Con apenas 10 años de edad, una niña logró la libertad de su madre tras acudir a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), un hecho celebrado por activista por su relación con los derechos de la niñez.
«Quiero darle las gracias de parte de mis hermanitos y yo a los señores magistrados de la sala, por el apoyo que nos han dado en el caso de mi mamá, (…) que ya se encuentra con nosotros», reza una carta manuscrita de la niña que compartió el Órgano Judicial en sus redes sociales.
La menor de edad agrega que «hemos llorado de felicidad» y concluye agradeciendo a los magistrado por «haber escuchado a una niña que solo quería tener a su mamá a su lado».
Los jueces constituciones emitieron el 29 de abril pasado una medida cautelar en la que pidieron a un juez del oriental departamento de San Vicente dar la libertad condicional a la madre de la menor, que no fue identificada.
La mujer fue detenida y procesada por el delito de daños y lesiones graves, según la resolución judicial.
Su hija envió un correo electrónico a la referida sala, que está admitiendo recursos por dicha vía a raíz de la cuarentena nacional por el COVID-19, para pedir su liberación.
En dicho correo expuso que el juez de la causa no había programado una audiencia especial para conciliar con la víctima, lo que la ley permite al no ser delitos graves. Añadió que «se presentaron arraigos» y que su madre «se encuentra mal de salud».
Los jueces admitieron el correo como un hábeas corpus en virtud que la legislación salvadoreña contempla el derecho de los niños y adolescentes «a presentar y dirigir peticiones por sí mismos ante cualquier autoridad legalmente constituida y a obtener respuesta oportuna y congruente».
«Aunque la solicitud fue presentada por una niña, que además manifiesta ser hija de la privada de libertad, ello no impide el trámite del proceso que nos ocupa porque su solicitud ha sido realizada en el marco del ejercicio de los derechos fundamentales», sostuvieron los juzgadores.
De acuerdo con la activista y directora de Programas de la organización humanitaria Cristosal, Celia Medrano, la decisión judicial y liberación de la mujer es «un precedente valioso y un logro».