Dos cajas fuertes grandes y una pequeña, un tocador de madera, una lavadora y una refrigeradora. Esos son los últimos enseres caseros que quedaron abandonados en una de las últimas casas en las que vivió el expresidente Carlos Mauricio Funes Cartagena, que actualmente vive escondido en Nicaragua mientras el sistema judicial salvadoreño está requiriéndolo para que responda por media docena de acusaciones de corrupción.
Este jueves, desde por lo menos media mañana, Diario1 confirmó que en la casa número 76 de la urbanización Cumbres de Cuscatlán, en Antiguo Cuscatlán, La Libertad, empleados de la Superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones están trasladando las últimas cosas del exmandatario.
“Solo mierdas viejas son. Todo es inservible”, dijo uno de los empleados que trabajaban en la mudanza.
Entre las cosas pudo observarse una refrigeradora, una lavadora, una secadora de ropa, tres cajas fuertes dos grande y una pequeña, un tocador de madera. Esos objetos fueron cargados en uno de los camiones livianos de la mudanza. Todo aparentaba estar en pésimo estado, pudriéndose, con lámparas de moho.
La casa también está abandonada. En los pisos las capas de polvo son gruesas y en las esquinas de las partes más altas las telarañas tienen el tamaño de una sábana chapina suficiente para envolver a una pareja de casados.
En el traslado de los objetos quedó tirada en el piso una fotografía de Funes posando con la banda presidencial. Una copia de esta fotografía fue colgada, en el periodo 2009-2014, en las paredes más visibles de todas las instituciones estatales y en las oficinas de los ministros y otros funcionarios de distintos rangos.
En la noche del 19 de agosto de 2016 la Fiscalía General de la República (FGR) allanó esta misma casa encontrando los investigadores un busto del exmandatario, 80 armas de fuego con sus respectivos permisos, entre otros objetos de valor. Ocurrió dos días después de hacer lo mismo en negocios y propiedades a nombre de Miguel Menéndez Avelar, Mecafé, uno de los principales financistas de la campaña presidencial que llevó al poder a Funes y uno de los ahora acusados de complicidad en casos de corrupción.
Mecafé, además, fue el que más contratos de seguridad ganó con el Estado en la presidencia de Funes. Él es propietario de COSASE.
Ese fin de semana el mismo Funes confirmó lo que estaba ocurriendo a través de su cuenta de Twitter, como lo hace en la actualidad. “Continúa el show de la FGR. Están allanando mi casa de habitación y esta no tiene relación con propiedades de Mecafé. Es una casa alquilada”, tuiteó. En ese entonces también aseguró que las armas eran “regalos” que le hicieron la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil (PNC) y que por tanto no eran delitos.
En esos días también aseguraba que había viajado a Nicaragua a hacer una consultoría porque supuestamente es experto en estrategias para medios de comunicación y en temas de integración centroamericana.
El 8 de junio la Fiscalía también allanó doce inmuebles de supuestos relacionados en la Operación Saqueo Público. Están ubicados en Lomas del Altamira, Santa Elena y Antiguo Cuscatlán.
Esas propiedades supuestamente las compró con testaferros. El dinero provenía de las arcas de Casa Presidencial. Uno de esos testaferros se presume que es Mecafé.
Algunas de esas casas fueron compradas para Ada Mitchell Guzmán, actual pareja de Funes y sus familiares.