Un estimado de 5.5 millones de salvadoreños están convocados este 28 de febrero para renovar los 84 escaños que componen la Asamblea Legislativa, así como los miembros de los 262 concejos municipales del país y los 20 representantes de la bancada salvadoreña en el Parlamento Centroamericano (PARLACEN).
De estos acontecimientos, posiblemente el más determinante en el ideario de la población, es la elección a diputados, debido a la probabilidad real que se conforme una correlación legislativa que le permita al presidente Nayib Bukele implementar su agenda de gobierno sin la necesidad de discusión con otras fracciones.
La actual correlación en el legislativo, la cual durará hasta el 30 de abril de este año, fue producto de las elecciones del 04 de marzo de 2018, en la que participó el 45.73% del padrón electoral.
En dichas elecciones la principal particularidad que se presentó fue la caída en votación del FMLN, por entonces partido en el gobierno. El mal de Salvador Sánchez Cerén afectó a su partido, que perdió ocho diputados respecto a la legislatura 2015-2018, cuando obtuvo 31, solo uno por debajo de ARENA.
En tres años, el FMLN perdió un estimado de 320,000 votos. No obstante a esto, ARENA no fue capaz de captar toda esa masa de votantes desencantados con el entonces oficialismo y solo obtuvo un crecimiento de dos diputados.
Durante la actual legislatura, ARENA ha debido de afrontar la salida de cuatro diputados de su fracción, quienes han mostrado simpatía con el presidente Nayib Bukele. En los casos de Milena Mayorga (nombrada embajadora en EE.UU) y Arturo Simeón Magaña (desaforado para afrontar un proceso de homicidio culposo en un accidente de tránsito), el partido logró colocar a sus respectivos suplentes, no así con Felissa Cristales y Gustavo Escalante, por lo que el total de diputados que sigue la disciplina tricolor es 35.
Con 23 diputados, la del FMLN es la segunda bancada en número en la actual legislatura, después de la de ARENA. Le sigue la fracción de Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), partido que apoyó la candidatura presidencial de Nayib Bukele, con 10 diputados.
En cuarto lugar está la bancada del PCN con nueve legisladores, con un crecimiento de tres diputados, respecto a la legislatura 2015-2018. Otro partido que tuvo un crecimiento fue el PCN, que pasó de un diputado en el período 2015-2018, a tres diputados en el actual trienio.
CD solo cuenta con un representante en la actual legislatura, en la figura de Juan José Martel. De igual forma, Leonardo Bonilla es el único diputado no partidario en el hemiciclo, y el primero de su clase en la historia política del país.
Desempeño legislativo
La actual Asamblea Legislativa se instaló el 1 de mayo de 2018. Esta se encargó de gestionar los últimos meses de la administración de Salvador Sánchez Cerén y darle la bienvenida al gobierno de Nayib Bukele.
Con este último, la relación de la Asamblea Legislativa ha sido peculiar, ya que a esta le tocó presidir un acto de toma de posesión sin precedentes, llevada a cabo en la Plaza Cívica del centro capitalino, debido a la negativa de Bukele de llegar a acuerdos con el equipo de traspaso de mando del gobierno saliente.
El presidente legislativo que juramentó a Bukele como jefe de Estado fue Norman Quijano. En noviembre de 2019, a raíz de lo estipulado en el protocolo de entendimiento del actual trienio, este le dio paso en el cargo a Mario Ponce del PCN.
Debido a ese protocolo, a ARENA le corresponden cuatro puestos en la Junta Directiva, al FMLN, GANA y PCN dos y uno al PDC.
La relación gobierno-legislativo, en los primeros meses de la presidencia Bukele, se había llevado a cabo en los límites de la normalidad, hasta el punto en que Bukele invitó a Mario Ponce a una reunión bilateral en Casa Presidencial.
El punto de quiebre se dio el 09 de febrero de 2020, cuando Bukele convocó a una Sesión Plenaria para aprobar créditos que financiaran su plan de seguridad, con un impresionante despliegue de soldados élite y policías, que irrumpieron con armas de fuego en el Salón Azul.
La convocatoria fue atendida por pocos diputados, mientras que las fracciones mayoritarias, además de varios organismos alrededor del mundo, tacharon lo ocurrido como un retroceso a la institucionalidad democrática del país.
El desencuentro entre poderes solo incrementó con el tratamiento de la pandemia de la Covid-19. Si bien, el legislativo mostró anuencia a aprobar los decretos que venían del Ejecutivo para hacer frente a la crisis sanitaria, los diputados pasaron a una lógica de fiscalización, con la interpelación de cuatro funcionarios de alto rango y la creación de comisiones especiales para que el Ejecutivo brinde explicaciones sobre los recursos con los que ha encarado la emergencia.
La campaña electoral también se ha visto marcada por el asesinato a tiros de dos militantes del FMLN a manos, según la acusación de la Fiscalía, de empleados del Ministerio de Salud.
Esta configuración estaría a punto de cambiar, con el anticipo de una bancada numerosa proveniente de Nuevas Ideas (NI), partido fundado por el presidente Bukele. Aunque se vislumbra que NI acapare los escaños, al punto de no necesitar la intermediación con otros partidos, analistas creen que el sistema de cocientes y residuos, aplicado desde antes que el sistema de voto cruzado empezara a implementarse en 2012, no permitiría la instauración de bancadas al estilo «aplanadora».