El 30 de junio de 2019 Monseñor Fabio Colindres se dio de baja como capellán militar y, por los servicios que prestó, el Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada (IPSFA) lo pensionó con 94 mil 638 dólares que le pagará mensualmente en cuotas de 3 mil 154.60 dólares equivalentes al salario que devengó.
En el Ministerio de Defensa, Colindres tenía el rango de “general de servicio religioso asimilado” y se encargaba de dar misa, guiar espiritualmente a los militares, escuchar sus confesiones, aconsejarlos, entre otras actividades parecidas propias de la Iglesia Católica.
La resolución número GG-28489-2019, del IPSFA, explica que los 3 mil 154.60 dólares son equivalentes al cien por ciento del “salario básico regulador” y que en sus 30 años de servicio acumuló los casi 95 mil dólares.
La resolución la firmó René Antonio Díaz Argueta, gerente general del IPSFA.
El Diario de Hoy publicó que el Estado salvadoreño paga salarios a 15 capellanes militares asignados a distintas sedes de la Fuerza Armada en todo El Salvador.
Unos ganan salarios por cargos honoríficos y otros son generales de división y otros capitanes. Están contratados por Ley de Salarios, según la información que puede leerse en la nota que firmó el periodista Jorge Beltrán Luna.
La Fuerza Armada paga a los sacerdotes como si fueran un militar más, no obstante la Constitución establece que el Estado es secular y aconfesional.
Entre los quince militares hay un General de División, el máximo cargo al que puede aspirarse en la carrera castrense, y que lo desempeña Colindres; también hay un coronel, dos tenientes coronel, mayores, y capitanes.
Los salarios que les son pagados dependen del grado honorífico que tienen. Los capitanes ganan 1 mil 384 dólares, los mayores 1 mil 641 dólares, los tenientes coronel 1 mil 913 dólares y el único coronel, Francisco Javier Morán Martínez, 2 mil 387 dólares.
El salario más alto es el de Colindres que, de acuerdo con el artículo de El Diario de Hoy, tiene 30 años de servicio religioso en una institución del Estado.
De acuerdo con el portal de Transparencia Institucional, Morán Martínez es vicario general de la Fuerza Armada. Además de pagarle salario, la institución ha financiado sus viajes de formación al extranjero: en el año 2015, por ejemplo, lo mandó al “4to curso internacional para la formación de capellanes militares católicos en derecho humanitario”. El pasaje costó 1 407 dólares más 629.10 dólares en viáticos.
Morán Martínez, además, administra la iglesia Nuestra Señora de la Paz, en Ilopango.
Entre los sacerdotes que también reciben salario está Óscar Gilberto Alvarado, que en publicación del 29 de noviembre de 2019 de El Faro.net fue señalado por una víctima como supuesto abusador sexual. El sacerdote, según la denunciante, la abusó cuando ella era menor de edad en San Vicente.