El periodista Carlos Fernando Chamorro explicó en un video publicado en su periódico El Confidencial que la nacionalización del expresidente Mauricio Funes como nicaragüense es un acto más de los arreglos oscuros que hace la dictadura de Daniel Ortega Saavedra en Nicaragua.
Chamorro, actualmente asilado en Costa Rica, criticó el “lujo de cinismo” de Funes que se jactó de la gracia mafiosa que le otorgó Ortega. “Estamos ante un acto vergonzoso que revela la naturaleza mafiosa del régimen Ortega-Murillo, una exhibición descarada de la corrupción”, dijo.
En su cuenta de Twitter, Funes argumentó que ahora está mucho más protegido para evitar la extradición a El Salvador por cinco imputaciones en su contra que van desde el desvío de más de 351 millones de dólares de las arcas del Estado, pago de sobornos al exfiscal Luis Martínez para evitar ser investigado por el caso del Hoyo de El Chaparral y la Tregua entre Pandillas, recibimiento de un soborno que se presume pagó la empresa italiana Astaldi, entre otros delitos.
Incluso se burló del presidente Nayib Bukele, que al asumir como funcionario prometió que en los primeros cien días de su gobierno traería al exmandatario para que respondiera por las acusaciones en su contra que se acumulan en más de dos tribunales.
“Ortega está proclamando que la nacionalidad es un negocio lucrativo que se hace en secreto, como una transacción entre mafiosos, en este caso para proteger a Funes cuyo único mérito para ser nacionalizado nicaragüense es el robo, el despilfarro de los fondos públicos de El Salvador”, comentó.
Chamorro recordó que en el año 2013 Ortega “hipotecó” la soberanía nicaragüense cuando entregó una concesión al empresario chino Wang Jing para construir un canal interoceánico, similar al Canal de Panamá, aunque hasta la fecha el proyecto parece estar estancando.
“Decenas de miles de nicaragüenses no pueden regresar a su patria por la persecución y el Estado de sitio, pero Ortega acoge como nicaragüenses a ladrones y vividores, convirtiendo a Nicaragua en refugio de corruptos”, criticó.
Advirtió, sin embargo, que Funes puede estar haciendo un mal negocio con la fortuna mal habida que apelmazó a costa de los impuestos de todos los ciudadanos salvadoreños: el régimen de los Ortega-Murillo está padeciendo “una crisis terminal”, según su juicio, y un eventual nuevo gobierno democrático no tendrá más alternativa que anularla la nacionalidad y la protección de la que ahora Funes goza.
“Cuando el nuevo gobierno democrático de Nicaragua anule este espurio acto de nacionalización, Mauricio Funes será sometido ante la justicia de su país y Ortega tampoco podrá escapar a la justicia por sus crímenes de lesa humanidad”, concluyó.