El analista político Salvador Samayoa se unió a las voces críticas contra el presidente Nayib Bukele por las acciones del pasado 9 de febrero, cuando, acompañado de militares y policías, llegó a la Asamblea Legislativa para exigir la aprobación para negociar un préstamo millonario.
«No pueden poner un fusil en la cabeza para que aprueben el préstamo. El préstamo ya está siendo estudiado. Retrocedimos 50 años. Que radio patrullas llegaran a la casa de diputados es un tipo de intimidación que no veíamos desde hace años», dijo Samayoa en la entrevista radial Pencho y Aída.
El analista recordó que la Asamblea Legislativa le ha aprobado a Bukele “más deuda que a otros gobiernos” y que decir que no lo dejan gobernar por ese préstamo “es mentirle a la gente».
«Veo a un presidente hablándole a los soldados sobre el enemigo interno (diputados). Es una expresión de Hitler y del fascismo que luego se convirtió en doctrina en la Escuela de las Américas».
Samayoa criticó que Bukele cambiara el discurso luego de haber sido condenado, incluso, por congresistas estadounidenses por las acciones del 9 de febrero.
«Nos quieren ver la cara de pendejos. Ahora resulta que eran policías para proteger al presidente en la Asamblea, ¿protegerlo de quién? Si la gente que estaba había sido convocada por él».
Luego agregó: «Tengo la impresión que el presidente no es una persona que se deja asesorar fácilmente. Se sabe que el embajador de EE.UU. le habla de cerca, pero del gabinete de gobierno no veo a uno que tenga la capacidad de decirle al presidente algo que no quiera escuchar».
El pasado 9 de febrero Bukele militarizó la Asamblea Legislativa y tras un discurso ante sus seguidores ingresó al salón de sesiones del Congreso para orar.
“Ahora creo que está muy claro quién tiene el control de la situación y la decisión que vamos a tomar ahora la vamos a poner en manos de Dios”, dijo Bukele sentado en la silla del presidente del Legislativo.
Tras llevarse las manos al rostro durante unos minutos, salió y dijo a sus seguidores que “si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón” y pidió paciencia a sus seguidores, quienes gritaban “¡insurrección, insurrección, insurrección!
Diferentes organismos y los Gobiernos de Costa Rica y Estados Unidos han llamado a que esta crisis política se resuelve mediante el diálogo.
La ocupación militar de la Asamblea es un hecho inédito desde que en el país centroamericano se instaló la democracia tras varias décadas de dictadura militar y una guerra civil de 12 años.