottega Veneta: relajada e informal, la colección diseñada por Tomas Maier, para quien la vestimenta debe ser una especie de uniforme que vincule «desde la desenvoltura de la ropa deportiva hasta la sofisticación» de un clasicismo intemporal.
«La colección explora la versatilidad de un look que puede ser perfecto para cada situación», explica el estilista. Los pantalones son de lana de oveja, suave y confortable, ajustados en los tobillos, como joggings. Los sombreros caen hacia delante sobre las orejas, dejando el cuello libre. Los bolsos se presentan con motivos entrelazados, característicos de la casa, inmensos, plegados en dos de manera aparentemente descuidada. Los trajes príncipe de Gales fueron sútilmente modernizado con un toque ‘tye-and-dye’ verde oliva o azul y los antiguos Loden han recuperado un toque juvenil.
Salvatore Ferragamo: la casa de costura italiana, cuyas acciones no cesan de caer, al punto que en esta semana han perdido más del 10% en cinco días, tras recibir una mala nota por sus rendimientos inferiores a las expectativas en el mercado, decidió, en el colmo de la ironía, presentar su desfile nada menos que en la Bolsa de Milán. En su objetivo de emparentar «el gusto y la cultura», el estilista Massimiliano Giornetti ha creado líneas puras, con las que el hombre se vuelve «nómada» -también con grandes bolsos de mano-, pero manteniéndose elegante. Sensualidad en los tejidos y colores un poco desvaídos: beige, crema, caramelo, verde salvaje… Las chaquetas cortas, estilo duffle-coats, con abrigos y trajes a veces entallados.
Vivienne Westwood: la estilista inglesa, cuya excentricidad es su marca de fábrica, presentó a sus modelos ultra-prolijos, con el pelo corto y engominado y a pesar de esta negación, la locura inglesa está bien presente: en particular bermudas amplias, tipo sarouels, hasta la mitad de las rodillas, cuyos materiales explotan y brillan con la luz. En un manifiesto previo, distribuido a la prensa, Westwood denuncia los atentados al medio ambiente y el «comportamiento irresponsable de nuestros gobiernos», sobre todo en lo que conciernes a la extracción de gas de esquisto, lo que considera «el combate del momento».
Missoni: inspirada en la vida de los surfistas, los modelos lucen el pelo largo, contrastando con el retorno al estilo «lampiño», presenta una colección que se siente «cercana a la naturaleza», copiada de los «movimientos de las olas y del mar». De allí, las grandes capas en punto multicolor, tipo patchwork, un estilo relajado y desenvuelto, lo que se traduce en los zapatos, o más bien sandalias de absoluto «estilo piscina», pero realzadas con pieles. Las míticas zapatillas All Star Chuck Tayler de Converse forman parte del vestuario de estos neo-surfistas chics, que al salir del agua recuperan el calor abrigándose con prendas en fibra de libno, cachemire e inclusive lana de de yack.
La jornada se clausuraba con los desfiles de Prada y Moncler.
Colección de invierno 2014 de la casa Versace. Foto D1: AFP.