Francisco Merino es un veterano político que lleva muchos años en la Asamblea Legislativa. Su trayectoria política es poco transparente. Actualmente está compitiendo por un nuevo período: sería su séptima legislatura consecutiva.
Pero para algunos abogados, la candidatura de Francisco Merino no cumple los requisitos que establece la Constitución de la República ni el Código Electora. Por lo tanto, es ilegal. ¿Pero por qué?
Un abogado experto en temas electorales, que prefiere que su nombre sea omitido, señala que la candidatura de Francisco Merino vulnera lo establecido en el artículo 126 de la Constitución de la República.
Ese artículo establece que para ser elegido diputado se requiere “ser mayor de veinticinco años, salvadoreño por nacimiento, hijo de padre o madre salvadoreño, de notoria honradez e instrucción y no haber perdido los derechos de ciudadano en los cinco años anteriores a la elección”.
A criterio del abogado, de cumplirse ese artículo, la candidatura de Francisco Merino sería improcedente ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El especialista pone énfasis en la notoria honradez. A su juicio, Francisco Merino no cuenta con una notoria honradez. Y para demostrar su tesis jurídica enumera una serie de acontecimientos que colocan a Merino como un hombre poco honrado.
Recuerda, por ejemplo, que en agosto del año 2000 Francisco Merino amenazó de muerte a un vigilante privado. Estaba ebrio y armado. El vigilante llamó al Sistema de Emergencia 991 de la Policía Nacional Civil (PNC) y cuando una patrulla llegó a lugar fue recibida a balazos por Francisco Merino. La agente Flor de María Meléndez resultó lesionada. El atentado ocurrió en la calle República Federal de Alemania, colonia Escalón de San Salvador.
Merino fue capturado pero no encarcelado. Fue entregado a la Asamblea Legislativa gracias a la protección del fuero constitucional. Pero, días después, llegó a la Asamblea una solicitud de desafuero por los delitos de homicidio tentado, amenazas agravadas y daños agravados. Finalmente el fuero no le fue retirado y el caso quedó impune.
Ese es uno de los casos que señala el abogado, quien considera que si la ley se hubiese aplicado, Francisco Merino habría dejado de ser diputado hace muchos años. En la elección de 2003 ya no hubiese podido participar.
Pero hay otros casos que ponen en cuestionamiento la honradez de Merino. El abogado recuerda que en abril del año pasado, cuando la Fiscalía General de la República (FGR) ordenó la captura de Juan Umaña Samayoa, quien fungía como alcalde de Metapán, el diputado Merino salió a las calles a protestar y a respaldar a su amigo. Aseguró que la Fiscalía se estaba equivocando, que su amigo era un hombre honrado y trabajador, que todo se trataba de una novela elaborada por algunos medios de comunicación.
Pero no solo eso. Juan Samayoa, a pesar de encontrarse prófugo de la justicia, ha incitado a los metapanecos para que voten en las próximas elecciones legislativas por Francisco Merino. Samayoa lo hizo a través de un video que se proyectó en una plaza pública del municipio de Metapán.
Que un candidato a diputado salga a defender a un hombre señalado como cabecilla de un cártel de la droga y acusado por el delito de lavado de dinero, pero, además, que esta persona, quien se encuentra prófuga de la justicia, haga campaña a favor de ese candidato, es algo que pone en tela de juicio la notoria honradez de una persona. Precisamente eso ha hecho Francisco Merino.
“El diccionario de la Real Academia de Lengua Española define la notoriedad como algo que es público y sabido por todos. La palabra honradez se entiende como la rectitud de ánimo y la integridad de obrar. Quien es honrado se muestra como una persona recta y justa”, señala el abogado.
Luego agrega: “El Código Electoral, en su artículo 159, remite a los requisitos que establece la Constitución, y ahí se establece la notoria honradez para poder optar al cargo de diputado de la Asamblea Legislativa”.
Ese mismo abogado cuestiona al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por aceptar, sin ningún reparo, la candidatura de Francisco Merino como diputado del Partido de Concertación Nacional (PCN) en Santa Ana. La suplente de Francisco Merino es Yanira Marlene Peraza de Salazar.
Malas amistades
Francisco Merino y Juan Umaña Samayoa, quien se encuentra prófugo de la justicia por lavado de dinero, son grandes amigos. Los intereses políticos los unen. Merino es diputado por el PCN desde el año 2000 y Samayoa era alcalde de Metapán hasta que fue acusado por lavado de dinero.
En un primer momento, Merino representó el departamento de San Miguel. Pero, desde 2006, ocupa una curul por el departamento de Santa Ana. Ese mismo año, Juan Umaña Samayoa ganó su primer período como alcalde de Metapán.
El posicionamiento de Merino como diputado por Santa Ana se debe en gran parte al apoyo financiero y logístico de parte de personajes como Juan Umaña Samayoa e incluso de José Adán Salazar, conocido como Chepe Diablo, quien también está siendo procesado por lavado de dinero. Ambos señalados como cabecillas del Cártel de Texis por el periódico digital El Faro.
En abril del año pasado, cuando la Fiscalía ordenó la captura de Juan Samayoa, el diputado Merino defendió a su amigo en un acto público. Recientemente Samayoa pidió apoyo para Merino a través de una videoconferencia.