El presidente Nayib Bukele rechazó este domingo que busque entrar en una lógica de guerra en contra de las pandillas, pero recalcó que se seguirá ejerciendo la fuerza estatal contra estos grupos y que la única salida que les queda es que dejen la vida de delitos.
“Si alguien piensa que queremos muerte están equivocados”, señaló el presidente en una conferencia de prensa a la que convocó a su gabinete de seguridad. A las pandillas lanzó la siguiente advertencia: “paren de matar, paren de robar, desarticulen esa estructura”.
Bukele y los funcionarios de seguridad compartieron una serie de anuncios, un día después de anunciar que acabaría por completo la política de un centro penitenciario asignado a una sola pandilla, la cual implementó Elías Antonio Saca durante su presidencia (2004-2009).
De acuerdo con el gobierno, con esta política se busca quitarle el control a las pandillas de los centros penitenciario. La política se había implementado luego de en agosto de 2004 se suscitó la peor masacre de la cual tiene registro el sistema penal salvadoreño: 32 fallecidos, la mayoría de ellos miembros de la pandilla 18, al interior del centro penal de Mariona.
El gobierno ha desplegado en los últimos días el denominado plan “Control Territorial”, con el que buscan que los territorios de alta peligrosidad y de constante actividad de pandillas vuelvan a ser entornos seguros y con permanente presencia de fuerzas de seguridad estatal.
En ese marco, se ha implementado un estado de emergencia en todas las cárceles del país, en la que se ha hecho traslados de presos considerados de alta peligrosidad, a centros penitenciarios de máxima seguridad. De la misma forma, se anunció el bloqueo del 100% de las señales de telefonía celular en las cárceles, para cortar la comunicación de los presos con el exterior.
Las medidas se endurecieron más, luego que la noche del pasado viernes, un grupo de supuestos pandilleros secuestraron un bus de transporte colectivo a la altura del municipio de El Congo en Santa Ana, para asaltar a sus ocupantes e incluso violar a dos mujeres.
A raíz del hecho, Bukele ordenó que los presos de todas las cárceles del país pasen las 24 horas del día encerrados en sus cárceles, sin ver la luz del sol y sin visitas de ningún tipo; medida que ha recibido críticas por parte de activistas de derechos humanos.
Sobre esto, el presidente expresó: “Nadie está negando los derechos humanos de los delincuentes, vamos a luchar por los derechos humanos de todos, pero hay gente que se olvida de los derechos humanos de los demás. Quisiéramos quitar los estados de emergencia ya, pero está claro que de los penales salen las órdenes para cometer crímenes”.
“Si ustedes quieren que sus hommies dejen de estar encerrados, dejen de matar, dejen de violar y extorsionar (…) Mientras las pandillas sigan apretando afuera, nosotros seguiremos apretando en los penales”, enfatizó.
De la misma forma solicitó el despliegue de mil efectivos policiales más, para reforzar el plan de seguridad del gobierno, enfocándose en sectores como la colonia La Gloria al occidente del área metropolitana de San Salvador, en donde los pandilleros estarían extorsionando abiertamente a la gente que sale a la calle.
Al respecto, Bukele solicitó a la población que “deje de pagar renta” y que confíe en que el Estado recobrará el control de las comunidades, ya que a su juicio, el plan desplegado por el Ejecutivo está dando frutos y que el hecho de que los pandilleros extorsionen de esta forma, es una muestra de desesperación.
Asimismo instó a la Asamblea Legislativa a que apruebe la solicitud de un refuerzo presupuestario de $15 millones para apoyar a los elementos de seguridad estatal desplegados en el territorio.