El Salvador
domingo 24 de noviembre de 2024

Sánchez Cerén reconoce gane de Maduro mientras al menos 15 países lo rechazan

por Redacción


Los gobiernos de 14 países de América no dieron legitimidad a los comicios y anunciaron que reducirán relaciones diplomáticas con el régimen de Nicolás Maduro.

El gobierno de Salvador Sánchez Cerén reconoció “plenamente” los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela que se celebraron el pasado domingo, en las que Nicolás Maduro salió reelecto para un período de seis años. No obstante, los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y otros 13 países de América Latina rechazaron el nuevo triunfo del chavismo en las urnas venezolanas.

“Creemos que estas elecciones (en Venezuela) son un paso fundamental en su avance democrático, por lo cual reconocemos plenamente el resultado”, sostuvo la presidencia salvadoreña a través de un comunicado.

En el mensaje, se destaca que los comicios se desarrollaron en un ambiente “pacífico y ejemplar” y que Venezuela atraviesa un proceso político “que les permitirá desmontar la polarización para que unidos enfrenten los desafíos del futuro”.

Sánchez Cerén envió además una felicitación a Nicolás Maduro y confía en que “las transformaciones sociales iniciadas por el comandante Hugo Chávez no se detendrán y seguirán beneficiando a millones de venezolanos”.

En contraste, los gobiernos de Estados Unidos y de los 14 países americanos aglutinados en el Grupo de Lima desconocieron os resultados de las elecciones presidenciales venezolanas por no cumplir con los «estándares internacionales», y decidieron «reducir el nivel de sus relaciones diplomáticas» con Caracas.

El pronunciamiento del Grupo, difundido en Lima por la Cancillería peruana, fue suscrito por los Gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.

Tras conocerse que Maduro ganó unos comicios celebrados con un alto nivel de ausentismo, los países del Grupo anunciaron que «no reconocen la legitimidad», porque no se cumplió «con los estándares internacionales de un proceso democrático, libre, justo y transparente».

En ese sentido, señalaron que «llamarán a consultas a los embajadores en Caracas y convocarán a los embajadores de Venezuela para expresar» su protesta y presentarán ante el 48 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) una nueva resolución sobre Venezuela.

El Grupo de Lima también reiteró «su preocupación por la profundización de la crisis política, económica, social y humanitaria que ha deteriorado la vida en Venezuela» que, según dijeron, «se ve reflejada en la migración masiva de venezolanos».

Anunció que, por ese motivo, convocará a una reunión de alto nivel con autoridades responsables del tema migratorio y de refugio, que se celebrará durante la primera quincena de junio en Lima.

Además, deploró «la grave situación humanitaria en Venezuela» y dijo que convocará a otra reunión de alto nivel para coordinar acciones en materia de salud pública y fortalecer la cooperación para atender la emergencia epidemiológica.

El Grupo informó que, con el objetivo de «contribuir a preservar las atribuciones de la Asamblea Nacional», solicitará que cada país emita y actualice circulares o boletines nacionales «que transmitan al sector financiero y bancario el riesgo en el que podrían incurrir si realizan operaciones con el gobierno de Venezuela que no cuenten con el aval de la Asamblea Nacional.

Además, decidió coordinar acciones para que los organismos financieros internacionales procuren no otorgar préstamos al Gobierno de Venezuela, «por la naturaleza inconstitucional de adquirir deuda sin el aval de su Asamblea Nacional, excepto cuando el financiamiento sea utilizado en acciones de ayuda humanitaria».

Pidió también «intensificar y ampliar» el intercambio de información de inteligencia financiera «sobre las actividades de individuos y empresas venezolanas que pudieran vincularse a actos de corrupción, lavado de dinero u otras conductas ilícitas».

Asimismo, instó a contar con un análisis de riesgo de lavado de activos y financiación al terrorismo, y propuso «que los países sensibilicen al sector privado en sus jurisdicciones, sobre las amenazas y riesgos de lavado de dinero y corrupción que han identificado en Venezuela y que afecten a la región».

El Grupo remarcó, finalmente, que «continuará dando seguimiento al desarrollo de la situación en Venezuela con el objeto de adoptar las medidas adicionales que correspondan, de manera individual o colectiva, para favorecer el restablecimiento del estado de derecho y el orden democrático en ese país».

Nicolás Maduro obtuvo la reelección con 6,1 millones de votos, que estuvieron entre los de más baja participación en la historia, al acudir poco más de 9,1 de los 20,5 millones de venezolanos que estaban llamados a las urnas.

Su principal adversario, Henri Falcón, que ocupó el segundo lugar con 1,9 millones de votos, dijo que desconocerá los resultados por las reiteradas violaciones a los acuerdos preelectorares por parte de Maduro y exigió que el proceso se repita este mismo año.

A pesar de ello, Maduro agradeció este lunes a sus electores «por tanto coraje, tanta valentía», así como «por sobreponerse a tantas agresiones, y tantas mentiras»