El presidente de la República, Nayib Bukele, anunció la noche de este domingo que todos los empleados mayores de 60 años –del sector público y privado− y mujeres embarazadas deben ser enviados a trabajar desde la casa para que se mantengan aislados como una medida de contención de la pandemia de coronavirus.
«Desde hoy todas las empresas que tengan empleados de más de 60 años y mujeres embarazas deben de trabajar desde sus casas, igual en el sector público, exceptuando cargos de confianza y ministros», dijo el mandatario.
Bukele hizo énfasis en que las mujeres embarazadas y los empleados mayores de 60 años que sean enviados –con el correspondiente salario− a trabajar desde la casa no estarán de vacaciones, sino en cuarentena, a fin de ayudar al aislamiento que evitará una mayor propagación del coronavirus.
El presidente salvadoreño, además, ordenó que de inmediato los empleados gubernamentales que no sean estrictamente necesarios para la prestación de servicios también sean enviados a la casa.
Las empresas cuyos rubros no sea alimentos, medicamentos o de producción, además, podrán detener operaciones y el gobierno les otorgará un incentivo. Al seguir esta recomendación podrán optar a un crédito productivo para que más adelante se puedan recuperar, agregó.
Desde el Salón de Honor de Casa Presidencial, en cadena nacional de radio y televisión, el presidente Bukele aseguró que hasta este día hay cero casos confirmados, cero sospechosos y una treintena en observación.
Sin embargo, indicó que “es posible que el virus haya entrado en días anteriores a la cuarentena”. Y añadió que “es prácticamente imposible que no seamos impactados por la epidemia. Habrá muertos, lo más probable que sí”.
Tras anunciar las nuevas medidas de contención y aislamiento social, Bukele pidió a la población que se tome conciencia de la amenaza de la enfermedad y que se sigan las instrucciones del gobierno, tales como bares y discotecas cerrados, no reuniones de más de 75 personas, y “si no es estrictamente necesario salir, quedémonos en casa”.
Desde el sábado, El Salvador se encuentra en Estado de Emergencia por la pandemia del coronavirus. Además, la Asamblea Legislativa aprobó un régimen de excepción por medio del cual hay una restricción temporal de los derechos constitucionales de libre tránsito, reunirse pacíficamente y el derecho a no ser obligado a cambiarse de domicilio.
Mediante la Ley de Restricción Temporal de Derechos Constitucionales concretos para Atender la Pandemia COVID-19 –que tendrá un plazo de vigencia de 15 días−, se estableció “la restricción temporal en el marco de la emergencia por la pandemia declarada sobre el virus conocido como COVID-19, de los derechos consagrados en la Constitución y que se refiere a la Libertad de Tránsito, al Derecho a Reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito y el derecho a no ser obligado a cambiarse de domicilio”.
Por orden del gobierno, asimismo, desde ese mismo día los bares y discotecas estarán cerrados durante 14 días. También se ordenó prohibir “aglomeraciones de más de 75 personas (exceptuando lugares de trabajo, personas en circulación y terminales de buses)”.
El presidente Nayib Bukele también ordenó a los ministerios de Salud y Obras Públicas coordinarse para convertir el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO) en “el primer gran hospital temporal especializado para tratar futuros posibles pacientes con COVID-19”. Este hospital deberá contar con 300 Unidades de Cuidados Intensivos y 2,000 camas hospitalarias adicionales”..
Hasta este domingo, el gobierno ha habilitado 19 centros de cuarentena, donde se encuentran 1,341 personas.
Los hospitales de red pública y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) suspenderán a partir de este lunes las consultas externas y se concentrarán en atender la emergencia a raíz del COVID-19.
Todo el territorio nacional está en cuarentena y las clases en escuelas, colegios y universidades están suspendidas.