El diputado no partidario Leonardo Bonilla costará a los salvadoreños más de 19 mil dólares al mes, luego de que el presidente de la Asamblea Legislativa, quien sigue pregonando que implementará medidas de “austeridad”, autorizara a ese legislador 15 mil dólares mensuales para contratación de personal.
Bonilla confirmó este miércoles que la junta directiva de la Asamblea Legislativa le aprobó el referido monto para contratar personal.
La noticia fue confirmada por el legislador en declaraciones a la prensa, mientras acompañaba una iniciativa relacionada con la transparencia en las elecciones de magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Tres días antes, Bonilla dio a conocer en sus redes sociales a su equipo de trabajo, que constará de dos asesores, un colaborador técnico y una administrativa. Sus asesores serán el abogado Guillermo Langenegger y el exmilitar José Antonio Castillo, ambos excandidatos a diputados no partidarios que no lograron un cupo en la Asamblea Legislativa.
https://twitter.com/LeonardoBonia/status/998350156331388928
Aunque no señaló si contrataría a más personas, horas antes de la Sesión Solemne de Inauguración el pasado jueves 17 de mayo, se pudo ver a Bonilla con un séquito de personas que serían sus asistentes de comunicación.
Si se toma en cuenta que el salario de Bonilla es de $4,025.72 al mes, que contempla $2,311.43 de sueldo, $800 en gastos de representación y $914.29 en transporte y comunicación, la erogación mensual para mantener al diputado no partidarioserá de un poco más de $19 mil al mes; es decir, más de $228 mil al año.
Leonardo Bonilla es el primero en conseguir una curul al postular su candidatura independiente de los partidos políticos, luego que quienes se postularan en las dos elecciones previas fracasaran en su intento.
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En su primer periplo legislativo, formará parte de la Comisión Política, Educación, Legislación y Puntos Constitucionales; así como la de Relaciones Exteriores.
Estas asignaciones presupuestarias se conocen en momentos en los que el presidente Legislativo, Norman Quijano, ha implementado medidas de austeridad para paliar una situación financiera que calificó como “crítica” y que a su juicio, de no haberse atajado, habría provocado una crisis de pago de salarios en octubre próximo.
Quijano ha pertenecido desde 1994 a la red de despilfarro imperante en la Asamblea Legislativa. Tomó una pausa de 2009 a 2015 para gobernar la Alcaldía de San Salvador y regresó el 1 de mayo de 2015 al Primer Órgano del Estado, convirtiéndose en presidente para la primera parte de la legislatura, el pasado 1 de mayo.