El exdiputado del Partido de Concertación Nacional (PCN), Remberto González, aseguró que el Parlamento Centroamericano (Parlacen) es la institución “más barata del mundo” y que cualquier “oficinita local” puede ser más cara.
“No es caro. 1 millón 700 mil dólares al año no es caro, que se puede aprovechar mejor es otra cosa. Todos los países pagan lo mismo, algunos países dan un poco más. Taiwán ayuda, México ayudó un tiempo”, recordó González que fue diputado del Parlamento.
Aseguró, además, que el Parlamento puede trabajar con la mitad de los diputados que ya tiene, el problema es que algunos de los países miembros, entre ellos El Salvador, se opusieron a la reducción. “Porque la representatividad de los partidos políticos es necesaria”, justificó.
Afirmó que en Centroamérica existe desconocimiento de las funciones del Parlacen y es por eso que en tiempos de campaña electoral los candidatos se confunden y ofrecen lo que, según él, no deben.
“Se tiene que hablar de integración y para qué nos sirve. Nos falta información para saber para qué sirve el Parlacen”, expresó.
Explicó que la función del organismo regional es proponer a los gobiernos de los países miembros propuestas de integración centroamericana, específicamente en las áreas políticas y jurídicas. En el área económica las propuestas las hace el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
Dijo, asimismo, que hablar de la disolución del organismo es retroceder.
“No hay que fijarse en los centavitos, el problema es que la gente se fija mucho en los centavitos”, expresó.
Cada año el país paga 1.7 millones de dólares en gastos de los 20 diputados salvadoreños que están en el Parlacen.
Cada diputado gana 4 mil 200 dólares mensuales distribuidos de la siguiente manera: 1 mil 200 de sueldo base, 800 dólares por asistencia a comisiones y 2 mil 200 en gastos de representación.
Cada periodo en el Parlamento dura cinco años, es decir, que por periodo el país paga hasta 14.6 millones de dólares.
Por parte de El Salvador generalmente participan como candidatos miembros veteranos de los partidos políticos y expresidentes.
El expresidente Mauricio Funes Cartagena, por ejemplo, intentó asumir su curul en el Parlacen. Pero al final no pudo.