Ese día se desplomaron las dudas de Sulen Ayala.
Al ver entrar al presidente Nayib Bukele a la Asamblea Legislativa, rodeado de militares armados, le hizo convencerse de que las redes sociales ya no eran un lugar suficiente para detener a un hombre que, a su criterio, está encaminado por la senda de la dictadura. Era 9 de febrero de 2020.
Días después, al observar a la mayoría de los diputados hacer una oposición «opaca», se terminó de convencer que era necesario entrar a la política partidista para impedir la destrucción de las instituciones democráticas y el estado de derecho.
Entonces comenzó una intensa búsqueda. Su primera opción fue el partido VAMOS. Pero tuvo algunas diferencias y decidió hacerse a un lado.
En el partido Nuestro Tiempo tiene personas conocidas. Y, aunque hubo acercamientos, dice no compartir algunas ideas como el matrimonio igualitario y el aborto.
Por un momento creyó que no existía una plataforma partidaria que encajara con sus ideas y estuvo a punto de desistir en la búsqueda.
Pero hace un mes y medio recibió una llamada del PDC y le dijeron que ella tenía un perfil idóneo para convertirse en precandidata a diputada por ese partido.
Asegura que en un principio se sintió ofendida, porque nunca había considerado al PDC como una opción partidista. Pero, aunque la idea le pareció descabellada, no la descartó de golpe. Dice que días después estaba reunida con Rodolfo Parker, secretario general de los demócratas cristianos, hablando de ideas y proyectos. Y, sobre todo, de la situación del país.
Sulen Ayala es una abogada experta en derecho laboral, que ha emergido como una de las opositoras más férreas del actual gobierno. Su principal plataforma para criticar a Bukele y sus funcionarios ha sido Twitter.
“Eso me ha ocasionado ganarme enemigos”, dice. Luego agrega: “A este gobierno no le gustan las críticas y yo descubrí que mis opiniones les incomodaban mucho, pero nunca me he detenido a pesar de las amenazas y el acoso”.
Asegura que no es novata en política y que ha participado activamente desde la sociedad civil. Por ejemplo, detalla que ha sido parte de la cruzada Pro Paz y Trabajo y el Movimiento Defensa Ciudadana de la Democracia (DECIDE).
“Desde entonces me ha servido como plataforma para hacer defensa del sistema democrático. Estuvimos muy activos en el tema de elección de magistrados y la elección del fiscal. Vivimos haciendo comunicados y expresándonos”.
Ayala conversó con Diario 1 sobre las razones que la llevaron a anunciar, este lunes 13 de julio, su participación en las elecciones internas del PDC para buscar una diputación por San Salvador.
— ¿Cuándo y por qué decide buscar una diputación con el PDC?
— Yo estaba tranquila, trabajando por mi cuenta, emitiendo mis opiniones en redes sociales. Pero fue a raíz del 9 de febrero, cuando vi amedrentada a la oposición, a los diputados por los que había votado, que tomé la decisión de hacer algo. Me di cuenta que mis preocupaciones por la forma de gobernar de Nayib Bukele eran verdaderas desde el primer momento. Ese día se fue al traste el beneficio de la duda. Me di cuenta de que el país necesitaba tener opciones para poder enfrentar a este gobierno tan popular, porque, realmente esa es su mayor ventaja.
— ¿Y entonces comenzó una búsqueda?
— A partir del 9 de febrero yo dije que había que hacer algo. Ahí empezó mi búsqueda por las opciones políticas… Me aboqué a VAMOS, por ejemplo, pero no logramos llegar a ningún tipo de acuerdo porque no lográbamos encajar en temas importantes.
— ¿Qué le faltó a VAMOS para usted encajar en ese partido?
— Yo personalmente apoyé mucho a la fórmula presidencial de VAMOS en las pasadas elecciones presidenciales. Voté por ellos. Les di mi apoyo incondicional, etcétera, etcétera. Luego los busqué y les dije que quería participar. Me abrieron las puertas del partido y me sometí al proceso. Pero en eso algunos de sus miembros presentaron una pieza de correspondencia con la cual yo no estaba de acuerdo y se los dije públicamente. Eso no les gustó y me lo hicieron saber. Prácticamente me dijeron que yo estaba a favor de la corrupción por no apoyar ese proyecto.
— ¿Qué proyecto?
— Ellos lo que pedían era que se disolvieran los partidos políticos que habían negociado con pandillas. Y mi posición era que estaba bien que se sometiera a la justicia a las personas de los partidos políticos que negociaron con pandillas. Pero no debilitar a los partidos políticos, porque, mal o bien, son necesarios en nuestra democracia. Ahí hubo un choque de opiniones que no se pudieron conciliar. Ellos estaban porque desapareciera el FMLN y ARENA, bien parecido al discurso de Nuevas Ideas.
— ¿De antipolítica?
— Sí. Y yo no compro el discurso de antipolítica. Lo que yo pedía era que se fortaleciera la oposición en los partidos políticos y VAMOS debía presentarse como una opción nueva. Entonces, en algo tan sencillo hubo un tira y encoge y ya no me sentí cómoda. Entonces pensé que ahí no me iban a dejar ser. Porque yo soy muy crítica e iba a comenzar por criticar mi casa. Cuando ya no me sentí bien dije que me retiraba.
— ¿Y entonces buscó al PDC?
— No. Al alejarme de VAMOS deseché la idea de la candidatura. Entonces, un amigo que estaba en el proceso de VAMOS me buscó y me dijo que si buscábamos una candidatura independiente. Hice mis cálculos, mis valoraciones, y concluí que una candidatura independiente me iba a presentar más trabas de lo normal.
— ¿Pero no desistió?
— No. Seguí mi búsqueda y, por ejemplo, tengo muy buenas relaciones con gente de Nuestro Tiempo. Aunque nunca me hicieron un ofrecimiento claro, hubo coqueteo. Pero ellos manejan una agenda que no es la mía: el tema del aborto, el matrimonio igualitario, en fin, dicen que no tienen ideología cuando yo soy una mujer totalmente de derecha.
— ¿Cómo llegó al PDC?
— Un día me cayó una llamada del PDC y me dicen: nos encantaría un perfil como el tuyo. Yo ofendida la verdad. ¡Jajaja! Les dije que el PDC nunca había estado en mis opciones. Yo había tenido encontronazos con el señor Rodolfo Parker, sobre todo cuando le levantó los brazos al magistrado inconstitucional (Sulen se refiere a la elección de magistrados de 2012, la cual fue declarada inconstitucional). Yo lo critiqué con dureza… Pero me tomé mi tiempo, un mes, un mes y medio, dándole vueltas al asunto. No quise rechazar nada a priori y acepté la reunión con Parker. Me senté con él, empezamos a hablar, le conté mi experiencia en VAMOS y le dije que andaba buscando un lugar donde pudiera ser yo. Le dije que si a mí me ponen bozal, me ponen límites, me hacen firmar una carta para no poder hacer ciertas cosas, entonces yo me voy, porque yo no me puedo sujetar a que me calle, y en VAMOS si me hacían firmar eso.
— ¿Qué le contestó Parker?
— Él me dijo: usted tiene libertad para ser quien es. Esa reunión me sirvió para hacer las preguntas que tenía y para resolver las dudas.
— ¿Qué le gustaría hacer en caso de ser diputada?
— Me gustaría poner en práctica lo que tanto he dicho.
—¿Por ejemplo?
—En el primer tema que me quiero involucrar es el de la transparencia de la casa, es decir, comenzando por la Asamblea Legislativa. Promover la transparencia para que la gente sepa en qué se está gastando el dinero. En el tema de reformar la Constitución me opongo rotundamente, excepto en un caso que es en la prescripción de los delitos de corrupción. La única reforma a la Constitución que apoyaría sería para que esos delitos fueran imprescriptibles.
— ¿Qué no le gustaría hacer como diputada?
Espero nunca convertirme en lo que tanto he criticado. Realmente le temo a eso. Porque todos hemos visto los cambios al llegar al poder de muchas personas que parecían ser buenos elementos y no lo eran. Espero que eso no me pase.
Sabiendo que es momento para dejar de ser una espectadora, quiero anunciarles una importante decisión que he tomado. pic.twitter.com/3WVuutDWp7
— Sulen Ayala (@sulenayala) July 13, 2020