El 28 de junio Nayib Bukele publicó en su cuenta de Twitter que Cross Foundation había donado 17 millones de dólares en medicamentos para hospitales y unidades de salud. También aseguró que, antes de cumplir cien días como presidente de la República, El Salvador iba a tener el 100 por ciento de abastecimiento de medicinas en la red de salud pública.
El 27 de agosto el mandatario repitió la promesa. En conferencia de prensa en Casa Presidencial reiteró: “La meta es llegar a los 100 días de gobierno y tener un 100% de abastecimiento de medicamentos en los hospitales”.
El 8 de septiembre cumplirá cien días en el cargo. ¿Cuán cerca o lejos está de cumplir esa promesa?
Según Milton Dagoberto Brizuela, presidente del Colegio Médico, esa promesa está lejos de ser cumplida por dos razones que restaron tiempo: los equipos de transición de Bukele y Salvador Sánchez Cerén no se reunieron para informarse del estado de la situación del sistema de salud público y Bukele está maniobrando con el presupuesto de 662 millones 118 mil 531 dólares para el Ministerio de Salud (MINSAL) que aprobó la Asamblea Legislativa el 21 de diciembre de 2018.
“Los limitó a tener conocimientos previos de la verdadera situación que se tenía en la cartera de salud”, dijo Brizuela a Diario1.com.
La misma noche en la que repitió la promesa de abastecer antes de los cien días, Bukele también dio a conocer que el Gobierno había asignado 9 millones de dólares adicionales para una subasta inversa (los vendedores ofrecen al comprador hasta que el producto llega a su piso de precio) con la que comprar medicamentos. Esos procesos, aunque parecieran expeditos, también requieren tiempo. Debe sumarse, además, el tiempo adicional que costará clasificar los medicamentos y distribuirlos.
“Dista de ser una promesa cumplida”, expresó. “Todavía creo que no tienen clara toda la situación del Ministerio y del Seguro Social”, agregó.
Brizuela recordó que al asumir funciones Ana Orellana Bendek, ministra de Salud, dijo que iba a hacer un diagnóstico completo del sistema público de salud cuyos resultados se conocerían, a más tardar, en 60 días. Hasta el momento se desconoce si, por lo menos, fue realizado.
“Diferencias no hay”, afirmó comparando cómo dejó la administración de Sánchez Cerén y el FMLN el sistema público. “A duras penas están cambiando los mandos medios en los hospitales y difícilmente van a tener resultados diferentes si han seguido con la misma gente”, comentó.
En el año 2008 el abastecimiento del sistema público de salud llegaba al 50 por ciento. Al año 2017, según un boletín del Ministerio de Salud en la administración de Violeta Menjívar, el abastecimiento aumentó a entre 85 a 90 por ciento. En ese periodo, según la versión oficial, la cobertura de vacunas estaba en un aproximado del 90 por ciento.
Entre 2009 y 2010 el Gobierno aumentó a entre 56.5 y casi 70 millones de dólares la inversión en medicamentos y vacunas, de acuerdo con un estudio de la FUSADES. En los años siguientes, sin embargo, esa inversión disminuyó progresivamente.
El 5 de abril el Ministerio de Salud publicó un comunicado en el que negaba que existiera desabastecimiento en los hospitales públicos y aseguró que justo en ese mes estaba comprando 34 millones de dólares en medicamentos y que los mismos establecimientos de la red de salud pública hacían pequeñas compras para garantizar la salud de los pacientes. En el mismo tono la Presidencia de la República afirmó que esa cartera estatal estaba invirtiendo 668 millones de dólares en ese rubro.
El desabastecimiento provoca que una parte de los ciudadanos prefieran pagar por consultas en el sector privado para posteriormente comprar medicamentos. Eso deviene en distanciamiento y desconfianza en el Estado, según la síntesis ejecutiva del plan piloto del presupuesto por resultados con perspectiva de género del año 2012 del MINSAL.