Entre octubre y noviembre de 2013 José Luis Merino y Medardo González, dos de los tres principales dirigentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) participaron en una reunión con cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS-13) así como de las facciones Revolucionarios y Sureños del Barrio 18, según las declaraciones que el testigo criteriado Salomón pronunció a la Fiscalía General de la República (FGR).
En la página 75 del requerimiento que la Fiscalía presentó al Juzgado Segundo de Paz, puede leerse que los pandilleros se reunieron, como habitualmente venían haciéndolo desde unos meses antes, con los entonces diputados Benito Antonio Lara Fernández y Ramón Arístides Valencia Arana en una de las sedes de la Iglesia Episcopal Anglicana, ubicada en los alrededores del Estadio Mágico González.
A los encuentros, que solían celebrar jueves o viernes en la noche, Wilson Alvarado, de la oenegé Náhuatl, llevaba la cena que frecuentemente era comida chatarra o pupusas.
Entonces, a la segunda reunión en la sede de la Iglesia Anglicana, llegaron José Luis Merino y Medardo González.
En ese entonces el FMLN tenía un supra-poder conocido como la troika, el gobierno de los tres exguerrilleros que mejor escalaron el poder internamente a la sombra del fallecido Schafick Hándal: Salvador Sánchez Cerén, Merino y González. O sus pseudónimos de guerra respectivos: Leonel González, Ramiro Vásquez y Milton Méndez.
“Se les unieron en ese lapso de tiempo que calcula fue entre octubre y noviembre de dos mil trece, las personas que Salomón conocía con los nombres de Ramiro y Medardo, mencionando que en el caso de Ramiro, por las apariciones públicas de éste en los medios de comunicación, lo escucha mencionar también como Ramiro”, dice un extracto de la página 75 del requerimiento fiscal.
En ese encuentro Merino les ofreció todo el apoyo efemelenista para la reactivación de la tregua entre pandillas que se había roto en los últimos 30 meses de la presidencia de Carlos Mauricio Funes Cartagena, romper el monopolio de los servicios de alimentación para privados de libertad que desde el año 2001 controla la empresa Alimentos Prácticos (ALIPRAC), ahora Food Tech y pasar a manos de Alba Alimentos ese negocio, un programa de créditos que iban a administrar los reos pandilleros.
“Con la empresa Alba Alimentos iban a proveer los fondos para compensar a los internos que se encargarían de preparar y repartir los alimentos, asimismo con fondos o dinero de Alba Alimentos se crearían fuentes de empleo para la población interna”, declara el testigo Salomón.
Casi terminando el discurso, los dos dirigentes efemelenistas pidieron a los cabecillas que ordenaran a las bases de las dos pandillas votar por el FMLN y el entonces candidato presidencial Sánchez Cerén.
En ese momento Rubén Rosa Lovo, alias Chivo de Centrales, les dijo a los dirigentes que la MS tenía “un montón de gente” en Los Bolsones, la zona limítrofe entre El Salvador y Honduras, que no tenía documento único de identidad.
“Ese es un tema que hay que platicarlo con Cancillería”, le respondió Milton Méndez, según Salomón.
A principios de enero de 2014 volvieron a reunirse en la Iglesia Anglicana. Cerca de las ocho y 30 de la noche llegaron Valencia Arana, Lara Fernández y el obispo Martín Barahona.
De entrada el primero en hablar fue Valencia Arana: afirmó que llegaba como representante de la dirigencia del FMLN “dejando claro que no toda la gente del partido tenía conocimiento de eso, pero los que tenían que decidir ya lo sabían, como el señor Sánchez Cerén y otros altos dirigentes que no mencionó”.
Les pidió, además, excluir de las negociaciones a Raúl Mijango porque sospechaba que durante la tregua entre pandillas en la presidencia de Funes se había robado algo de dinero, que a esta nueva edición del proceso le llamarían pacificación y ya no como había sido conocida anteriormente, y que los cabecillas en ese momento reunidos debían convertirse en pacificadores que debían andar en todas las comunidades del país.
En ese momento, de acuerdo con el testigo criteriado Noé, el cabecilla de la MS Danni Fredy Ramos Mejía, alias Cisco de Tecla, interrumpió a Valencia pidiéndole ir al grano, realismo: estaban ahí no para hablar del reino de los cielos sino para negociar apoyo electoral para las elecciones.
“Contestándole Arístides Valencia que… ellos no lo veían como simples votos, sino que tenían proyectos que querían plantearles”, dice un párrafo de la página 85.
Rafael Eduardo Jordán, alias Chafa, también lo cuestionó: “Qué quiere tu partido, queremos saber si vienen a título personal o quién los envió, si vienen de parte del profe Sánchez Cerén o si vienen de parte del otro Óscar Ortiz, decime quiénes más saben que ustedes están reunidos con todos nosotros”.
Benito Lara respondió: “Nosotros en ese sentido somos respetuosos y el partido sabe que estamos reunidos con ustedes, además el profesor Sánchez Cerén dio la autorización para que nos reuniéramos con ustedes, nosotros no vamos a prometer algo que no podamos sostener”.
Después del desencuentro cenaron en silencio. En ese momento el obispo Barahona reiteró: la reunión se estaba realizando con la autorización al “más alto nivel”.