En el año 1994, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) participó por primera vez en su historia en elecciones después de dejar armas. Y, pese a ser el inexperto de la contienda, no le fue tan mal: ganó 21 diputados.
Ahora, 27 años después, con la experiencia de haber controlado durante dos periodos consecutivos la Presidencia de la República, únicamente obtuvo 4 diputados.
La exguerrilla se ha convertido en casi nada, en una fuerza política irrelevante y débil, que en los próximos tres años desempeñará en la Asamblea Legislativa un papel más simbólico que de control real: denunciar corrupción y negocios turbios de otros, en este caso de Nuevas Ideas, pero no tendrá fuerza para detenerlos.
Entre los años 1994 y 2012 mantuvo estable su poder en la Asamblea.
En las elecciones de 1997 obtuvo 27 escaños. En esos años los gobiernos de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) implementaban la eufemísticamente llamada modernización del Estado que provocó despidos masivos de empleados públicos e impactó negativamente en los bolsillos de los salvadoreños de a pie.
El partido de gobierno convocó sobre sí repudio de una parte de los ciudadanos mientras el FMLN comenzó a acercarse a las organizaciones de trabajadores afectados por las privatizaciones para hacer trinchera común.
En las elecciones del año 2000 los efemelenistas ganaron 31 diputados. Al año siguiente el gobierno de Francisco Flores dolarizó la economía, impuso el IVA a los productos agropecuarios y las medicinas, finalizó las negociaciones de los tratados de libre comercio con Estados Unidos, España, Taiwán, mandó tropas a Irak e intentó impulsar la privatización de la salud. Fue en el intento de privatización de la salud que los movimientos sociales lograron cohesionarse en, por ejemplo, el Movimiento de Organizaciones Laborales Integradas, Coordinadora Sindical de Trabajadores de El Salvador, Concertación Laboral y Social, entre otras, para finalmente aliarse plenamente con el FMLN.
A mediados del año 2003, ocho de cada diez salvadoreños aseguraban sentirse nada o poco beneficiados con la administración de Flores, a la vez que aumentaba el volumen del descontento ciudadano por los altos niveles de pobreza, desempleo y bajos salarios. El presidente, sin embargo, en su discurso anual en la Asamblea afirmó que su gobierno había alcanzado grandes avances en mejorar la cobertura de educación, salud, abastecimiento de agua potable.
En el año 2003 el FMLN ganó 31 diputados. Progresivamente capitalizó el descontento que los gobiernos de ARENA habían provocado en los ciudadanos.
En el año 2004 Elías Antonio Saca González ganó la presidencia. El gran perdedor fue Schafik Handal.
Fue, sin embargo, una derrota con matices porque el partido sumó 496 mil 47 votos duros a su caudal.
En las legislativas de 2006 y 2009 el FMLN ganó 32 y 35 escaños respectivamente.
El desprestigio de los últimos tres gobiernos de ARENA y su prestigio ascendente quedó reflejado en los resultados: en el año 2000 obtuvo 246 mil 298 votos; en 2003, 475 mil 146; en 2006, 785 mil; en 2009, 943 mil 936.
Con 1 millón 354 mil votos el FMLN y Mauricio Funes llegaron al poder en el año 2009.
En las elecciones de 2012 y 2015 los efemelenistas ganaron 31 diputados en cada una.
En esos años comenzó a pasar una factura negativa los casos de corrupción en los que se vieron salpicados el expresidente Funes, y algunos de sus diputados como Benito Lara, Sigfrido Reyes, Arístides Valencia, entre otros.
A eso debe sumarse la expulsión del presidente Nayib Bukele que fundó Nuevas Ideas, el partido que ahora sangra a todos los partidos.
En el año 2018, sin embargo, sufrió el batacazo electoral del que aparentemente nunca se recuperará: únicamente ganó 23 diputados.
Ahora, en las elecciones de 2021, obtuvo cuatro diputados.
En tres años perdió 19 diputados.