El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Primer año de gobierno de Bukele: entre la aprobación y la confrontación

por Redacción


El primer año de gobierno de Nayib Bukele cierra con una alta aprobación de los salvadoreños pero también con una imagen deteriorada por la constante confrontación que ha debilitado la democracia del país.

En medio de una crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19 y los desastres provocados por la tormenta tropical Amanda, este 1 de junio Nayib Bukele cumple un año de haber asumido como presidente de la República.

El 3 de febrero de 2019 ganó la presidencia y rompió con el bipartidismo de ARENA, quien gobernó durante 20 años, y FMLN, quien estuvo en el poder 10 años.

Durante la campaña, Bukele se presentó como un político diferente, alguien que acabaría con la corrupción y las viejas prácticas del pasado. Atrás quedarían—dijo— los privilegios y las redes de compadrazgo. Atrás quedaría la falta de transparencia. Atrás quedaría la corrupción.

Y para dejar clara su ruptura con los partidos tradicionales, en su discurso de toma de posesión sentenció que la postguerra era asunto del pasado.

Ha transcurrido un año desde entonces. En todo ese tiempo, pese a tener un alto grado de popularidad, según diversas voces, Bukele ha dado muestras de no ser tan diferente a los políticos tradicionales.

De acuerdo con la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), Bukele no solo ha debilitado las instituciones de transparencia, sino que ha dado muestras de que la rendición de cuentas  no es lo suyo.

Por ejemplo, Bukele cerró la Secretaría de Transparencia y ha respaldado a funcionarios para que no rindan información solicitada a través de la Ley de Acceso a la Información Pública.

El caso más sonado es el del director de Centros Penales, Osiris Luna, quien en noviembre del año pasado hizo un viaje en jet privado en México y ante la solicitud de información de los salvadoreños, el funcionario prefirió la política del silencio.

Además, en un reciente informe de la Corte de Cuentas de la República se señala que los ministros de Obras Públicas y Salud, Romeo Rodríguez y Francisco Alabi, han retrasado información de la ejecución de proyectos, como el Hospital CIFCO, en el marco de la pandemia del Covid-19.

Asimismo, investigaciones periodísticas de medios digitales como El Faro y Factum señalan que el gabinete de Bukele está conformado, en buena parte, por amigos y familiares. Algunos analistas políticos, como Fabio Castillo, señalan que estos funcionarios han demostrado poca  capacidad para contradecir algunas decisiones trascendentales, como, por ejemplo, haber militarizado la Asamblea Legislativa y desconocer las sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Alta aprobación

Pese a todo, aparentemente Bukele sigue teniendo un alto índice de popularidad. Según la última encuesta de La Prensa Gráfica, el 95.7% de los salvadoreños aprueba su gestión, especialmente durante la pandemia del coronavirus.

“Hay satisfacción con su trabajo y esa satisfacción es bastante fuerte. Ahora, ¿por qué opinan de esa manera? Hay una constante, que es lo que más nos mencionan, y es que nos dicen que él ha trabajado bien en el tema de la seguridad pública”, explicó Edwin Segura, director de LPG Datos, en una entrevista con revista Factum.

Desde que llegó al gobierno, Bukele ha hecho énfasis en los resultados en el tema de seguridad. De acuerdo con las estadísticas oficiales, en el primer año de su gobierno hubo 1,568 homicidios, un promedio de 4 diarios.

Eso, en comparación de las administración anterior, donde hubo un promedio 11 diarios, es una diferencia que los salvadoreños han notado y evaluado bien.

“El mayor logro en la percepción de la gente es en la seguridad pública, en la reducción de homicidios. Ahora, ¿cuánta gente nos dijo que el principal problema del país es la seguridad pública? El 0.9 por ciento”, dijo Segura.

Este agregó que esa respuesta era, en parte, por la pandemia que vive El Salvador, la cual ha “desplazado todos los problemas de siempre”.

El ministro de Justicia y Seguridad, Rogelio Rivas, destacó en su Twitter que en el primer año de gobierno «no solo se ha logrado bajar los homicidios, también han disminuido las desapariciones forzadas. Recibimos la administración con 8 casos por día; al finalizar el 2019 llegamos a 6 y a mayo del 2020 los bajamos a 4.5».

FOTO: D1/MIGUEL LEMUS

FOTO: D1/MIGUEL LEMUS

Pandemia del Covid-19: aciertos y desaciertos

El manejo de la pandemia del coronavirus  también ha sido bien evaluada por la población, según la misma encuesta de LPG. Sin embargo, algunas organizaciones nacionales e internacionales consideran que los desaciertos han sido muchos más.

Bukele recibió buenas críticas por haberse adelantado a la pandemia con el cierre de las fronteras y el aeropuerto. Pero de ahí en adelante, el mandatario ha acumulado más críticas negativas que elogios.

Este lunes, Amnistía Internacional (AI) señaló que la pandemia por Covid-19 ha visibilizado un estilo de Gobierno que regresa a las «tácticas represivas y de abusos» que se han visto en el pasado en El Salvador.

Recordó que las autoridades han detenido a más de 2 mil personas por presunta violación de la cuarentena domiciliar y las han recluido en “centros de contención” que a menudo no cuentan con niveles mínimos de salubridad y distanciamiento físico.

Incluso, destacó, hay casos de algunas personas a las que se les ha detenido por salir de casa a comprar comida o medicamentos y que ahora están en centros de contención donde tienen más riesgo de contraer el coronavirus.

El director de la división de las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, ha criticado duramente al presidente Bukele por gobernar al país “de manera autoritaria” y por realizar “constantes violaciones de derechos humanos” en el marco de la pandemia del coronavirus.

Confrontación y retroceso democrático

El primer año de Bukele también ha estado marcado por la constante confrontación con los otros poderes del Estado. El pasado 9 de febrero, por ejemplo, Bukele militarizó la Asamblea Legislativa luego que los diputados se negaran a aprobar la negociación de un préstamo para seguridad.

Las críticas le llovieron de todos lados. Incluso, los medios de comunicación de todo el mundo hablaron que Bukele había intentado dar un golpe de Estado a la Asamblea Legislativa.

Durante la emergencia del coronavirus, Bukele también ha confrontado a los magistrados de la Sala de lo Constitucional. No solo se ha negado a cumplir las resoluciones del máximo tribunal constitucional del país, sino que también lo ha atacado.

El pasado 15 de abril, por ejemplo, la Sala resolvió que los decretos ejecutivos no tenían validez para restringir libertades fundamentales y  le exigió al gobierno frenar las detenciones ilegales de personas que violaban la cuarentena.

Instantes después, Bukele escribió en su Twitter que “cinco personas no van a decidir la muerte de cientos de miles de salvadoreños”. Y, hasta este 1 de junio, Bukele no ha acatado esa resolución de la Sala.

Este lunes, Amnistía Internacional lamentó los mensajes públicos de Bukele donde llama al incumplimiento de las sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.

El pasado 21 de mayo, el Departamento de Estado envió al Congreso de Estados Unidos un documento donde advierten de conductas peligrosas para el estado de derecho en El Salvador. Pese a ello, Estados Unidos autoriza seguir cooperando con el país.

Bukele ha confrontado, además, con los medios de comunicación que le han resultado incómodos y con empresarios de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) que le han exigido planes para una reapertura económica gradual.

El primer año de gobierno de Bukele cierra con alta aprobación de los salvadoreños pero también con una imagen deteriorada por la constante confrontación que ha debilitado la democracia.