La candidata a alcaldesa por San Salvador, Jackeline Rivera, calificó como un error la decisión del expresidente de la República, Mauricio Funes, de negociar con las pandillas para lograr una tregua y desestimó dicha práctica realizada por miembros de su partido políticos en las elecciones presidenciales de 2014.
Una investigación periodística reveló que el ahora ministro de Gobernación, Arístides Valencia, miembro histórico del FMLN, se reunió con criminales previo al evento electoral.
Lo anterior, según Rivera, fue un error que no debe repetirse en la vida política del país.
“Fue un error, fue un error, un craso error. Quien esté pensando que el tema de la seguridad se va a resolver negociando con el mal está equivocado. Vamos a negociar con el bien para proteger a los buenos del mal”, dijo Rivera al ser consultada sobre la negociación que Mauricio Funes mantuvo con grupos criminales.
“Jackeline Rivera no lo ha hecho. Cada quien defiende y responde por sus actos, pero Jackeline Rivera no lo ha hecho y no lo haré”, dijo la aspirante a la comuna capitalina en la entrevista Frente a Frente de Telecorporación salvadoreña (TCS).
“Jamás vamos a negociar debajo de la mesa con nadie. No lo hemos hecho ni lo haremos”, reiteró al insistir que la inseguridad es un problema en San Salvador, pero debe ser superada con estrategias que se apeguen al margen de la ley.
Asimismo, Rivera lamentó que el Plan El Salvador Seguro del gobierno central haya llegado tarde a la ciudad capital, pero insistió que aún están a tiempo de fortalecer las medidas de seguridad en San Salvador y llevar tranquilidad a la población.
“Yo reconozco que el plan El Salvador Seguro llegó tarde a San Salvador. Hasta 2016. Si nosotros hubiéramos empezado en 2009, yo le puedo asegurar que otra historia tuviéramos”, dio Rivera al justiciar que el mismo no se implementó por oposición de la gestión de Norman Quijano.
Mauricio Funes autorizó la tregua
El presidente de la República de esa época, Carlos Mauricio Funes Cartagena, autorizó la tregua entre pandillas en los años 2012-2013, afirmó el 10 de agosto de 2017 el ministro de Defensa, David Muguía Payés, quien durante ese proceso fungió como ministro de Justicia y Seguridad Pública.
Ese día, Munguía Payés llegó a declarar como testigo de descargo en el juicio por el caso de la tregua, en el que se encuentran 18 exfuncionarios acusados de favorecer a las pandillas a cambio de la reducción de homicidios.
El actual ministro de Defensa dijo en el estrado que Mauricio Funes sí conocía este pacto entre pandillas, contrario a lo que ahora sostiene el exmandatario.
“Este proceso lo avaló el ministerio con autorización de la presidencia de la República”, aseguró Munguía Payés.
Explicó que a su llegada al Ministerio de Justicia contrató como “asesor” a Raúl Mijango”. Y este fue quien le propuso del “proceso de pacificación de las pandillas”.
Esta iniciativa, dijo Munguía Payés, fue elevada al despacho presidencial en enero del año 2012, dos meses antes que entrara en vigencia y cuando número de asesinados diarios rondaba en 14.
El 8 de marzo de 2012, el país amaneció con una reducción abrupta de los homicidios pasando de un promedio diario de 14 asesinatos a 6. En esa misma fecha, la Dirección General de Centros Penales (DGCP) realizó el traslado de 30 cabecillas de pandillas desde el penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, conocido como Zacatraz, hacia otras cárceles de menor seguridad.
La tregua significó, según la Fiscalía, beneficios carcelarios para cabecillas de las principales pandillas que operan en el país a cambio de la reducción de la violencia en las calles.