martes 22 de octubre del 2024

García Saade, candidato a diputado que busca fortalecer el emprendimiento

por Redacción


Quiere ganar una curul para ayudar a contener las que considera son graves violaciones al Estado de derecho y abusos de poder.

Carlos García Saade, candidato a diputado por San Salvador de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), profesa una convicción: cuando el Estado mete sus manos en las vidas de los ciudadanos es cuando mayores disfunciones crea.

García Saade, descendiente por vía materna de migrantes palestinos de Belén, quiere ganar una curul para ayudar a contener las que considera son graves violaciones al Estado de derecho y abusos de poder impulsados desde el Gobierno de Nayib Bukele.

Pero no solo para eso. Como parte de su plataforma electoral tiene dos propuestas: una ley de insolvencia y una ley de emprendimiento.

El punto central de la primera pretende que sea ayudar a las personas naturales que cayeron en desgracia crediticia debido a la prolongada cuarentena.

Con la segunda pretende dar una mano a los emprendedores que en las circunstancias actuales de desempleo y evidente crisis económica  quieren salir adelante por su cuenta.

En las dos están reflejadas sus convicciones ideológicas: el individuo puede crecer por su cuenta sin necesidad de la peligrosa mano paternalista del Estado.

¿Por qué y para qué ser candidato?

Me decidí el 9 de febrero. Yo he sido suplente y había pensado retirarme, mantenerme al margen de todo para dedicarme a cosas personales, pero en eso pasó lo del 9 de febrero y entonces dije: no me puedo apartar, no puedo dejar de lado lo que está pasando en el país, más lo que se vino con la pandemia: abuso de poder, violaciones a derechos. Por eso decidí que no me podía con los brazos cruzados.

¿Específicamente qué lo motivó a postularse?

Me despertó ver qué usaran a la Fuerza Armada como un instrumento político. Yo tengo 35 años, tengo recuerdos de la Guerra (Civil); ha costado construir una nueva Fuerza Armada como para que ahora sea ocupada en actos políticos… eso me indignó. Ha costado tanto construir esta sociedad como para que por 109 millones de dólares (monto del crédito para financiamiento de una de las fases del Plan Control Territorial) la esté botando el Estado de derecho, afectando la imagen del país.

¿Tiene una plataforma electoral?

Sí. Hay dos temas grandes a los que me quiero dedicar: estoy preparando una Ley de Insolvencia y una Ley de Emprendimiento.

¿La Ley de Insolvencia para qué sectores es?

Para todo pero hay que ver cómo dividirla; me interesan más las personas naturales y las micro y pequeñas empresas. Quisiera empezar con ellos para después ver temas de las medianas y grandes empresas.

¿Será como una ley de bancarrota?

Parecida a la Ley de Bancarrota de Estados Unidos pero quiero basarme en el modelo de Colombia.

¿Implica rescates a empresas pagados por el Estado?

No necesariamente. Se trata, por ejemplo, de una persona que tenga dos o más deudas que pagar y pueda sentarse con sus acreedores para decirles que no puede pagar, que lleguen a un arreglo pero que no le afecte su record crediticio, que es lo peor que le puede suceder.

¿La iniciativa de emprendimiento qué tendrá?

Incentivos. Hemos visto que durante la pandemia hay gente que instaló sus negocios de comida y otros, se les pueden dar beneficios fiscales para los que tengan negocios puedan eximirse de la renta, ver si se pueden crear líneas de crédito para emprendimiento y a la banca que colabore darle ciertos incentivos. El propósito es incentivar el emprendimiento.

Hay economistas que critican que la única manera de dinamizar economía que suele ocurrírsele al poder es a través de incentivos fiscales.

Hay que ver qué es lo que critican para tomar en cuenta sus puntos de vista. Lo importante es darle una salida a estos temas porque estamos en insolvencia: mucha gente no puede terminar de pagar los créditos que ya tenía, dar nuevas oportunidades para comenzar a reconstruir lo que la pandemia le quitó.

¿Ideológicamente cómo se define?

Soy liberal no libertario, soy conservador liberal por decirlo de una manera. Económicamente soy bien liberal, creo en la libertad del mercado, no intervención estatal, pero en lo social soy un poco conservador. Creo que el Estado no puede hacer más que lo necesario por el individuo.

¿Qué tan practicable es esa libertad que predica en un país con gente que urge de la mano del Estado para salir adelante?

Cuando el Estado se mete en algo más disfunción crea. Te lo voy a plantear: una de las cosas que más influyó en mí fue que estando en la universidad mi familia y yo no pudimos seguir pagando. Hablé con la universidad y ellos me dijeron que: “hagamos un trato, una vez termines de estudiar vamos a retenerte el titulo hasta que nos termines de pagar. Pero no queremos interrumpir tu crecimiento”. Y así pasó: seguí estudiando gracias a la oportunidad. Por eso tengo la obligación moral de hacer algo por las personas que sí quieren salir adelante. O por ejemplo tratar de quitar trabas para obtener créditos, eso es como una piedra en el zapato para los salvadoreños que quieren poner un negocio. O con las remesas que no solo las deberíamos utilizar para consumo sino también para inversión y debería el Estado dar incentivos para que sea así.

¿Ha sentido que la marca de ARENA se ha convertido en un lastre para usted?

En territorio no lo siento así. He visitado muchísimas comunidades y la gente nos dice: “no nos importa el partido con tal que nos puedan ayudar”. El salvadoreño quiere que le ayuden a desarrollarse. En redes sociales es distinto, hay tantas cosas que no me fijo… al final si me van a atacar por ser o no de ARENA les digo que se fijen en el rostro, nosotros queremos hacer un balance entre la experiencia y nuevos rostros.

Al final, además, hoy se puede votar por rostro. Nosotros les pedimos únicamente que elijan a las que consideran personas más capaces, que les llevarán las obras que ustedes exigen.

¿Qué opina del aborto y sus variantes?

Creo en la vida, estoy completamente en contra del aborto, no es ni siquiera momento para estudiarlo, hay cosas mucho más importantes que estar hablando del aborto. Sí creo que es necesario escuchar todas las posturas de la gente, de los grupos que dicen que sí de las cuatro causales, de la despenalización absoluta. Hay que escuchar a todo mundo pero eso no significa que vaya a cambiar de opinión, de creer en la vida desde el momento de la concepción.

¿Qué piensa del matrimonio igualitario?

Hay que discutirlo pero no siento que sea el momento. Sé que hay una demanda en la Sala de lo Constitucional. Pero yo, en esos temas, no siento que sean importantes ahorita. Si hay una iniciativa hay que estudiarlo.