Albañiles, carpinteros y electricistas podrán trabajar los próximos cinco días, es decir hasta el jueves, debido a la emergencia pública que provocaron las lluvias monzónicas de la Depresión Tropical Amanda.
El Ministerio de Salud (MINSAL) autorizó, mediante la flexibilización de la cuarentena domiciliar obligatoria para frenar la propagación del coronavirus, que los trabajadores de esas ramas puedan trabajar así como también ha permitido que las ferreterías y las fábricas de camas y colchonetas puedan funcionar pero con el 40 por ciento de su personal manteniendo distanciamiento y aplicando medidas de higiene.
Los trabajadores autorizados deberán portar una carta en la que especifiquen el nombre de la empresa para la que trabajan, horarios de entrada y salida así como el contacto el empleador o jefe inmediato. Para los trabajadores independientes no queda claro qué documento deberán portar.
Si en caso las medidas de higiene y de circulación de los trabajadores son incumplidas, el Gobierno podrá imponer sanciones administrativas y civiles a las empresas y acudirá a las instancias correspondientes para la aplicación de sanciones penales.
Las excepciones entraron en vigencia el 31 de mayo y terminarán el 4 de junio del año que transcurre.
Esta mañana en entrevista radial Mario Ponce, presidente de la Asamblea Legislativa, dijo que pidió a Francisco Alabí, ministro de Salud, aplicar las excepciones que ya están vigentes porque él recibió las peticiones de varios ciudadanos.
En la entrevista contó que desde las cinco de la mañana del domingo 31 de mayo comenzó a recibir mensajes en su teléfono personal en el que los ciudadanos le aseguraban que era necesario que las ferreterías estuvieran abiertas para poder comprar herramientas y otros con los cuales reparar las viviendas dañadas después de las tormentas ininterrumpidas registradas desde el viernes en la noche.
Aseguró que comenzó a comunicarse con los funcionarios, en este caso específico con Alabí.
Hasta este momento el Ministerio de Gobernación ha registrado unas 900 viviendas completamente dañadas por las lluvias de la Depresión Tropical Amanda.
Ayer en la noche el presidente Nayib Bukele prometió entregar a las familias afectadas hasta 10 mil dólares para reparar las casas.
No dijo, sin embargo, cuáles serán las fuentes de financiamiento para enfrentar estas nuevas contingencias tomando en cuenta que El Salvador ya enfrentaba dificultades económicas como consecuencia de la pandemia de coronavirus.