Ernesto Muyshondt, alcalde de San Salvador, aseguró que a la cúpula de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) no le conviene expulsarlo porque será un “pésimo” mensaje que mandará a los ciudadanos.
“Si el seguir criticando las malas decisiones me va llevar a ser expulsado, o que no me dejen correr (por la reelección), pues ni modo, será decisión del partido, pero no creo que les convenga tomar decisiones de ese tipo”, dijo en la entrevista radial Pencho y Aída.
Contó que a principios de la semana estuvo a punto de renunciar por su cuenta y que incluso casi convoca a una conferencia de prensa para hacerlo públicamente, pero a última hora se detuvo por consejos de sus allegados.
Dijo, además, que cualquier intención de expulsarlo o afectarlo políticamente es interés de lo que llamó “pequeños grupos” dentro del principal partido de oposición que son capaces de mover grandes intereses y grandes cantidades de dinero.
Según él un ejemplo de lo que esos pequeños grupos son capaces de hacer es la aprobación, con una distribución a su juicio inequitativa, de 116 millones de dólares para los municipios con más casos de coronavirus y más afectados por las intensas lluvias de las depresiones tropicales Amanda y Cristóbal registradas en los últimos seis días.
Aseguró que la alcaldía de San Salvador debió recibir 180 millones de dólares pero en vez de eso recibió 50 millones de dólares mientras Cabañas recibió 35 millones de dólares cuando debió recibir unos 12 millones de dólares.
Agregó que los criterios para la distribución del dinero debió tener a la base el censo de población del año 2007 o las cifras de los ciudadanos cuyos documentos únicos de identidad tienen como dirección San Salvador.
“Hay formas de hacerlo de manera justa”, dijo.
“Lo han hecho con el ánimo de dañar a mi persona, pero no es a mí al que dañan, es a la gente de San Salvador”, señaló refiriéndose a uno de los grupos dentro del partido que, según él, responden a cuatro miembros de la familia Simán que pretenden perjudicarlo políticamente porque lo ven como un adversario, un rival.
Acusó a Javier, Ricardo, Rodrigo y Gabriel Simán de financiar una guerra sucia en su contra coordinada por un exdirector de la Policía Nacional Civil y el Organismo de Inteligencia del Estado cuyo nombre no dio a conocer.
“A diario nos pasan insultando, saca terminación mi esposa, son ataques bajeros, sucios, amenazas, eso es de todos los días”, se quejó.
“No lo hacen de frente, como hombres, sino con perfiles, ataques por la espalda en chats de WhatsApp, con cuentas falsas en redes sociales. No es justo”, comentó.
Atribuyó esos ataques a que se ha negado a repetir robóticamente lo que la familia Simán dice.