La derecha de El Salvador amaneció hoy sacando pecho y fortalecida después de las elecciones legislativas y municipales del domingo, en las que la población decidió castigar al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que se esconde y guarda silencio.
Los protagonistas de los comicios salvadoreños, que se desarrollaron sin mayores inconvenientes, fueron el voto nulo emitido por la ciudadanía, con el objetivo de expresar su descontento con la clase política, y la gran ventaja de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) sobre el FMLN.
A falta de porcentajes definitivos, se puede afirmar que el abstencionismo también apareció con fuerza en la contienda electoral, dejando destrozos a su paso y enviando a la clase política un mensaje de descontento de parte de los salvadoreños que prefirieron quedarse en sus casas y no acudir a las urnas.
En medio de este juego político, el más beneficiado es el partido de oposición que podría alcanzar más escaños en la Asamblea Legislativa de los 35 que actualmente tiene y sumar a su cuenta más municipios gobernados bajo su bandera.
Actualmente, la Asamblea Legislativa salvadoreña es dominada por ARENA que cuenta con 35 diputados, mientras que 31 son del oficialista FMLN, 11 representan a la Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), 6 al Partido de Concertación Nacional (PCN) y uno al Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Por otra parte, de las 262 alcaldías del país centroamericano, 119 son gobernados por ARENA, 82 están en manos del FMLN, 19 bajo el mandato municipal GANA, 16 bajo la bandera del PCN y 5 con alcaldes del PDC, mientras el resto están dirigidos por diferentes coaliciones.
Pero los resultados preliminares, especialmente los legislativos, no solo fortalecen a la derecha fundada en 1981 por el mayor del Ejército Roberto d’Aubuisson, ya que el partido GANA y el PCN también celebran, pese a que pasaron desapercibidos durante la campaña electoral que se centró entre las dos principales fuerzas políticas.
Los comicios también reflejaron que los salvadoreños aplicaron el dicho de el fin justifica los medios y, en este caso, con tal de «castigar» al oficialista, fue válido votar por cualquiera o incluso anular el voto.
Por el momento, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) lleva un 67 por ciento de actas procesadas, en el caso de la Asamblea Legislativa, y un 72 por ciento para los concejos municipales, quedando pendiente un 32 y 37 por ciento de actas, respectivamente.
Mientras tanto, los ganadores derechistas continúan celebrando su «gran victoria» y el FMLN continúa analizando la forma de digerir los resultados y sentar una postura ante la evidente «catástrofe» política en la que han caído.
Y si bien el partido permanece en silencio, el Gobierno reconoció, en boca de su secretario de Comunicaciones, Eugenio Chicas, la derrota y la lección dada por los electores, «que ahora toca analizar».
A primeras horas de este lunes, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), sin señalar directamente a ninguna formación, dejó claro, remitiendo a su web, que la opositora Alianza Republicana Nacionalista es acreedora de la gran mayoría de las alcaldías del país.
El sitio del TSE también refleja que la derecha tendrá para la próxima legislatura varios diputados más que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en el Congreso.
Un total de 5,186,042 salvadoreños fueron convocados para estas elecciones, 274,370 más que en los comicios de 2015, en las que se estrenó el voto cruzado o por rostro, que en aquella cita ocasionó diversos problemas entre los electores, quienes se quejaron de no haber sido instruidos para el cambio.