No fue ninguna sorpresa. Todas las encuestas lo habían vaticinado. El exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) cosecharía los frutos de sus erradas decisiones y mal gobierno –encabezado por un casi nulo presidente Salvador Sánchez Cerén−. Y la dirigencia farabundista lo sabía. Pero la desesperación los llevó, incluso, a hacer uso al final de la campaña electoral de uno de los expresidentes más cuestionados, Mauricio Funes, con lo cual obtuvieron un efecto contrario al que quizá querían.
Las elecciones de término medio de este domingo podrían ser un preámbulo de lo que serán las presidenciales de 2019. Sin tomar en cuenta los resultados de este día, que podrían ser fatídicos para el partido en el poder, de entrada el otrora guerrillero FMLN ya estaba atrás en la carrera por la silla en Casa Presidencial. No han podido consolidar un candidato mientras que Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) tiene meses de estar en una campaña presidencial adelantada.
El FMLN ha hecho las cosas bastante mal políticamente. Y ARENA ha aprovechado la falta de liderazgo en el Ejecutivo, la ya insoportable delincuencia, el desempleo y los malos indicadores económicos.
Por otra parte, un elemento que podría constituir un mensaje claro para los partidos tradicionales es el alto grado de ausentismo en esta elección. Eso denota que el electorado está desilusionado tanto de ARENA como el FMLN. Algunos llegan a asegurar que en el fondo son lo mismo. Además, ninguno ha logrado resolver los problemas más apremiantes de la gente.
Sin embargo, el aparente triunfo de este día de ARENA en ningún momento representa un cheque en blanco que le ha dado la población. Tampoco significa que este partido ha hecho las cosas muy bien en cuento a las políticas estratégicas nacionales. En muchos casos ARENA ha sido reactiva e, incluso, tímida, como por ejemplo en la defensa de sus mismos principios como la libertad (económica y política) y la democracia.
Los rostros desencajados de algunos dirigentes del FMLN lo dicen todo. No quieren hablar de los resultados de este domingo y dicen que prefieren esperar.
Están pagando sus errores. Y uno de ellos es, y la mayoría de gente lo entiende, que se alzaron en armas porque no estaban de acuerdo con el sistema y una vez en el poder no solo se acomodaron a él, sino que lo prostituyeron más. Incluso han tapado la corrupción y algunos dirigentes aparecen hoy como nuevos ricos con fortunas de origen desconocido.
Pero los alardes triunfalistas de ARENA también podrían ser negativos a futuro si sus dirigentes creen que ganaron por hacer las cosas bien o que la mayoría del pueblo les dio un voto de confianza en blanco. En primer lugar podría ser un voto de castigo para el FMLN.
En las principales alcaldías del país casi ya era un hecho que ARENA ganaría. Donde habrá una recomposición de fuerzas será en la Asamblea Legislativa. Si el FMLN no llega a alcanzar los 29 diputados, este partido quedará prácticamente anulado en las decisiones legislativas trascendentales y solo se quedaría a vociferar.
El 1 de mayo próximo, la Asamblea Legislativa debe aprobar un protocolo de entendimiento elegir la junta directiva y distribuir las comisiones. Esto se logra con una votación de 43 votos.
Pero la Legislatura 2018-2012 tendrá a su cargo la elección (con 56 votos) del nuevo Fiscal General de la República, la próxima Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, los procuradores General y de Derechos Humanos, magistrados de la Corte de Cuentas y aprobar préstamos determinantes para el país.
Mientras todo eso ocurra, los principales partidos políticos estarán en una abierta campaña presidencial, la cual arranca a partir de este lunes 5 de marzo.