Algunos de los miembros de la cúpula del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se enriquecieron y llevaron su dinero a Panamá para que nadie en El Salvador se diera cuenta de su nuevo estatus, según el exembajador Rubén Zamora.
“Esos dineros están en Panamá donde se guardan los dineros que no se quieren enseñar. Son dineros personales”, dijo en la entrevista Debate con Nacho en VTV.
El entrevistador le recordó que ayer Sigfrido Reyes, presidente de PROESA, dijo que no hay nuevos ricos en el partido oficial. A eso Zamora respondió: “A lo mejor él es el primero y quiere decir lo contrario”.
El exfuncionario criticó, además, que el partido oficial, mientras fue gobierno, padeció el síndrome de la continuidad: decidió dejarse llevar por lo que ya había implementado la administración de Mauricio Funes sin detenerse a evaluar cuánto estaba funcionando bien y cuánto estaba haciendo aguas por todas partes. Ejemplificó la contradicción: los planes de seguridad, educación y salud fueron muy buenos en el papel, pero en la práctica fueron pobremente ejecutados.
“Es el síndrome de seguir la dinámica de lo que ya venía”, expresó.
Señaló, además, que los problemas estructurales no fueron enfrentados: la fiscalidad, por ejemplo, sigue siendo una de las más bajas de América Latina. Similar es lo que ha ocurrido en la seguridad pública.
Joaquín Samayoa, rector de ISEADE-FEPADE, dijo que en la mayoría de las áreas el Gobierno que terminará funciones el 31 de mayo ha sido “un mal gobierno”. A eso sumó que el liderazgo del presidente Salvador Sánchez Cerén fue inactivo, no comprometido. “El FMLN siempre tuvo temor de criticarse a sí mismo, inclusive tapó corrupción porque no quiso reconocerse como corresponsable con la administración anterior”, opinó.