El Decreto 645, aprobado el lunes por la noche por la Asamblea Legislativa, establece reactivar la economía de forma gradual a partir del 4 de junio.
Y aunque el presidente Nayib Bukele ha dicho que lo vetará, los partidos de la Asamblea Legislativa están preparados para superar el veto. Así lo han manifestado los 63 legisladores que votaron por la Ley Especial Transitoria para la Atención Integral de la Salud y la Reanudación de Labores durante la pandemia del coronavirus (COVID-19).
La mayoría de los salvadoreños quieren la reapertura económica para volver a trabajar y llevar comida a sus hogares.
La crisis por la pandemia del coronavirus los ha golpeado fuerte. La cuarentena que estableció el gobierno desde mediados del pasado mes de marzo los ha afectado. Muchos ya no tienen ni qué comer.
Las banderas blancas colocadas en las puertas y ventanas de las casas donde viven personas de bajos recursos es una muestra. Las comunidades y los barrios pobres han hecho carteles para solicitar ayuda. El mensaje es claro: no tienen alimentos y por eso quieren salir a trabajar.
Además, los pitos en las zonas urbanas de todo el país, especialmente del Gran San Salvador, también demuestran un descontento por el confinamiento que ha decretado el gobierno.
La noche del lunes, con 63 votos a favor, la Asamblea Legislativa aprobó el Decreto 645 que establece la reactivación económica de forma gradual, a partir del 4 de junio, siguiendo los protocolos establecidos para evitar contagios de coronavirus.
Además, la nueva ley permitirá la reanudación del transporte público siguiendo los respectivos protocolos de desinfección. Las unidades deberán ser desinfectadas al menos tres veces al día, portar alcohol gel para los usuarios y el uso obligatorio de mascarillas.
Las nuevas disposiciones serán desarrolladas en cuatro fases y tendrán una vigencia de 115 días, señalaron los diputados.
La primera fase va del día 1 al día 15 después de entrada en vigencia la ley. Durante estos días se mantendrá suspendida la educación presencial, los espectáculos públicos, las ferias, el servicio de mesas de restaurantes y cafeterías, las iglesias, museos, cines y teatros, salones de belleza, bares, discotecas, deportes de contacto y casinos. Todo esto por ser los lugares de bastante riesgo de contagio.
Sin embargo, se podrá ajustar lugares de trabajo públicos y privados con dos metros de distancia. Los aeropuertos operarán para la repatriación de salvadoreños, servicio de carga y otros. Los puesrtos operarán para pesca y transporte de carga.
La segunda fase va del día 16 al 35. Esta permitirá la reapertura del servicio de mesas de restaurantes, las iglesias, museos, gimnasios y centros de convenciones. La condición es que estos deben operar con medidas de bioseguridad y distanciamiento social.
La tercera fase va del día 36 al 55. Esta normaliza el servicio de salas de belleza y se permite reabrir estadios de fútbol si se garantiza una distancia de dos metros entre cada persona. También permite abrir cines, teatros, parques acuáticos y otros.
La cuarta fase va del día 56 al 115 y sería una reapertura general siempre y cuando se garantice una distancia de 1.5 metros entre diferentes personas en los trabajos.
“Esta ley no es una ley de emergencia, es para regular la emergencia producto de la pandemia COVID-19. Regula normas sanitarias; establece protocolos médicos para la apertura de centros de trabajo; normas de control y fiscalización de los fondos públicos”, enfatizó el diputado de ARENA, René Portillo Cuadra.
Rodolfo Parker, del PDC, aseguró que esta ley “contiene protocolos transversales y sanitarios que irán acompañando el retorno y la reanudación a las labores”.
A continuación se reproduce el Decreto Número 645 de manera completa: