Raúl Melara, fiscal general, criticó la decisión de la Asamblea Legislativa de no desaforar al diputado Norman Quijano, de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), que es acusado de supuestamente haber cometido los delitos de asociaciones ilícitas y fraude electoral entre la primera y segunda vuelta de las elecciones presidenciales del año 2014.
“Las negociaciones con pandillas son hechos irrefutables y como tales totalmente reprochables”, se quejó Melara a través de sus redes sociales.
“El mensaje de impunidad que se ha enviado es lamentable”, criticó.
Aclaró, sin embargo, que el también expresidente de la Asamblea puede ser imputado, es decir, al terminar su periodo como diputado.
El 4 de mayo la comisión especial de antejuicio emitió dictamen favorable para desaforar a Quijano. Sus colegas Mauricio Ernesto Vargas y Rodrigo Ávila por considerar que no existían suficientes indicios del cometimiento de los delitos.
Raúl Beltrán Bonilla, del Partido de Concertación Nacional (PCN), Cristina Cornejo y Jaime Sandoval, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) votaron a favor de desaforar a Quijano.
Este día en la celebración de la sesión plenaria extraordinaria los votos para desaforarlo fueron insuficientes: 41 a favor del desafuero y 34 en contra, más una abstención.
La defensa de Quijano consideró que la evidencia no era suficiente para despojarlo del fuero argumentando que “ese es el video, no hay más. Ese es el hecho que se le imputa al diputado Norman Quijano, no hay más reuniones. Es errado pensar que la Asamblea solo debe pasar el proceso a los tribunales para que estos decidan. No se puede utilizar la duda en perjuicio del imputado”.
Esto fue señalado los defensores de Quijano después que se mostrara en la sesión extraordinaria un video donde el diputado aparece en una reunión con pandilleros.
El 12 de diciembre de 2019 el Juzgado Especializado de Sentencia A proyectó un video en el que puede verse a Quijano sentado de perfil reunido con un supuesto pastor evangélico y grupo de personas.
En la grabación se escucha a Quijano prometer que, en caso de ganar las elecciones, encauzaría dinero del Gobierno Central para que los alcaldes invirtieran en la reinserción de delincuentes.