La Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) pidió a la Secretaría de Prensa de la Presidencia que reinicie el proceso de elección de los que serán los nuevos comisionados propietario y suplente del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) después que renunciaron las personas que habían sido nombradas en esos cargos.
En conferencia de prensa, la gremial señaló una serie de irregularidades que llevaron a los nombramientos de Juan Carlos Rodríguez Turcios y Mauricio Edgardo Fuentes como comisionados propietario y suplente respectivamente. Algunas fueron: Casa Presidencial dejó fuera a APES de participar en el proceso, aceptar candidatos que no cumplieron los requisitos mínimos como presentar título universitario o tener 35 años de edad.
Serafín Valencia, de APES, señaló que Casa Presidencial incumplió los principios de máxima publicidad, observación del proceso y transparencia para que los ciudadanos particulares u organizados pudieran controlar cómo fueron seleccionados y nombrados Turcios y Fuentes.
Además, las organizaciones proponentes, que para este caso las únicas fueron CAFOCARES y ASPIES, no fueron transparentes a la hora de seleccionar y designar a sus candidatos ya que no hubo un proceso interno de votación como, según Valencia, sí lo hizo APES.
“No hubo rendición de cuentas de Casa Presidencial, de la Secretaría de Prensa ni de las gremiales que presentaron candidatos”, comentó Valencia.
Desde que Turcios asumió como comisionado empezó a ser recusado en las audiencias del IAIP. Solo en menos de tres días fue recusado hasta cinco veces por los ciudadanos y hasta por los representantes de las instituciones.
El motivo de la recusación se repitió siempre: Turcios no iba a ser imparcial porque hasta un par de días antes de ser nombrado se había desempeñado como director de comunicaciones del Ministerio de Gobernación, cargo que es de confianza del Gobierno de Nayib Bukele.
El 12 de febrero APES anunció que iba a impugnar el nombramiento de Turcios y de su suplente en el Instituto porque no cumplía los requisitos mínimos de idoneidad, independencia y profesionalismo.
Eso, sin embargo, no fue necesario porque al día siguiente él mismo renunció alegando que había sido sistemáticamente saboteado.