La Asamblea Legislativa, a petición del gobierno de Nayib Bukele, extendió por 30 días más el régimen de excepción aprobado el 27 de marzo pasado tras una escalada de los asesinatos atribuida a las pandillas. La medida se aprobó con 67 votos de los 84 diputados.
De acuerdo con el gobierno, bajo el régimen de excepción se han detenido a más de 16,000 pandilleros en la denominada «guerra contra las pandillas».
Con esta iniciativa se mantienen las condiciones que originaron la suspensión de las garantías constitucionales a finales de marzo, pese a que la cifra de asesinatos se controló.
Este régimen mantiene en suspensión, entre otros, el derecho a la defensa y a la inviolabilidad de la correspondencia y las telecomunicaciones, pero no la libertad de circulación.
«Es necesario prolongar dicho régimen de excepción», dado que la «ola de inseguridad» se mantiene «a pesar de las capturas y disminución de homicidios», señala la solicitud del gobierno de Bukele.
De acuerdo con el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, 14,000 de los detenidos se encuentran en cárceles y el resto en bartolinas de la Policía, mientras que a 6,000 de los capturados se les ha dictado prisión preventiva por parte del sistema judicial.
El gobierno de Bukele ha llamado «guerra contra las pandillas» a las diferentes acciones implementadas durante el estado de excepción, que también contemplan la presencia policial y militar en colonias populosas dominadas por las pandillas y patrullajes en diferentes zonas.
Además de esta suspensión de derechos constitucionales, la Asamblea Legislativa ha aprobado reformas de diferentes leyes para el endurecimiento de penas a los pandilleros y avaló juzgar a adolescentes como adultos.
También aprobó un paquete de reformas que castiga hasta con 15 años de cárcel «cualquier manifestación» que aluda al «control territorial» de las pandillas.