El tema de la racionalización de los gastos en la Asamblea Legislativa se ha vuelto el centro de la atención con la llegada del nuevo presidente Norman Quijano, quien ha enarbolado la bandera de la austeridad, pero que al mismo tiempo ha planteado la necesidad de que los diputados cuenten con instalaciones adecuadas para ejercer su trabajo.
En una institución que tiene asignado un presupuesto de $58.3 millones este año, ocurren una serie de gastos insólitos como papayas y pan dulce, hasta máquinas para hacer café capuchino, tal y como reveló un informe de activo fijo del primer Órgano del Estado.
Este gasto es atribuído a la presidencia de Sigfrido Reyes del FMLN, quien estuvo en el cargo desde el 1 de febrero de 2011 hasta el 30 de abril de 2015.El artilugio tiene un valor de $2,585.77.
Otro gasto en el que incurrió la presidencia de Reyes fue un molino de café valorado en $817.00
El actual presidente del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA), es además cuestionado por la Sección de Probidad del Órgano Judicial, el cual encontró presuntas irregularidades en sus declaraciones de patrimonio y de su familia, ya que no se justificó el origen de $717,065.80 en cuentas y propiedades adquiridas durante el periodo del 1 de mayo de 2006 al 30 de abril de 2015.
El informe de Activo Fijo legislativo empezó a circular el pasado miércoles en redes sociales, luego que Norman Quijano señalara que la oficina de la presidencia de la Asamblea Legislativa fue encontrada sin computadora.
El informe contiene los gastos registrados por la sección de activo fijo en las presidencias desde 2006 hasta 2017. La lista de gastos inauditos asignados a la presidencia salpica también al año y medio que presidió Lorena Peña, quien es recordada por usar fondo circulante de la Asamblea para comprar arreglos frutales.
El monto que tiene la unidad en el actual presupuesto legislativo es de $1,900,000, según el portal de Transparencia del Primer Órgano del Estado.